Recientemente se dio a conocer la Cartilla de Derechos Sexuales de Adolescentes y Jóvenes expedida en 2016, y de acuerdo a su contenido, la misma va dirigida a la población de entre doce y veintinueve años, lo anterior es motivo de reflexión, porque un menor de doce años es considerado todavía un niño, y no se le puede dar el mismo enfoque para su educación sexual y reproductiva que a una persona que ya excede de los dieciocho años y jurídicamente tiene capacidad de ejercicio, es decir para efectos legales mayoría de edad con facultad de discernimiento y que alcanza la ciudadanía.
La cartilla se elaboró por un comité promotor y dentro de los entes que forman parte del mismo, se destaca la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, entre organizaciones de la sociedad civil. La cartilla tiene por finalidad dar a conocer los derechos sexuales y reproductivos a una parte de la niñez, la adolescencia, y la juventud situada en el rango de entre los 12 a los 29 años. Consta de 14 derechos, que según refiere son acordes a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, estos derechos son: Decidir de forma libre, autónoma e informada sobre su cuerpo y la sexualidad; el Derecho a ejercer y disfrutar plenamente la sexualidad; Manifestar públicamente los afectos. También se hace referencia al Derecho a decidir libremente con quién o con quiénes se relacionan afectiva, erótica y sexualmente; Derecho a que se respete la intimidad y la privacidad y a que se resguarde confidencialmente la información personal; Derecho a la vida, a la integridad física, psicológica y sexual, a vivir libres de violencia; Derecho a decidir de manera libre e informada sobre la vida reproductiva. Derecho a la igualdad, derecho a vivir libres de discriminación; Derecho a la información actualizada, veraz, completa, científica y laica sobre sexualidad; Derecho a la educación integral en sexualidad. Otros derechos que se mencionan son el Derecho a los servicios de salud sexuales y reproductivos, el Derecho a la identidad sexual y el Derecho a la participación en las políticas públicas sobre sexualidad, etc.
La sexualidad implica madurez y mucha responsabilidad, también se deben afrontar las consecuencias del ejercicio de la misma. ¿Para qué sexualizar a la niñez?, si antes de sexualizarlos debemos garantizarles el derecho a desarrollarse de acuerdo a su dignidad y brindarles bienestar que los haga felices.
La ley que protege a los niños, niñas y adolescentes también resalta la importancia del derecho que tienen a vivir en familia, a igualdad sustantiva en materia de alimentos, educación, atención médica, a no ser discriminados, y a otros tantos derechos que le estamos debiendo a la niñez y a la juventud.
Nos estamos quedando cortos como sociedad y gobierno en fomentar en los niños y adolescentes la creatividad y el ingenio, para que desarrollen sus potenciales y tengamos inventores, creadores, científicos, intelectuales y liderazgos destacados que saquen a México de las vías en desarrollo por el que sigue transitando desde hace más de medio siglo.