/ viernes 5 de abril de 2024

Antes que se nos Olvide | Votar por el menos malo

La contienda electoral por la silla presidencial nos mantiene en vilo, no es para menos, está en juego demasiado, pero como ciudadanos debemos mantener la objetividad, pues tal parece que, para los detractores de Morena, todo fue oscuridad durante el mandato de López Obrador, mientras para sus simpatizantes, fue maravilloso, un cuento de hadas, donde se cumplieron todos los objetivos.

La verdad es que hubo errores, pero también aciertos, o sea ni tan tan, ni muy muy, pero el país está tan dividido que se va perdiendo neutralidad, debe existir una justa media en nuestra sociedad, pues los seguidores del presidente, lo aman ciegamente como si fuera un dios, mientras los opositores, lo detestan como si fuera el mismísimo diablo, ocasionando altercados principalmente en redes sociales, se dan con todo, incluso entre amigos cercanos o familiares, ha habido casos, donde después de la discusión se dejan de hablar para siempre.

Por supuesto, cada uno es libre de discutir y apoyar lo que desee, pero es un error perder a un amigo o familiar, por defender a un partido o político, que no cumplen cabalmente lo prometido y es que todos están iguales. Hace 24 años, PRI, PAN y PRD dominaban el país, en ese entonces Morena no existía, simple y sencillamente porque su fundador era parte del PRD. El PRI, a pesar de haber perdido por primera vez la presidencia, lucía fuerte, seguía siendo el partido oficial, pero luego perdió nuevamente y comenzó a disminuir su poderío, claro, para esa debacle influyó la corrupción histórica que hubo en sus gobiernos.

Emergiendo el PAN como “la mejor opción”, el partido de derecha, que tuvo su oportunidad durante dos sexenios, pero sus mandatos no coincidieron plenamente con su ideología, decepcionando a un gran sector de la población. Por otro lado, el PRD, estuvo picando piedra, logrando colocarse a la par del PAN, como la segunda fuerza política de México. Teniendo como estandarte a su fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, y más tarde a López Obrador, que le vino a dar un mayor empuje, pero “pequeños detalles” de gente cercana a él, como el ver a Rene Bejarano embolsándose fajos de billetes o la acusación a Rosario Robles, por presuntamente beneficiar con licitaciones a su novio el empresario Carlos Ahumada, cuando era jefa de gobierno del entonces D.F., terminaron perjudicando la reputación del PRD.

Hace casi 13 años surgió Morena, autodenominándose la esperanza de México, pero el partido está plagado de ex priistas, ex perredistas y ex panistas, varios de ellos con un oscuro pasado. Dicen aborrecer las viejas prácticas del PRI, pero su candidata Claudia Sheinbaum, fue colocada en ese lugar por el presidente López Obrador, al más puro estilo del priismo, esto lo dio entender Marcelo Ebrard, quien después de quedar en segundo lugar en la contienda interna, acusó irregularidades, llamando cobarde al presidente nacional de su partido y señalando que cada vez se parecían más al PRI de antes. Ebrard amagó con irse del partido, pero ya está de vuelta, sin embargo, ese conflicto, dejó muy mal parado a Morena.

Todos los partidos han cometido graves errores, sea PRI, PRD, PAN, PVEM, PT, Movimiento Ciudadano o Morena, en estas elecciones, el ciudadano deberá ser totalmente objetivo, racional y no dejarse influenciar por nada, ni nadie, para así, votar por el menos malo, de ese tamaño es la podredumbre en la política mexicana.

La contienda electoral por la silla presidencial nos mantiene en vilo, no es para menos, está en juego demasiado, pero como ciudadanos debemos mantener la objetividad, pues tal parece que, para los detractores de Morena, todo fue oscuridad durante el mandato de López Obrador, mientras para sus simpatizantes, fue maravilloso, un cuento de hadas, donde se cumplieron todos los objetivos.

La verdad es que hubo errores, pero también aciertos, o sea ni tan tan, ni muy muy, pero el país está tan dividido que se va perdiendo neutralidad, debe existir una justa media en nuestra sociedad, pues los seguidores del presidente, lo aman ciegamente como si fuera un dios, mientras los opositores, lo detestan como si fuera el mismísimo diablo, ocasionando altercados principalmente en redes sociales, se dan con todo, incluso entre amigos cercanos o familiares, ha habido casos, donde después de la discusión se dejan de hablar para siempre.

Por supuesto, cada uno es libre de discutir y apoyar lo que desee, pero es un error perder a un amigo o familiar, por defender a un partido o político, que no cumplen cabalmente lo prometido y es que todos están iguales. Hace 24 años, PRI, PAN y PRD dominaban el país, en ese entonces Morena no existía, simple y sencillamente porque su fundador era parte del PRD. El PRI, a pesar de haber perdido por primera vez la presidencia, lucía fuerte, seguía siendo el partido oficial, pero luego perdió nuevamente y comenzó a disminuir su poderío, claro, para esa debacle influyó la corrupción histórica que hubo en sus gobiernos.

Emergiendo el PAN como “la mejor opción”, el partido de derecha, que tuvo su oportunidad durante dos sexenios, pero sus mandatos no coincidieron plenamente con su ideología, decepcionando a un gran sector de la población. Por otro lado, el PRD, estuvo picando piedra, logrando colocarse a la par del PAN, como la segunda fuerza política de México. Teniendo como estandarte a su fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, y más tarde a López Obrador, que le vino a dar un mayor empuje, pero “pequeños detalles” de gente cercana a él, como el ver a Rene Bejarano embolsándose fajos de billetes o la acusación a Rosario Robles, por presuntamente beneficiar con licitaciones a su novio el empresario Carlos Ahumada, cuando era jefa de gobierno del entonces D.F., terminaron perjudicando la reputación del PRD.

Hace casi 13 años surgió Morena, autodenominándose la esperanza de México, pero el partido está plagado de ex priistas, ex perredistas y ex panistas, varios de ellos con un oscuro pasado. Dicen aborrecer las viejas prácticas del PRI, pero su candidata Claudia Sheinbaum, fue colocada en ese lugar por el presidente López Obrador, al más puro estilo del priismo, esto lo dio entender Marcelo Ebrard, quien después de quedar en segundo lugar en la contienda interna, acusó irregularidades, llamando cobarde al presidente nacional de su partido y señalando que cada vez se parecían más al PRI de antes. Ebrard amagó con irse del partido, pero ya está de vuelta, sin embargo, ese conflicto, dejó muy mal parado a Morena.

Todos los partidos han cometido graves errores, sea PRI, PRD, PAN, PVEM, PT, Movimiento Ciudadano o Morena, en estas elecciones, el ciudadano deberá ser totalmente objetivo, racional y no dejarse influenciar por nada, ni nadie, para así, votar por el menos malo, de ese tamaño es la podredumbre en la política mexicana.