/ domingo 29 de octubre de 2023

Carroñerismo oportunista y una nueva mancha al tigre

Los momentos de grandes crisis suelen recordarnos que en el origen de la especie humana existía aquel componente de carroñerismo oportunista que hasta nuestros ancestros aprovecharon. En la vida política estos patrones de comportamiento no son del nada ajenos.

Para Chihuahua el tema de protección ante contingencias naturales o humanas representa “una nueva mancha al tigre”, según revelan datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) que fueron publicados el pasado 19 de septiembre en el llamado “Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2022 y 2023”.

En este documento, se exponen datos que confirman que la sociedad chihuahuense se encuentra totalmente desamparada en materia de Protección Civil.

El Censo confirma que Chihuahua ocupa uno de los últimos lugares a nivel nacional en materia de protección civil, lo que enciende focos de alerta respecto a los planes de contingencia y a la aplicación de los escasos recursos que el estado invierte para brindar certeza y protección en casos de desastres.

Resulta desproporcional la escasa o casi nula inversión del Gobierno del Estado para este tipo de emergencias ya que, según el estudio, Chihuahua apenas invierte poco menos de 5 pesos por cada habitante, mientras que en Chiapas uno de los estados más pobres y cruce de migrantes, por dar un ejemplo, se invierten 105 pesos seguido de Campeche que erogó 83 pesos por habitante.

El censo también revela que el estado de Chihuahua, no cuenta con un plan o programa de protección civil ni con un plan de emergencia o contingencia como lo marca la ley, por lo que es evidente la indiferencia y el abandono que el actual gobierno de Chihuahua mantiene en esta y otras materias prioritarias para respaldar a los grupos más vulnerables que por decir en breves palabras, son la mayoría de las y los habitantes de nuestro estado grande.

Es preocupante que Chihuahua no cumpla con los tres lineamientos principales que integra un programa de protección civil.


1,- El Plan o Programa de Protección Civil que establece los objetivos, políticas, líneas de acción y demás recursos necesarios para la atención en casos de desastres o emergencia.

2.- El Plan de Emergencia o Contingencia que tiene como objetivo organizar las acciones, servicios y recursos materiales y humanos para la protección de la comunidad frente a riesgos de desastre.

3.- El Atlas de Riesgos que es el sistema que analiza el peligro y vulnerabilidad en la que se encuentra la población ante posibles escenarios de desastres.

Ante estos hechos, resulta curiosa y casi irrisoria la cadena de ataques que a forma de carrusel opera la gobernadora de Chihuahua, utilizando a aliados del prianismo y a sus propios funcionarios de gobierno para denostar el trabajo que realiza el Gobierno Federal ante la lamentable situación que viven nuestras hermanas y hermanos por el huracán Otis que arrasó esta semana el puerto de Acapulco en el estado de Guerrero.

Es una tragedia que nadie pudo evitar y que nos obliga, como mexicanas y mexicanos, a sacar ese componente de humanismo solidario y positivo que nos hace contemplar con desagrado el componente carroñero que aflora en actores políticos del prianismo decadente, que nada comprometen en su propio actuar.

No se trata sólo de lamentar, se trata de actuar, de brindar apoyo humano, víveres, insumos, medicamentos, canasta básica. Lo que se pueda más allá de simples declaraciones y ataques.

El Gobierno Federal, ha actuado con precisión y prontitud para restablecer el orden y la seguridad de las y los acapulqueños.


Aquí algunos ejemplos:


1.-La búsqueda y rescate de personas afectadas se realizó de manera inmediata permitiendo a quienes se encontraban lesionados recibir atención médica.

2.-Se han restablecido en tiempo récord las comunicaciones y la energía eléctrica.

3.-Se han asignado vuelos especiales para el retorno seguro de las y los turistas que se encontraban en Acapulco.

4.- Han arribado al puerto más de un millar de servidoras y servidores de la Nación para levantar un recuento de daños y se espera la llegada de dos mil más, entre ellos el contingente de Chihuahua que parte este domingo.

