/ sábado 11 de diciembre de 2021

Antes que se nos olvide: En la mira del SAT

Por: Carlos A. Esparza Deister

Ilusamente creí (imagino que muchos también) que con la llegada de López Obrador a la presidencia la carga fiscal para comerciantes o empresarios iba a disminuir, incluso sería todo más sencillo, pero ha sido todo lo contrario, incluso da la sensación, que en este sexenio al contribuyente se le acosa. Muchas de las pymes (pequeñas y medianas empresas), que mueven la economía de nuestro país, se sienten agobiadas por la presión del SAT. Pareciera que la consigna de sus funcionarios es atacar sin piedad en cuanto detecten un error por mínimo que sea y regularmente se van a la “yugular” de comercios pequeños, por lo que muchos de ellos, prefieren cerrar. Todo esto, también desanima a quienes desean poner un negocito, renunciando a establecerlo, o al final lo hacen, pero de manera informal.

Esta administración inmediatamente comenzó a ver la manera de tener mayor recaudación, en cuanto detectó que en el comercio cibernético no se pagaban impuestos, los exigió, entonces ahora quien vende por ejemplo en la plataforma Mercado Libre le retienen ISR e IVA. Así mismo, a partir del 2022 todas las personas de 18 años están obligadas a registrarse ante el SAT, se dijo que sólo pagarán impuestos quienes realicen alguna actividad económica, pero probablemente causará polémica, por ejemplo, en cuanto un joven abra su cuenta de ahorros y le depositen sus padres, llamará la atención del SAT y seguramente exigirán pago, aun cuando no está realizando actividad económica. Ahora hasta las señoras que organizan la tanda tienen que cuidarse cuando depositan los mil o 2 mil pesos, porque Hacienda les puede caer, pero “curiosamente” muchas transacciones de millones de pesos pasan desapercibidas y quienes las realizan no son molestados.

Un acierto de esta administración ha sido el combate a las llamadas “factureras”, que ocasionan grandes pérdidas al gobierno. Desde hace años el SAT ha buscado tener un mayor control, en 2010 obligaron a realizar facturas electrónicas, como es sabido, antes se mandaban hacer a una imprenta y luego la mayoría de los comerciantes las llenaban manualmente. De cierta manera el SAT modernizó a los pequeños negocios, sin embargo, no le importó que el procedimiento sería más costoso, pues muchos comerciantes tuvieron que comprar computadora, pagar software o contratar servicio de facturación en línea, donde se paga anualidad en algunos casos y obviamente cada CFDI cuesta. El SAT cuenta con un portal para generarlas gratuitamente, pero tiene limitantes. A dicha factura le han ido implementando cada vez más seguridad, comenzó con la versión 1.0 y ahora en 2022 surgirá la 4.0

Es entendible, que se busque mayor control para evitar fraudes fiscales y claro tener más recaudación. Es obligación de todos los mexicanos pagar impuestos, sin embargo, es también obligación de las autoridades del SAT hacer que el proceso tributario sea sencillo y ágil, pero no es así, pues hasta para sacar cita es complicado, además, el contribuyente tiene que lidiar con tecnicismos y ahora que la mayoría de sus procedimientos son electrónicos, peor tantito, casi todo tiene que hacerse por medio de una computadora, y para muchos es difícil, ya sea por la edad o simplemente no tienen. Luego, en cuanto ponen un pie en sus instalaciones, creyendo que los ayudarán, el ambiente es un poco tenso, varios funcionarios son hoscos, nula empatía, se desesperan fácilmente ante las preguntas, sus respuestas son cortantes, sin dar oportunidad a preguntar algo más. Cada funcionario, debe entender que están en ese cubículo para ayudar y no para confundir más. Su actuar, debe motivar a que cada vez más personas se acerquen a sus oficinas por convicción propia y no bajo la amenaza de que los van a multar, porque los tienen en la mira.

***

Un sentido pésame para Alejandro Rueda Moreno y familia, por el reciente fallecimiento de su padre, don Óscar Rueda Capetillo, DEP.

