/ lunes 25 de abril de 2022

Recursos agrícolas

Por: Francisco Lozano

Chihuahua tiene dos elementos que claramente lo pueden catapultar a niveles de bienestar del primer mundo. La cercanía con el mercado más importante del orbe y sus dimensiones territoriales. El primero obedece a disposiciones fuera de su alcance, tratados y convenios federales. El segundo es netamente local y ahí es donde hay que impulsar el desarrollo. En contexto, Chihuahua es primer lugar producción de alfalfa verde, algodón hueso, avena forrajera, avena en grano, cebolla, manzana, chile verde, nuez, durazno, sandía y se ubica entre los primeros 10 sitios en: frijol, maíz forrajero, maíz grano, trigo grano, uva, sorgo forrajero, melón, papa, carne de bovino en canal, sandía, soya, leche de bovino y leche de caprino; y destaca también en producción de especies menores y apicultura y desde luego primer lugar en exportación de ganado bovino en pie. Sólo del ganado bovino y del algodón suman más de 10,000 millones de pesos generados anualmente, llegando en su conjunto, según datos del gobierno del estado, a alcanzar los 70 mil millones de pesos.

Este desarrollo se ha visto apuntalado por parte del gobierno federal en sus respectivas administraciones pasadas, pero raramente por el gobierno del estado, simplemente no tiene capacidad. Entonces, ¿por qué tanta disputa por una Secretaría de Desarrollo Rural que pobremente influye en el progreso estatal con un presupuesto mínimo? Por política. El campesinado y pequeño productor (mayoría) se acercan a esta dependencia por apoyos pequeños, pero la Secretaria no tiene planes firmes ni sustentables para su crecimiento y así se verá en la siguiente presentación y aprobación del Plan Estatal de Desarrollo. Ante la ausencia de apoyos significativos para un uso eficiente del agua, ante una falta de reestructuración de mercados, ante una disminución de competitividad por el incremento en costos (créditos, fertilizantes y combustibles), ante la falta de nuevos canales de logística y ante el absoluto desconocimiento de mercados en commodities, la Secretaría sólo le resta generar polémica de pasillo. Sería positivo que el gobierno del estado voltee a ver al campo como motor del desarrollo regional y que esas riquezas permeen hacia todos los ciudadanos del estado, no sólo a un grupo minúsculo de productores, por un lado con nuevas políticas hacendarias para empresarios con más de cierto número de hectáreas en producción o capacidad instalada y por otro, proveyendo mejores condiciones de vida para los jornaleros del campo. En cuanto a mercados, abrir el abanico a más participantes y hacer del estado de Chihuahua punto de referencia en mercados agrícolas. Tener un mercado de productos derivados no sería una mala idea. De igual forma, incentivar los servicios profesionales que se prestan al campo generando mayor valor agregado, si seguimos con gobiernos que se dedican a reñir por un puesto público con la idea de saquearlo, de nada nos servirá a los chihuahuenses tener esa vastedad de recursos humanos y territoriales que hoy gozamos.

Maestro en Finanzas. Economista


Por: Francisco Lozano

Chihuahua tiene dos elementos que claramente lo pueden catapultar a niveles de bienestar del primer mundo. La cercanía con el mercado más importante del orbe y sus dimensiones territoriales. El primero obedece a disposiciones fuera de su alcance, tratados y convenios federales. El segundo es netamente local y ahí es donde hay que impulsar el desarrollo. En contexto, Chihuahua es primer lugar producción de alfalfa verde, algodón hueso, avena forrajera, avena en grano, cebolla, manzana, chile verde, nuez, durazno, sandía y se ubica entre los primeros 10 sitios en: frijol, maíz forrajero, maíz grano, trigo grano, uva, sorgo forrajero, melón, papa, carne de bovino en canal, sandía, soya, leche de bovino y leche de caprino; y destaca también en producción de especies menores y apicultura y desde luego primer lugar en exportación de ganado bovino en pie. Sólo del ganado bovino y del algodón suman más de 10,000 millones de pesos generados anualmente, llegando en su conjunto, según datos del gobierno del estado, a alcanzar los 70 mil millones de pesos.

Este desarrollo se ha visto apuntalado por parte del gobierno federal en sus respectivas administraciones pasadas, pero raramente por el gobierno del estado, simplemente no tiene capacidad. Entonces, ¿por qué tanta disputa por una Secretaría de Desarrollo Rural que pobremente influye en el progreso estatal con un presupuesto mínimo? Por política. El campesinado y pequeño productor (mayoría) se acercan a esta dependencia por apoyos pequeños, pero la Secretaria no tiene planes firmes ni sustentables para su crecimiento y así se verá en la siguiente presentación y aprobación del Plan Estatal de Desarrollo. Ante la ausencia de apoyos significativos para un uso eficiente del agua, ante una falta de reestructuración de mercados, ante una disminución de competitividad por el incremento en costos (créditos, fertilizantes y combustibles), ante la falta de nuevos canales de logística y ante el absoluto desconocimiento de mercados en commodities, la Secretaría sólo le resta generar polémica de pasillo. Sería positivo que el gobierno del estado voltee a ver al campo como motor del desarrollo regional y que esas riquezas permeen hacia todos los ciudadanos del estado, no sólo a un grupo minúsculo de productores, por un lado con nuevas políticas hacendarias para empresarios con más de cierto número de hectáreas en producción o capacidad instalada y por otro, proveyendo mejores condiciones de vida para los jornaleros del campo. En cuanto a mercados, abrir el abanico a más participantes y hacer del estado de Chihuahua punto de referencia en mercados agrícolas. Tener un mercado de productos derivados no sería una mala idea. De igual forma, incentivar los servicios profesionales que se prestan al campo generando mayor valor agregado, si seguimos con gobiernos que se dedican a reñir por un puesto público con la idea de saquearlo, de nada nos servirá a los chihuahuenses tener esa vastedad de recursos humanos y territoriales que hoy gozamos.

Maestro en Finanzas. Economista