5.-Se ha realizado la compra de enseres electrodomésticos.

6.-En muy pocas horas el Gobierno de México envió 40 toneladas de apoyo principalmente agua y alimentos.

7.-Se planeó la logística para la entrega de apoyos procedentes de países y personas solidarias con las víctimas de la tragedia.

8.-La Secretaría de Hacienda aseguró que se dispone del recurso necesario y suficiente para brindar ayuda humanitaria.

9.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Marina y Guardia Nacional despliegan toda su capacidad para proteger a las familias aplicando los protocolos establecidos.

En resumen: El Gobierno de México es garante de la protección de las personas y bienes a quienes su situación de vulnerabilidad, no les permite restablecer la estabilidad en sus hogares.

Seguro estoy que los gobiernos del Prian estarían más preocupados por apoyar a los dueños de hoteles en Playa Diamante, o a los de la Costera Miguel Alemán, porque ellos son sus clientes, aliados y cómplices.

Está por verse la reacción solidaria de los pocos gobernantes de oposición al régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero aquí les dejo una lista de lo que sí hace falta a quienes no podrían reconstruir sus viviendas, a quienes no podrían adquirir los muebles y enseres perdidos, a quienes, en medio del horror y el miedo, ven con incertidumbre su futuro inmediato.


Productos no perecederos: Agua embotellada, despensas armadas, víveres enlatados, alimentos embolsados (Azúcar, leche en polvo, café, lentejas frijol, galletas, sopas de pasta, y alimentos para bebés).


Artículos de higiene personal: papel sanitario, jabón, pasta y cepillo de dientes, toallas sanitarias, pañales, toallitas húmedas.


Herramientas de construcción: palas, picos, cascos, serruchos, martillos, mazos, arneses, lámparas, motosierras, brocas.


Ojalá que, por esta ocasión, aunque solo sea por esta ocasión los gobernantes olviden la politiquería y se concreten a actuar con los fundamentos que rigen al humanismo: Por el bien de todos, primero los pobres.


Los momentos de grandes crisis suelen recordarnos que en el origen de la especie humana existía aquel componente de carroñerismo oportunista que hasta nuestros ancestros aprovecharon. En la vida política estos patrones de comportamiento no son del nada ajenos.

Para Chihuahua el tema de protección ante contingencias naturales o humanas representa “una nueva mancha al tigre”, según revelan datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) que fueron publicados el pasado 19 de septiembre en el llamado “Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2022 y 2023”.

En este documento, se exponen datos que confirman que la sociedad chihuahuense se encuentra totalmente desamparada en materia de Protección Civil.

El Censo confirma que Chihuahua ocupa uno de los últimos lugares a nivel nacional en materia de protección civil, lo que enciende focos de alerta respecto a los planes de contingencia y a la aplicación de los escasos recursos que el estado invierte para brindar certeza y protección en casos de desastres.

Resulta desproporcional la escasa o casi nula inversión del Gobierno del Estado para este tipo de emergencias ya que, según el estudio, Chihuahua apenas invierte poco menos de 5 pesos por cada habitante, mientras que en Chiapas uno de los estados más pobres y cruce de migrantes, por dar un ejemplo, se invierten 105 pesos seguido de Campeche que erogó 83 pesos por habitante.

El censo también revela que el estado de Chihuahua, no cuenta con un plan o programa de protección civil ni con un plan de emergencia o contingencia como lo marca la ley, por lo que es evidente la indiferencia y el abandono que el actual gobierno de Chihuahua mantiene en esta y otras materias prioritarias para respaldar a los grupos más vulnerables que por decir en breves palabras, son la mayoría de las y los habitantes de nuestro estado grande.

Es preocupante que Chihuahua no cumpla con los tres lineamientos principales que integra un programa de protección civil.


1,- El Plan o Programa de Protección Civil que establece los objetivos, políticas, líneas de acción y demás recursos necesarios para la atención en casos de desastres o emergencia.

