Van 12 periodistas asesinados en el 2022
Por: José Luis Jáquez
La violencia contra la prensa en México no da tregua y en poco más de seis meses del presente año, 12 comunicadores han sido asesinados, en su mayoría, en el ejercicio de su profesión.
Tal parece que el gobierno mexicano, ante el fracaso por esclarecer cada uno de los casos, le “apuesta al olvido”, por ello la importancia de visibilizar la violencia que sufre el periodismo. De no hacerlo, todos perdemos.
De no poner un freno a la delincuencia contra la prensa, el 2022 superará las estadísticas y podría convertirse en el más mortal, comparado con 2017, cuando hubo 12 asesinatos a periodistas en todo el año, según datos de Artículo 19, una organización defensora de la libertad de expresión.
Desde 2006, al menos 140 periodistas han sido asesinados y 30 se encuentran desaparecidos.
El caso más reciente es el del reportero Antonio de la Cruz, el pasado miércoles 29 de junio en Ciudad Victoria, quien fue ejecutado cuando salía de su casa. Las balas lesionaron a su hija.
La impunidad también envuelve los crímenes de: Yessenia Mollinedo Falconi, Sheila Johana García Olivera, Luis Enrique Ramírez Ramos, Armando Linares López, Juan Carlos Muñiz, Jorge Luis Camero Zazueta, Heber López Vásquez
Roberto Toledo, Lourdes Maldonado López, Margarito Martínez y José Luis Gamboa Arenas.
México es considerado uno de los países más peligrosos del mundo para ser periodista. Es un reflejo de la poca importancia del Estado en proteger la libertad de prensa.
Así lo han manifestado organismos internacionales como Reporteros Sin Fronteras, Artículo 19, el Comité para la Protección de los Periodistas y la propia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Ante esto, la organización mexicana Propuesta Cívica ha lanzado una intensa campaña: “¿Y a mí qué me toca hacer?”, con el fin de visibilizar la violencia que sufren los comunicadores.
“En México los y las periodistas hacen periodismo entre el riesgo y el caos”, señaló Sara Mendiola, directora ejecutiva de esa organización, y agregó: “Los principales agresores de periodistas son las autoridades públicas, lo que genera una dinámica muy perversa desde el propio Estado”.
“Hoy en día tenemos un problema severo en nuestro país de narcopolítica, es decir, la vinculación entre actores políticos y actores del crimen organizado”, mientras que “el presidente mantiene una lógica de agresión contra la prensa desde su discurso público”, indicó Mendiola.
Además, en los casos de violencia se suma la impunidad. En lo que corresponde a los periodistas desaparecidos, el porcentaje de impunidad es del 100%.
México se ubica en la posición 179 sobre 180 del indicador de seguridad para los periodistas, Costa Rica es la excepción del continente, pues es el más seguro para ejercer esta profesión.
La Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) nos recuerda que el asesinato de comunicadores se constituye la forma extrema de censura y pidió al Estado mexicano redoblar sus esfuerzos para combatir la violencia contra periodistas y la impunidad.
Los asesinatos, las amenazas, atentados y bloqueos informativos sirven para infundir miedo y “paralizar” la libertad de expresión e información, fundamentales en la democracia. Es por eso, que nos preguntamos: ¿Y a mí qué me toca hacer?...
Nos puede seguir: palabrapropia@hotmail.com twiter@palabrapropia
Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de 5 a 6 de la tarde
