Por: Víctor Manuel Medina Calderón
Cuando vean que ya no hay agua, que la sequía les impide hacer negocios, se van a ir y nosotros nos vamos a quedar sin animales, sin plantas, con el medio ambiente contaminado: José del Frari
Controversiales han sido varios temas que se han planteado a la sociedad chihuahuense últimamente: desde el regreso a las clases presenciales, la medición de la pobreza, el golpe de Estado en el Tribunal Federal Electoral, la negativa del ministro Zaldívar a permanecer en el cargo, los desaciertos en la información generada por la Secretaría del Bienestar, la vacunación contra el Covid-19, los semáforos sanitarios en todo el país, etc. Aterrizando en nuestro estado con el cambio de gobierno y el tema que una vez más se deja en la mesa sin darle solución: los derechos de los indígenas.
\u0009
Es increíble la ineficacia e ineficiencia de las legislaturas del Congreso local, incluyendo la presente, que han sido incapaces de cumplir el ordenamiento de crear el respectivo reglamento para que entre en vigor la Ley Indígena, para lo cual tuvieron, desde hace varios años, 500 días para elaborar dicha reglamentación y que con diferentes argumentos han justificado la pasividad para llevar a cabo dicho ordenamiento.
Más de cien mil indígenas en el estado, de cuatro etnias, están esperando una ley que regule y proteja sus derechos mientras los señores legisladores sólo se dedican errantemente a buscar entuertos en temas de su personal interés o el de su partido.
Más de 10 años de promulgada y publicada la ley indígena, no ha sido posible ponerla en práctica ante la falta de la reglamentación correspondiente para su aplicación. Claro que los indígenas han recibido los tradicionales apoyos estatales y federales; despensas, cobijas, algunos proyectos productivos, pero lo más importante, la protección y defensa de sus derechos como indígenas sigue durmiendo el sueño de los justos mientras las autoridades se jactan de haber apoyado como nunca a los indígenas de nuestra sierra.
Los “representantes” populares ya se van, el gobernador del estado también, sólo se queda el sentimiento de que también ellos fueron incapaces de ejercer justicia para la población indígena de Chihuahua. Ni siquiera los diputados electos por los distritos serranos se abocaron a tales tareas; así, ¿para qué diablos nos sirven?
La tarea la plantearon los mismos indígenas, de su propia voz, desde los inicios del 2009: “Queremos una ley para los indígenas que pueda ser el inicio de la verdadera justicia social que mandata la Constitución. Qué bueno que los legisladores nos escuchan y estamos seguros que juntos, legisladores e indígenas, podemos llegar a elaborar un documento que recoja nuestras demandas”… ¡Sueño guajiro!
Correo: vicmedina@hotmail.com