2.- El Plan de Emergencia o Contingencia que tiene como objetivo organizar las acciones, servicios y recursos materiales y humanos para la protección de la comunidad frente a riesgos de desastre.

3.- El Atlas de Riesgos que es el sistema que analiza el peligro y vulnerabilidad en la que se encuentra la población ante posibles escenarios de desastres.

Ante estos hechos, resulta curiosa y casi irrisoria la cadena de ataques que a forma de carrusel opera la gobernadora de Chihuahua, utilizando a aliados del prianismo y a sus propios funcionarios de gobierno para denostar el trabajo que realiza el Gobierno Federal ante la lamentable situación que viven nuestras hermanas y hermanos por el huracán Otis que arrasó esta semana el puerto de Acapulco en el estado de Guerrero.

Es una tragedia que nadie pudo evitar y que nos obliga, como mexicanas y mexicanos, a sacar ese componente de humanismo solidario y positivo que nos hace contemplar con desagrado el componente carroñero que aflora en actores políticos del prianismo decadente, que nada comprometen en su propio actuar.

No se trata sólo de lamentar, se trata de actuar, de brindar apoyo humano, víveres, insumos, medicamentos, canasta básica. Lo que se pueda más allá de simples declaraciones y ataques.

El Gobierno Federal, ha actuado con precisión y prontitud para restablecer el orden y la seguridad de las y los acapulqueños.


Aquí algunos ejemplos:


1.-La búsqueda y rescate de personas afectadas se realizó de manera inmediata permitiendo a quienes se encontraban lesionados recibir atención médica.

2.-Se han restablecido en tiempo récord las comunicaciones y la energía eléctrica.

3.-Se han asignado vuelos especiales para el retorno seguro de las y los turistas que se encontraban en Acapulco.

4.- Han arribado al puerto más de un millar de servidoras y servidores de la Nación para levantar un recuento de daños y se espera la llegada de dos mil más, entre ellos el contingente de Chihuahua que parte este domingo.

5.-Se ha realizado la compra de enseres electrodomésticos.

6.-En muy pocas horas el Gobierno de México envió 40 toneladas de apoyo principalmente agua y alimentos.

7.-Se planeó la logística para la entrega de apoyos procedentes de países y personas solidarias con las víctimas de la tragedia.

8.-La Secretaría de Hacienda aseguró que se dispone del recurso necesario y suficiente para brindar ayuda humanitaria.

9.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Marina y Guardia Nacional despliegan toda su capacidad para proteger a las familias aplicando los protocolos establecidos.

En resumen: El Gobierno de México es garante de la protección de las personas y bienes a quienes su situación de vulnerabilidad, no les permite restablecer la estabilidad en sus hogares.

Seguro estoy que los gobiernos del Prian estarían más preocupados por apoyar a los dueños de hoteles en Playa Diamante, o a los de la Costera Miguel Alemán, porque ellos son sus clientes, aliados y cómplices.

Está por verse la reacción solidaria de los pocos gobernantes de oposición al régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero aquí les dejo una lista de lo que sí hace falta a quienes no podrían reconstruir sus viviendas, a quienes no podrían adquirir los muebles y enseres perdidos, a quienes, en medio del horror y el miedo, ven con incertidumbre su futuro inmediato.


Productos no perecederos: Agua embotellada, despensas armadas, víveres enlatados, alimentos embolsados (Azúcar, leche en polvo, café, lentejas frijol, galletas, sopas de pasta, y alimentos para bebés).


Artículos de higiene personal: papel sanitario, jabón, pasta y cepillo de dientes, toallas sanitarias, pañales, toallitas húmedas.


Herramientas de construcción: palas, picos, cascos, serruchos, martillos, mazos, arneses, lámparas, motosierras, brocas.


Ojalá que, por esta ocasión, aunque solo sea por esta ocasión los gobernantes olviden la politiquería y se concreten a actuar con los fundamentos que rigen al humanismo: Por el bien de todos, primero los pobres.