/ miércoles 11 de noviembre de 2020

Aportamos al montón

En cada acción hay una cadena de personas que une en el resultado final. Vemos un desenlace y muchas veces nos estancamos en juzgar al último participante del evento, pero de una manera u otra todos colaboramos. He caminado por siete meses en un área que es popular para caminantes, corredores, ciclistas, razors y tiradores de escombro, y ahí puedo ver el resultado del consumismo que también a mí me atrapa como contribuyente a este caos.

Da pena ir caminando y ver rastros groseros con el medioambiente. Insisto en este tema porque fui al aeropuerto y me dieron ganas de llorar cuando vi un tramo de la carretera lleno de escombro irresponsable, sale de entre los montones todo tipo de plástico y basura, y visualizo cómo en un futuro quedará enterrado formándole al subsuelo un tumor muy dañino. ¡Ya con el puro escombro tiene la tierra bastante trabajo para absorber todos sus dañinos componentes, como para agregarle todo ese plástico y demás!

¿Dónde andan los guardianes ecológicos? ¿Cuáles son los lugares que patrullan? El concepto de progreso debe ser analizado, la construcción se presenta como algo benévolo para la humanidad, pero ya rebasó los límites de la cordura y la responsabilidad hacia el planeta Tierra. Y me pregunto: ¿Aun cuando se separe la incontable cantidad de basura, a dónde va a dar? ¿Qué se está haciendo con ella? ¿Acaso la gran tarea es alejarla cada vez más para seguir evadiendo el problema y para que los ciudadanos no se incomoden con el escenario?

He separado plástico y demás desechos de los montones de escombro y cada elemento tirado me lleva a pensar en su producción, venta, compra, uso y desecho. Y en ese círculo podemos acomodarnos como proveedores o consumidores, así que el problema es de todos. ¿Qué están haciendo las autoridades ante las corrientes de contaminación? ¿Podremos salir del capricho de consumo excesivo? ¿Podrá la rama de la construcción y toda empresa reeducarse para aprovechar al máximo los productos y desechar residuos con responsabilidad?

Es tiempo de irnos al origen de los problemas y ver dónde estamos involucrados en el caos de los desechos contaminantes, ampliemos visión y conciencia. Cada producto que consumimos y genera un desecho nos llama a analizar si podemos sustituirlo por otro que no contamine. La basura no es sólo un problema de las autoridades, es un tema que debe analizar cada individuo para participar en la reducción de desechos. Las erres que nos invitan a participar en el cuidado a la naturaleza son en orden de importancia:

Respetar la naturaleza, Reeducarnos en la tarea de responsabilidad ambiental individual y colectiva, Rechazar lo innecesario, Reducir desechos, Reusar lo rescatable, Reciclar.

Hay una guerra ambiental en contra de la naturaleza, los seres humanos somos los agresores, los invasores, los dormidos que todavía no entendemos que es prioritario cuidar a la madre Tierra, porque sin ella no podremos disfrutar de ninguno de los llamados avances.



En cada acción hay una cadena de personas que une en el resultado final. Vemos un desenlace y muchas veces nos estancamos en juzgar al último participante del evento, pero de una manera u otra todos colaboramos. He caminado por siete meses en un área que es popular para caminantes, corredores, ciclistas, razors y tiradores de escombro, y ahí puedo ver el resultado del consumismo que también a mí me atrapa como contribuyente a este caos.

Da pena ir caminando y ver rastros groseros con el medioambiente. Insisto en este tema porque fui al aeropuerto y me dieron ganas de llorar cuando vi un tramo de la carretera lleno de escombro irresponsable, sale de entre los montones todo tipo de plástico y basura, y visualizo cómo en un futuro quedará enterrado formándole al subsuelo un tumor muy dañino. ¡Ya con el puro escombro tiene la tierra bastante trabajo para absorber todos sus dañinos componentes, como para agregarle todo ese plástico y demás!

¿Dónde andan los guardianes ecológicos? ¿Cuáles son los lugares que patrullan? El concepto de progreso debe ser analizado, la construcción se presenta como algo benévolo para la humanidad, pero ya rebasó los límites de la cordura y la responsabilidad hacia el planeta Tierra. Y me pregunto: ¿Aun cuando se separe la incontable cantidad de basura, a dónde va a dar? ¿Qué se está haciendo con ella? ¿Acaso la gran tarea es alejarla cada vez más para seguir evadiendo el problema y para que los ciudadanos no se incomoden con el escenario?

He separado plástico y demás desechos de los montones de escombro y cada elemento tirado me lleva a pensar en su producción, venta, compra, uso y desecho. Y en ese círculo podemos acomodarnos como proveedores o consumidores, así que el problema es de todos. ¿Qué están haciendo las autoridades ante las corrientes de contaminación? ¿Podremos salir del capricho de consumo excesivo? ¿Podrá la rama de la construcción y toda empresa reeducarse para aprovechar al máximo los productos y desechar residuos con responsabilidad?

Es tiempo de irnos al origen de los problemas y ver dónde estamos involucrados en el caos de los desechos contaminantes, ampliemos visión y conciencia. Cada producto que consumimos y genera un desecho nos llama a analizar si podemos sustituirlo por otro que no contamine. La basura no es sólo un problema de las autoridades, es un tema que debe analizar cada individuo para participar en la reducción de desechos. Las erres que nos invitan a participar en el cuidado a la naturaleza son en orden de importancia:

Respetar la naturaleza, Reeducarnos en la tarea de responsabilidad ambiental individual y colectiva, Rechazar lo innecesario, Reducir desechos, Reusar lo rescatable, Reciclar.

Hay una guerra ambiental en contra de la naturaleza, los seres humanos somos los agresores, los invasores, los dormidos que todavía no entendemos que es prioritario cuidar a la madre Tierra, porque sin ella no podremos disfrutar de ninguno de los llamados avances.