Ante el inminente regreso a la nueva normalidad, la irresponsabilidad del Ejecutivo llegó al grado de, no sólo echar la culpa a los anteriores, sino que ahora pone de manifiesto la falta de liderazgo y coordinación con una supuesta Federación. Pareciera que las palabras emitidas por el Ejecutivo, “cada quien que se haga responsable”, en una de las famosas mañanera para explicar sobre el regreso “planeado”, sin coordinación, sin tomar en cuenta la diversidad, no sólo de las diferentes regiones de nuestro país, sino los desfases provocados por las estrategias erróneas dirigidas a toda la ciudadanía. La principal responsabilidad del país radica en el Ejecutivo, sin embargo, los estados y los municipios han tenido que manejar sus propias contingencias.
Definitivamente cada uno se ha tenido que hacer responsable, primero de su familia y de sí mismo. Después cada ciudad, cada municipio ha tenido que desarrollar sus prevenciones y acciones para enfrentar la contingencia, a pesar de que es responsabilidad de las autoridades velar por la seguridad de los ciudadanos. La falta de información, la información a medias, la información confusa, la información contradictoria, la información de excusa, son ya parte de la desconfianza en las autoridades ante crisis como la que estamos pasando.
Las decisiones tomadas a destiempo y la ausencia de una política fiscal de amortiguador y sobrevivencia, haya impactado fuertemente a varios de los sectores, los cuales han tenido que navegar prácticamente solos. La falta de solvencia moral y los grandes intereses desencadenan en que los supuestos dirigentes de organizaciones solamente representen, a través del discurso repetitivo, sin una estrategia, sin una contundencia, que pueda impactar en el posicionamiento de la ciudadanía ante un Gobierno falto de sensibilidad social y económica. Los impactos en el desempleo y la actividad económica se verán reflejados en las próximas semanas, donde por más estadísticas o justificaciones del famoso aplanado de la curva, los impactos ya están a la vista y efectivamente cada quien tendrá que desarrollar sus propias estrategias y sus propias acciones, pues el Ejecutivo sólo se encargará de un show mañanero que sólo ha servido para mantener la atención, amenazar de vez en vez algunos de los sectores y manipular discursos de la famosa “esperanza”. Cómo es posible que se desarrollen estrategias de regreso a la actividad sin siquiera saber el estatus de cada región, ni haber por lo menos integrado a los representantes de los estados. Por eso cada estado, cada municipio se está haciendo responsable.
Ahora sí, siguiendo las palabras del Ejecutivo, cada alumno se tiene que hacer responsable por su educación, cada familia se tiene que hacer responsable de su sobrevivencia, cada empresa se tiene que hacer responsable por su funcionamiento, cada enfermo se tiene que hacer responsable por “encontrar” dónde lo atiendan, cada médico o enfermera se tiene que hacer responsable por su equipo y protección, etc. Si esto deberá ser así, entonces ¿para qué está el Gobierno? ¿Para qué están las instituciones públicas? ¿Para qué se pagan los impuestos? Definitivamente la ciudadanía debemos de ser más agresivos en exigir a nuestros gobernantes su rol dentro de esta crisis, pero sobre todo su responsabilidad. Qué posición tan cómoda es “yo cobro, propongo e impongo”, y tú te haces responsable de todo los demás. Los problemas no se resuelven echándole la culpa a otros, o responsabilizando a otros, se debe de ejercer el liderazgo, coordinación con todos, escuchando a todos, trabajando con todos. La actitud tomada se llama y se llamará “irresponsabilidad”.
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