/ jueves 8 de febrero de 2018

Y dale con el muro

“La locura es un cierto placer que sólo el loco conoce”

  • John Dryden -

Cuando escuché que se daría un cierre parcial de gobierno en Estados Unidos llegué a pensar ilusamente que era el inicio del declive de Donald Trump, pero no, el señor sigue en las suyas. El cierre de gobierno obedece a la falta de convenio entre el Senado Norteamericano y la Cámara de Representantes con el tema del presupuesto federal de donde se supone emanarán parte de los recursos para la construcción del dichoso muro de la discordia tan cacaraqueado por Mr. Trump.

Este cierre administrativo pretende disminuir los gastos del gobierno de los vecinos del norte hasta que se realice una nueva gestión presupuestal. Y mientras esto sucede, el presidente de los twitazos sigue aprovechándose de la fragilidad azteca para ahora calificarnos como el país más peligroso del mundo, de ahí su preocupación por la urgente construcción del muro para, según él, tener controlado cualquier ingreso al país de las maravillas, olvidando (o queriendo olvidar) que de su lado es en donde se encuentran los distribuidores y los adictos de todas las sustancias sicotrópicas habidas en el mundo.

Y ahora, montado en su aferre, salió con que si no había muro tampoco habría Tratado de Libre Comercio con México y Canadá; prueba por demás contundente para que el pueblo estadounidense se dé cuenta de que a su presidente las negociaciones globales que benefician a su país (por múltiples razones) le vienen importando un soberano pepino; mientras la televisión lo siga proyectando con sus locuras y caprichos, el señor seguirá hablando por hablar y seguirá diciéndoles países de mie… a los que él considere.

En el sondeo de opinión realizado en Washington a través de la prestigiada encuesta Gallup hecha a más de 130 naciones sólo 39 aprueban el liderazgo autocrático de Trump que le ha dado un rostro a su administración de imprevisible, mitómana y xenofóbica, entre otros calificativos, y apenas con un año al frente.

Ante las volubles acciones de quien manda en la Casa Blanca es de suma importancia que, en nuestro país, después de las elecciones, el proceso de transición entre Peña Nieto y quien resulte ganador se lleve a cabo eficientemente dejando a un lado las diferencias políticas entre ambos personajes si las llegasen a tener. Que así sea.   

“La locura es un cierto placer que sólo el loco conoce”

  • John Dryden -

Cuando escuché que se daría un cierre parcial de gobierno en Estados Unidos llegué a pensar ilusamente que era el inicio del declive de Donald Trump, pero no, el señor sigue en las suyas. El cierre de gobierno obedece a la falta de convenio entre el Senado Norteamericano y la Cámara de Representantes con el tema del presupuesto federal de donde se supone emanarán parte de los recursos para la construcción del dichoso muro de la discordia tan cacaraqueado por Mr. Trump.

Este cierre administrativo pretende disminuir los gastos del gobierno de los vecinos del norte hasta que se realice una nueva gestión presupuestal. Y mientras esto sucede, el presidente de los twitazos sigue aprovechándose de la fragilidad azteca para ahora calificarnos como el país más peligroso del mundo, de ahí su preocupación por la urgente construcción del muro para, según él, tener controlado cualquier ingreso al país de las maravillas, olvidando (o queriendo olvidar) que de su lado es en donde se encuentran los distribuidores y los adictos de todas las sustancias sicotrópicas habidas en el mundo.

Y ahora, montado en su aferre, salió con que si no había muro tampoco habría Tratado de Libre Comercio con México y Canadá; prueba por demás contundente para que el pueblo estadounidense se dé cuenta de que a su presidente las negociaciones globales que benefician a su país (por múltiples razones) le vienen importando un soberano pepino; mientras la televisión lo siga proyectando con sus locuras y caprichos, el señor seguirá hablando por hablar y seguirá diciéndoles países de mie… a los que él considere.

En el sondeo de opinión realizado en Washington a través de la prestigiada encuesta Gallup hecha a más de 130 naciones sólo 39 aprueban el liderazgo autocrático de Trump que le ha dado un rostro a su administración de imprevisible, mitómana y xenofóbica, entre otros calificativos, y apenas con un año al frente.

Ante las volubles acciones de quien manda en la Casa Blanca es de suma importancia que, en nuestro país, después de las elecciones, el proceso de transición entre Peña Nieto y quien resulte ganador se lleve a cabo eficientemente dejando a un lado las diferencias políticas entre ambos personajes si las llegasen a tener. Que así sea.