/ jueves 24 de diciembre de 2020

AMLO Y LOS TRES COCHINITOS 

En la medicina tradicional hindú se ofrecía un cuento a la persona desorientada. Según Bruno Bettelheim, el cuento da fuerzas con sentimientos positivos para elevar la racionalidad, dando un sentido coherente a todos los pensamientos. Tal vez, por este medio Andrés Manuel López Obrador (AMLO) encontraría sus propias soluciones para los problemas del país, en vez de depender de un modelo de conducta impuesto a los demás por la ideología socialista que le guía, cuyo fracaso sería comprensible para él con exageraciones fantásticas de imágenes que hablaran a su inconsciente.

Este es el caso del cuento de “Los Tres Cochinitos”, una historia muy apreciada por los niños, que les enseña de una forma agradable y dramática, que no debemos ser perezosos y que hay que elegir, entre el principio de la comodidad y el placer, frente al principio de la realidad y la sabiduría. El cuento de “Los Tres Cochinitos” está al nivel del ideal del Estado benefactor, dando seguridad a las personas al apoyarse en proyecciones infantiles, pero que supera a ese Estado usando las fantasías precientíficas del pasado y el presente para proteger su capacidad racional, como en el niño.

Mostraría a AMLO y sus colaboradores que no hay que tomar las cosas a la ligera, porque podemos fallar; que los planes y previsiones inteligentes combinados con el arduo trabajo nos harán vencer, incluso a nuestro enemigo más feroz: el lobo (la pobreza, Covid-19). Esta historia también nos muestra las ventajas que implica el crecimiento, puesto que el tercer cerdito, que es el más listo, suelen pintarlo como el mayor y más grande. Las casas que construyen los tres cerditos son símbolos del progreso en la historia del hombre, desde una débil choza y casa de madera, a una de ladrillos.

Nada que ver con pasar de una energía limpia, como la solar, al petróleo o el gasóleo. Al vivir de acuerdo al principio de la comodidad, los dos cerditos pequeños buscan la gratificación inmediata sin pensar en absoluto en el futuro. Sólo el mayor ha aprendido a posponer su deseo de jugar. Incluso, ha sido capaz de predecir correctamente la conducta del lobo, y es la razón de que pueda vencer a fuerzas (asociales, inconscientes y devoradoras) más poderosas y feroces que él. El tercer cerdito, listo y juguetón, engaña al lobo varias veces hasta hacerlo caer en agua hirviendo.

El relato enseña, además de dar esperanzas al niño y a AMLO, a quienes se ha invitado durante la historia a identificarse con uno de los protagonistas, que desarrollando la inteligencia, pueden vencer a contrincantes mucho más fuertes que ellos; que el cerdito mayor puede buscar comida levantándose temprano para evitar al lobo; que el primitivo sentido de justicia y equidad infantil también se ven satisfechos, porque el lobo es malo porque destruye, y los malos son destruidos; y es una advertencia a AMLO y al niño de las consecuencias de seguir el mal de su interior.

“Los Tres Cochinitos” pueden guiar el pensamiento de AMLO y sus amigos como lo hacen con un niño en cuanto a su propio desarrollo, permitiendo que extraigan sus propias conclusiones, contribuyendo a su maduración, y evitando la servidumbre de sólo seguir las órdenes de los adultos. agusperezr@hotmail.com

En la medicina tradicional hindú se ofrecía un cuento a la persona desorientada. Según Bruno Bettelheim, el cuento da fuerzas con sentimientos positivos para elevar la racionalidad, dando un sentido coherente a todos los pensamientos. Tal vez, por este medio Andrés Manuel López Obrador (AMLO) encontraría sus propias soluciones para los problemas del país, en vez de depender de un modelo de conducta impuesto a los demás por la ideología socialista que le guía, cuyo fracaso sería comprensible para él con exageraciones fantásticas de imágenes que hablaran a su inconsciente.

Este es el caso del cuento de “Los Tres Cochinitos”, una historia muy apreciada por los niños, que les enseña de una forma agradable y dramática, que no debemos ser perezosos y que hay que elegir, entre el principio de la comodidad y el placer, frente al principio de la realidad y la sabiduría. El cuento de “Los Tres Cochinitos” está al nivel del ideal del Estado benefactor, dando seguridad a las personas al apoyarse en proyecciones infantiles, pero que supera a ese Estado usando las fantasías precientíficas del pasado y el presente para proteger su capacidad racional, como en el niño.

Mostraría a AMLO y sus colaboradores que no hay que tomar las cosas a la ligera, porque podemos fallar; que los planes y previsiones inteligentes combinados con el arduo trabajo nos harán vencer, incluso a nuestro enemigo más feroz: el lobo (la pobreza, Covid-19). Esta historia también nos muestra las ventajas que implica el crecimiento, puesto que el tercer cerdito, que es el más listo, suelen pintarlo como el mayor y más grande. Las casas que construyen los tres cerditos son símbolos del progreso en la historia del hombre, desde una débil choza y casa de madera, a una de ladrillos.

Nada que ver con pasar de una energía limpia, como la solar, al petróleo o el gasóleo. Al vivir de acuerdo al principio de la comodidad, los dos cerditos pequeños buscan la gratificación inmediata sin pensar en absoluto en el futuro. Sólo el mayor ha aprendido a posponer su deseo de jugar. Incluso, ha sido capaz de predecir correctamente la conducta del lobo, y es la razón de que pueda vencer a fuerzas (asociales, inconscientes y devoradoras) más poderosas y feroces que él. El tercer cerdito, listo y juguetón, engaña al lobo varias veces hasta hacerlo caer en agua hirviendo.

El relato enseña, además de dar esperanzas al niño y a AMLO, a quienes se ha invitado durante la historia a identificarse con uno de los protagonistas, que desarrollando la inteligencia, pueden vencer a contrincantes mucho más fuertes que ellos; que el cerdito mayor puede buscar comida levantándose temprano para evitar al lobo; que el primitivo sentido de justicia y equidad infantil también se ven satisfechos, porque el lobo es malo porque destruye, y los malos son destruidos; y es una advertencia a AMLO y al niño de las consecuencias de seguir el mal de su interior.

“Los Tres Cochinitos” pueden guiar el pensamiento de AMLO y sus amigos como lo hacen con un niño en cuanto a su propio desarrollo, permitiendo que extraigan sus propias conclusiones, contribuyendo a su maduración, y evitando la servidumbre de sólo seguir las órdenes de los adultos. agusperezr@hotmail.com