Siganos en Face: @Antes que se nos Olvide

esparzadeister@gmail.com


Por: Carlos A. Esparza Deister

Ilusamente creí (imagino que muchos también) que con la llegada de López Obrador a la presidencia la carga fiscal para comerciantes o empresarios iba a disminuir, incluso sería todo más sencillo, pero ha sido todo lo contrario, incluso da la sensación, que en este sexenio al contribuyente se le acosa. Muchas de las pymes (pequeñas y medianas empresas), que mueven la economía de nuestro país, se sienten agobiadas por la presión del SAT. Pareciera que la consigna de sus funcionarios es atacar sin piedad en cuanto detecten un error por mínimo que sea y regularmente se van a la “yugular” de comercios pequeños, por lo que muchos de ellos, prefieren cerrar. Todo esto, también desanima a quienes desean poner un negocito, renunciando a establecerlo, o al final lo hacen, pero de manera informal.

Esta administración inmediatamente comenzó a ver la manera de tener mayor recaudación, en cuanto detectó que en el comercio cibernético no se pagaban impuestos, los exigió, entonces ahora quien vende por ejemplo en la plataforma Mercado Libre le retienen ISR e IVA. Así mismo, a partir del 2022 todas las personas de 18 años están obligadas a registrarse ante el SAT, se dijo que sólo pagarán impuestos quienes realicen alguna actividad económica, pero probablemente causará polémica, por ejemplo, en cuanto un joven abra su cuenta de ahorros y le depositen sus padres, llamará la atención del SAT y seguramente exigirán pago, aun cuando no está realizando actividad económica. Ahora hasta las señoras que organizan la tanda tienen que cuidarse cuando depositan los mil o 2 mil pesos, porque Hacienda les puede caer, pero “curiosamente” muchas transacciones de millones de pesos pasan desapercibidas y quienes las realizan no son molestados.

Un acierto de esta administración ha sido el combate a las llamadas “factureras”, que ocasionan grandes pérdidas al gobierno. Desde hace años el SAT ha buscado tener un mayor control, en 2010 obligaron a realizar facturas electrónicas, como es sabido, antes se mandaban hacer a una imprenta y luego la mayoría de los comerciantes las llenaban manualmente. De cierta manera el SAT modernizó a los pequeños negocios, sin embargo, no le importó que el procedimiento sería más costoso, pues muchos comerciantes tuvieron que comprar computadora, pagar software o contratar servicio de facturación en línea, donde se paga anualidad en algunos casos y obviamente cada CFDI cuesta. El SAT cuenta con un portal para generarlas gratuitamente, pero tiene limitantes. A dicha factura le han ido implementando cada vez más seguridad, comenzó con la versión 1.0 y ahora en 2022 surgirá la 4.0

Es entendible, que se busque mayor control para evitar fraudes fiscales y claro tener más recaudación. Es obligación de todos los mexicanos pagar impuestos, sin embargo, es también obligación de las autoridades del SAT hacer que el proceso tributario sea sencillo y ágil, pero no es así, pues hasta para sacar cita es complicado, además, el contribuyente tiene que lidiar con tecnicismos y ahora que la mayoría de sus procedimientos son electrónicos, peor tantito, casi todo tiene que hacerse por medio de una computadora, y para muchos es difícil, ya sea por la edad o simplemente no tienen. Luego, en cuanto ponen un pie en sus instalaciones, creyendo que los ayudarán, el ambiente es un poco tenso, varios funcionarios son hoscos, nula empatía, se desesperan fácilmente ante las preguntas, sus respuestas son cortantes, sin dar oportunidad a preguntar algo más. Cada funcionario, debe entender que están en ese cubículo para ayudar y no para confundir más. Su actuar, debe motivar a que cada vez más personas se acerquen a sus oficinas por convicción propia y no bajo la amenaza de que los van a multar, porque los tienen en la mira.

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Un sentido pésame para Alejandro Rueda Moreno y familia, por el reciente fallecimiento de su padre, don Óscar Rueda Capetillo, DEP.

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