/ miércoles 18 de octubre de 2023

Reducción de la jornada laboral: ¿quién lo paga?

Estos días “nuestros” diputados federales iniciaron un tema muy popular, electoralmente hablando, que es el reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales; por supuesto, el pago de estas horas que no se trabajan no sale de sus bolsas, el pago sale de miles de pequeñas y grandes empresas que están formalmente establecidas, que generan empleos y que pagan los impuestos con los que se mantiene nuestro país.

La tendencia a nivel global -y principalmente en los países más desarrollados- es reducir las jornadas laborales, y justo en estos países es donde se tiene más formalidad y más productividad.

En México tenemos varias tareas pendientes que hacer antes de irnos por el camino más popular:

- Formalidad: nuestro país es uno de los más bajos en recaudación de impuestos a nivel global. Mientras que países de la OCDE recaudan de impuestos cerca del 40% de su PIB, y Brasil y Argentina recaudan el 34% y 29% respectivamente, en México recaudamos solamente el 13%; esto no se debe a que no paguemos impuestos, la razón de que el 65% de las empresas de nuestro país no paguen impuestos ni prestaciones sociales es porque están en la informalidad. Aquí es donde nuestros legisladores deberían de estar trabajando para que las pocas empresas que están en la formalidad sigan cargando toda la fiscalización y recaudación, porque somos un cliente cautivo para el gobierno.

- Productividad: para poder reducir las horas de trabajo necesitamos ser más productivos y poder competir con otros países en el mercado local y global, esta es una tarea de las empresas y de los gobiernos. Actualmente, México está en el lugar #37 en el Índice de Competitividad Internacional del IMCO (de los 43 países evaluados), mientras que los primeros lugares los ocupan Dinamarca, Noruega y Suiza. Aunque el tiempo trabajado no es proporcional al resultado, sí tenemos que entender que, si no mejoramos nuestra competitividad, perderemos oportunidades y fuentes de empleo.

- Ingreso Digno: gran parte de las empresas de nuestro país están trabajando en pagar mejores salarios, para que nuestros colaboradores reciban un ingreso que les permitan a sus familias vivir dignamente. Muchas empresas lo están haciendo con un gran sacrificio, ya que el 75% del empleo se genera en pequeñas y medianas empresas; si reducimos las horas de trabajo, estas empresas no podrán pagar salarios dignos, ya que, para poder seguir atendiendo clientes en sectores como servicios y comercio, estas empresas tendrían que incrementar el costo de su nómina hasta un 40% para seguir atendiendo a sus clientes, un incremento imposible para ser absorbido por nuestras empresas.

-Horas de trabajo e ingreso: nuestros socios comerciales, donde el pago es por hora trabajada, la productividad es mucho más alta, basada en cuánto trabajas y cuánto ganas.

-Metas para disminuir la jornada laboral: estamos convencidos que las personas requieren una mejor calidad de vida, una carga laboral más equilibrada que les permita tener tiempo de esparcimiento personal y familiar, pero es importante que antes demos los primeros pasos en productividad, ingresos, cargas fiscales, formalidad, y legislaciones adecuadas para el empresariado, para no acabar con las empresas que son quienes generan empleos y oportunidades para las familias, e ingresos para que los gobiernos operen y atiendan a todos los sectores de la población.


Ing. Francisco Santini
Presidente Centro PERSÉ
f.santini@ripipsa.com


Estos días “nuestros” diputados federales iniciaron un tema muy popular, electoralmente hablando, que es el reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales; por supuesto, el pago de estas horas que no se trabajan no sale de sus bolsas, el pago sale de miles de pequeñas y grandes empresas que están formalmente establecidas, que generan empleos y que pagan los impuestos con los que se mantiene nuestro país.

La tendencia a nivel global -y principalmente en los países más desarrollados- es reducir las jornadas laborales, y justo en estos países es donde se tiene más formalidad y más productividad.

En México tenemos varias tareas pendientes que hacer antes de irnos por el camino más popular:

- Formalidad: nuestro país es uno de los más bajos en recaudación de impuestos a nivel global. Mientras que países de la OCDE recaudan de impuestos cerca del 40% de su PIB, y Brasil y Argentina recaudan el 34% y 29% respectivamente, en México recaudamos solamente el 13%; esto no se debe a que no paguemos impuestos, la razón de que el 65% de las empresas de nuestro país no paguen impuestos ni prestaciones sociales es porque están en la informalidad. Aquí es donde nuestros legisladores deberían de estar trabajando para que las pocas empresas que están en la formalidad sigan cargando toda la fiscalización y recaudación, porque somos un cliente cautivo para el gobierno.

- Productividad: para poder reducir las horas de trabajo necesitamos ser más productivos y poder competir con otros países en el mercado local y global, esta es una tarea de las empresas y de los gobiernos. Actualmente, México está en el lugar #37 en el Índice de Competitividad Internacional del IMCO (de los 43 países evaluados), mientras que los primeros lugares los ocupan Dinamarca, Noruega y Suiza. Aunque el tiempo trabajado no es proporcional al resultado, sí tenemos que entender que, si no mejoramos nuestra competitividad, perderemos oportunidades y fuentes de empleo.

- Ingreso Digno: gran parte de las empresas de nuestro país están trabajando en pagar mejores salarios, para que nuestros colaboradores reciban un ingreso que les permitan a sus familias vivir dignamente. Muchas empresas lo están haciendo con un gran sacrificio, ya que el 75% del empleo se genera en pequeñas y medianas empresas; si reducimos las horas de trabajo, estas empresas no podrán pagar salarios dignos, ya que, para poder seguir atendiendo clientes en sectores como servicios y comercio, estas empresas tendrían que incrementar el costo de su nómina hasta un 40% para seguir atendiendo a sus clientes, un incremento imposible para ser absorbido por nuestras empresas.

-Horas de trabajo e ingreso: nuestros socios comerciales, donde el pago es por hora trabajada, la productividad es mucho más alta, basada en cuánto trabajas y cuánto ganas.

-Metas para disminuir la jornada laboral: estamos convencidos que las personas requieren una mejor calidad de vida, una carga laboral más equilibrada que les permita tener tiempo de esparcimiento personal y familiar, pero es importante que antes demos los primeros pasos en productividad, ingresos, cargas fiscales, formalidad, y legislaciones adecuadas para el empresariado, para no acabar con las empresas que son quienes generan empleos y oportunidades para las familias, e ingresos para que los gobiernos operen y atiendan a todos los sectores de la población.


Ing. Francisco Santini
Presidente Centro PERSÉ
f.santini@ripipsa.com