/ martes 28 de noviembre de 2023

A reflexionar | La salud es un derecho humano

“Por desgracia los hombres no saben lo que vale la salud hasta que la han perdido”, Oxenstiern

De las omisiones que cometen los padres, los maestros y los tutores, debemos reflexionar en dos de ellas: no se enseña la consecuencia de los actos a los hijos, pupilos y dependientes. La otra, desde pequeños se fomenta el “síndrome de la inmunidad”, es decir, a otros les puede pasar todo, menos a mí.” Sin embargo, en su devenir, la humanidad ha padecido miles de enfermedades que han acabado con su vida. Desde la prehistoria los seres humanos buscaron en la naturaleza los remedios para curar los males que les aquejaban y en muchas ocasiones les quitaban la vida. El cuerpo humano es una de las propiedades del hombre, las otras dos son, la consciencia y el tiempo, de ahí en adelante, nada nos pertenece. Nuestro cuerpo, es nuestra principal responsabilidad y por ello debemos darle su peso específico y conservar la salud. En la actualidad una de las actividades más importantes de la sociedad, es la salud. Debemos recordar que uno de los pilares de la buena salud, es la higiene, pero hablando con sinceridad, es la que menos practicamos. Uno de los deberes del Estado consiste en promover la medicina preventiva, y la dictadura que nos oprime, evadiendo y recortando recursos para desarrollar tan valiosa actividad humana: la higiene. De remedios caseros, yerbas, polvos y cuanta cosa se puede ocurrir. Con el desarrollo industrial, surge vigorosa la de los fármacos, laboratorios por todo el orbe, generaron y generan miles de millones de dólares. Se dice que pisamos la luna, y que pronto viajaremos a Marte, pero eso sí, no hemos descubierto las causas de enfermedades crónico- degenerativas, que cada año matan millones de seres humanos. Pero eso sí, nos tumbamos los dientes para asesinar el ecosistema del sureste mexicano con el tren maya. ¿Y el desarrollo de la investigación científica? ¿Las seis universidades que iba a construir la dictadura a mitad de su gestión? Exigimos el respeto del derecho humano que implica la salud, para alcanzar una vida feliz.

En días pasados asistí a un evento en el centro hospitalario al oeste de nuestra ciudad, consistió en develar placas en “el árbol de la vida”, como un sentido homenaje a pacientes que fallecieron y donaron órganos de su cuerpo. Claro que la emoción y el sentimiento de amor y solidaridad afloraron entre los asistentes y las lágrimas brillaron como diamantes en los ojos de los asistentes. El centro de trasplantes del estado, convocó a las personas presentes a invitar al generoso pueblo chihuahuense, a participar en la donación de órganos para dar vida a otros seres humanos enfermos. Paulina, bella hija de mi esposa, donó sus córneas que de inmediato fueron trasplantadas a dos niñas, a las que deseamos su pronta recuperación. Mi respeto y admiración a los donantes y a sus familias.


“Por desgracia los hombres no saben lo que vale la salud hasta que la han perdido”, Oxenstiern

De las omisiones que cometen los padres, los maestros y los tutores, debemos reflexionar en dos de ellas: no se enseña la consecuencia de los actos a los hijos, pupilos y dependientes. La otra, desde pequeños se fomenta el “síndrome de la inmunidad”, es decir, a otros les puede pasar todo, menos a mí.” Sin embargo, en su devenir, la humanidad ha padecido miles de enfermedades que han acabado con su vida. Desde la prehistoria los seres humanos buscaron en la naturaleza los remedios para curar los males que les aquejaban y en muchas ocasiones les quitaban la vida. El cuerpo humano es una de las propiedades del hombre, las otras dos son, la consciencia y el tiempo, de ahí en adelante, nada nos pertenece. Nuestro cuerpo, es nuestra principal responsabilidad y por ello debemos darle su peso específico y conservar la salud. En la actualidad una de las actividades más importantes de la sociedad, es la salud. Debemos recordar que uno de los pilares de la buena salud, es la higiene, pero hablando con sinceridad, es la que menos practicamos. Uno de los deberes del Estado consiste en promover la medicina preventiva, y la dictadura que nos oprime, evadiendo y recortando recursos para desarrollar tan valiosa actividad humana: la higiene. De remedios caseros, yerbas, polvos y cuanta cosa se puede ocurrir. Con el desarrollo industrial, surge vigorosa la de los fármacos, laboratorios por todo el orbe, generaron y generan miles de millones de dólares. Se dice que pisamos la luna, y que pronto viajaremos a Marte, pero eso sí, no hemos descubierto las causas de enfermedades crónico- degenerativas, que cada año matan millones de seres humanos. Pero eso sí, nos tumbamos los dientes para asesinar el ecosistema del sureste mexicano con el tren maya. ¿Y el desarrollo de la investigación científica? ¿Las seis universidades que iba a construir la dictadura a mitad de su gestión? Exigimos el respeto del derecho humano que implica la salud, para alcanzar una vida feliz.

En días pasados asistí a un evento en el centro hospitalario al oeste de nuestra ciudad, consistió en develar placas en “el árbol de la vida”, como un sentido homenaje a pacientes que fallecieron y donaron órganos de su cuerpo. Claro que la emoción y el sentimiento de amor y solidaridad afloraron entre los asistentes y las lágrimas brillaron como diamantes en los ojos de los asistentes. El centro de trasplantes del estado, convocó a las personas presentes a invitar al generoso pueblo chihuahuense, a participar en la donación de órganos para dar vida a otros seres humanos enfermos. Paulina, bella hija de mi esposa, donó sus córneas que de inmediato fueron trasplantadas a dos niñas, a las que deseamos su pronta recuperación. Mi respeto y admiración a los donantes y a sus familias.