“Todo movimiento de reforma tiene una franja lunática”. Theodore Roosevelt
Hemos estado muy atentos al ejercicio gubernamental del gobierno federal sin perder detalle y el espectro que vemos es gris, nebuloso, incierto y lleno de mentiras y demagogia. El inicio de una nueva administración genera expectativa y curiosidad. El gobernante que inicia debe deslumbrar, según Maquiavelo, empero el régimen actual desde su inicio, fijó su nefasta postura de autoritarismo, de divisionismo del pueblo mexicano, y de maniqueísmo exagerado. Siguiendo con la máxima de “el político piensa en la próxima elección y el estadista en la próxima generación”, subyuga al dictador con intensidad el resultado de las ya muy próximas elecciones.
El castillo de arena que construyeron el dictador y su pandilla se derrumba precipitadamente, al grado de querer quemar al INE y a sus funcionarios por cumplir estrictamente con la ley electoral. El órgano autónomo ha sido descalificado, insultado, vilipendiado y maldecido. De ese tamaño es el miedo del gobierno federal a las instituciones constitucionales. Un senador –boca de ganso- del presidente, afirmó: “Pésima, facciosa e inequitativa, la actuación del INE, para con los candidatos de Morena, 47 de ellos han sido retirados de la contienda”. Todo partido político tiene la obligación de conocer y comprender todos los documentos legales de los procesos electorales. Al parecer lo que pretendieron hacer fue mofarse de la autoridad electoral.
De inmediato, el dictador, el candidato a la gubernatura de Guerrero y el senador “amenazaron” con llevar a cabo una reforma a la ley electoral para poder ganar. Presentaron candidatos delincuentes, que en plena campaña fueron increpados por las víctimas. Con tales sujetos no ganarán y, el castillo de arena se derrumbó en unas cuantas semanas. Me dolió bastante que en mi tierra natal se reunieron la negligencia, la corrupción y la pésima e irresponsable administración, se derrumbara la línea 12 del Metro, cerca de la estación Los Olivos. Hay responsables, hay culpables y es de rechazarse la versión presidencial de que “fue un accidente”. Decenas de heridos, veintiséis muertos, la Ciudad de México está herida, dolida y enojada con los responsables reales. “Vamos a investigar, vamos a aclarar”, dijo el dictador en sus acostumbradas peroratas mañaneras. Ante este tenebroso escenario, los mexicanos nos uniremos contra quienes con mendacidades desean el avance de un régimen que ha defraudado a todos los mexicanos. México es un país que lucha a diario por su libertad, por el cumplimiento de la ley y por la verdadera democracia.
