/ viernes 14 de junio de 2019

AMLO en Chihuahua

En su visita a Chihuahua hace tres meses, Andrés Manuel López Obrador presentó cuatro programas sociales: apoyo a personas con discapacidad, apoyo a preparatorianos, apoyo a adultos mayores y los créditos a pequeños comerciantes a través del programa Tandas para el Bienestar.

El mandatario nacional también resaltó el programa de apoyo a la frontera, subrayando el aumento del salario mínimo, la reducción de impuestos y del precio de combustibles, a la vez que anunciaba una baja en el costo de la energía eléctrica.

AMLO subrayó de igual manera la cancelación de la Reforma Educativa y previno sobre una necesaria regularización de plazas magisteriales, mientras que en renglón de salud prometió mejorar la atención médica y el abasto de medicamentos gratuitos.

En su discurso en la capital del estado, el presidente de México dijo: “Vamos a ir poco a poco, no se puede de la noche a la mañana resolver todos los problemas. (…) Van a mejorar las condiciones de vida, las condiciones de trabajo, y va a haber felicidad en nuestro pueblo”.

Este fin de semana AMLO regresa a Chihuahua, excluyendo de su gira a la capital y a Juárez; revisará la aplicación y avance de los programas señalados, pero también podría anunciar otros programas de gran importancia, entre los cuales destacarían los relacionados con la migración y la seguridad, temas de alta sensibilidad en nuestro estado.

La delegación del gobierno federal en Chihuahua debió reunir datos fidedignos de los avances programáticos, así como las cifras en materia de seguridad pública. Ojalá que haya honestidad en esa información que ha de servir para evaluar y decidir, para “ir poco a poco” mejorando.

En Chihuahua vivimos una inquietud normalizada por la violencia cotidiana que no contribuye a la felicidad del pueblo. Si AMLO está interesado en la justicia, si no soporta la impunidad, como tanto lo dice, entonces su ánimo está empatado con el de la mayoría de los chihuahuenses y tendrá que actuar con atingencia.

Lo bueno es que los chihuahuenses, en nuestro afán por la subsistencia y crecimiento, la esperanza nos la tomamos como recurso inagotable. Y aquí seguimos.


En su visita a Chihuahua hace tres meses, Andrés Manuel López Obrador presentó cuatro programas sociales: apoyo a personas con discapacidad, apoyo a preparatorianos, apoyo a adultos mayores y los créditos a pequeños comerciantes a través del programa Tandas para el Bienestar.

El mandatario nacional también resaltó el programa de apoyo a la frontera, subrayando el aumento del salario mínimo, la reducción de impuestos y del precio de combustibles, a la vez que anunciaba una baja en el costo de la energía eléctrica.

AMLO subrayó de igual manera la cancelación de la Reforma Educativa y previno sobre una necesaria regularización de plazas magisteriales, mientras que en renglón de salud prometió mejorar la atención médica y el abasto de medicamentos gratuitos.

En su discurso en la capital del estado, el presidente de México dijo: “Vamos a ir poco a poco, no se puede de la noche a la mañana resolver todos los problemas. (…) Van a mejorar las condiciones de vida, las condiciones de trabajo, y va a haber felicidad en nuestro pueblo”.

Este fin de semana AMLO regresa a Chihuahua, excluyendo de su gira a la capital y a Juárez; revisará la aplicación y avance de los programas señalados, pero también podría anunciar otros programas de gran importancia, entre los cuales destacarían los relacionados con la migración y la seguridad, temas de alta sensibilidad en nuestro estado.

La delegación del gobierno federal en Chihuahua debió reunir datos fidedignos de los avances programáticos, así como las cifras en materia de seguridad pública. Ojalá que haya honestidad en esa información que ha de servir para evaluar y decidir, para “ir poco a poco” mejorando.

En Chihuahua vivimos una inquietud normalizada por la violencia cotidiana que no contribuye a la felicidad del pueblo. Si AMLO está interesado en la justicia, si no soporta la impunidad, como tanto lo dice, entonces su ánimo está empatado con el de la mayoría de los chihuahuenses y tendrá que actuar con atingencia.

Lo bueno es que los chihuahuenses, en nuestro afán por la subsistencia y crecimiento, la esperanza nos la tomamos como recurso inagotable. Y aquí seguimos.