/ viernes 12 de agosto de 2022

Con militarización el presidente busca los resultados que no ha podido dar

Por: Chava Carrejo


La clara acción del presidente de nuestro México, de militarizar el país, parece ser ya una secuencia en proceso que -sin duda- tiene la intención de forzar los resultados que hasta el momento ese personaje no ha brindado a los mexicanos después de prometer, prometer y prometer.

Primero que todo lo que voy a expresar en este espacio, quiero enfatizar que el hecho de que el presidente haya elaborado un decreto con la firme intención de que la Guardia Nacional (GN) sea adherida a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), viola nuestra Constitución Política en su Artículo 21, que dice que las corporaciones de seguridad pública deben tener un mando de orden civil y no militar.

Luego, la propuesta no se pretende hacer valer a través de la ruta correcta, que en este caso sería enviar una iniciativa al Congreso de la Unión a fin de que se analice la factibilidad o rechazo de la misma, no sin antes hacer mesas de discusión, en la que participen las instancias relacionadas con el tema.

No menos importante es resaltar que en México ya tenemos más de 130 mil muertos durante el sexenio “obradorista”, incluso más que en algunos de los sexenios anteriores que tanto criticó el propio mandatario cuando formaba parte del bloque oposición, lo que nos indica que es apremiante un cambio de estrategia, pues los altos índices delictivos son producto de la ineficiencia de los actuales gobernantes.

Pero echémosle un ojo a las cosas tan raras pasan en nuestro país; haciendo un análisis a conciencia, si comparamos el régimen de más de 70 años del PRI con el actual, podemos visualizar que en esos tiempos el Revolucionario Institucional era un partido que pregonaba la disciplina y tenía los resultados deseados.

En contraparte, el actual, que pareciera tener tintes tricolores en cuanto a intención de perpetuarse en el poder, ni es disciplinado ni tiene resultados, por lo que si conjugamos que estamos en la curva descendiente del sexenio del presidente y que no ha tenido resultados, se genera de inmediato una idea que ha puesto a muchos a pensar y a otros tantos a medio temblar, AMLO quiere “obtener resultados” a través de la fuerza pública militarizada.

Este modelo de “gobernanza” a través de la milicia ha propiciado grandes dictaduras en el mundo, algunas de las cuales no sólo son cosa del pasado, sino que hay ejemplos actuales, en los que las sociedades se encuentran reprimidas, y las luchas sociales han sido acalladas a través de los fusiles.

Las señales son sumamente visibles y las podemos ver simple y sencillamente preguntándonos: ¿por qué se le incrementó de manera exponencial a la Sedena su presupuesto de un año a otro?, ¿cuál es el trasfondo de que la Guardia Nacional, que había sido creada bajo un mando civil, tenga que pasar a manos de las fuerzas castrenses?, y eso es nomás pensar por “encimita”.

El inquilino de Palacio Nacional no sólo ha dejado de tener resultados en materia de seguridad, sino en otras más que son graves; volteemos a uno de los rubros más importantes, la pobreza: en su sexenio los registros del Coneval indican que hay cerca de 11 millones de mexicanos en pobreza extrema, 2.1 millones más que al inicio de la actual administración, una verdadera vergüenza.

Pero lo peor de todo es que durante más de 4 años no hemos visto ni siquiera un viso de autocrítica, pues el objetivo del presidente es mantener a toda costa sus niveles de aceptación social, a pesar de que su popularidad en este momento es similar a la que tuvieron Fox y Calderón en su respectivo momento.


Presidente de Coparmex Chihuahua

chava.carrejo@bluewolf.com.mx


Por: Chava Carrejo


La clara acción del presidente de nuestro México, de militarizar el país, parece ser ya una secuencia en proceso que -sin duda- tiene la intención de forzar los resultados que hasta el momento ese personaje no ha brindado a los mexicanos después de prometer, prometer y prometer.

Primero que todo lo que voy a expresar en este espacio, quiero enfatizar que el hecho de que el presidente haya elaborado un decreto con la firme intención de que la Guardia Nacional (GN) sea adherida a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), viola nuestra Constitución Política en su Artículo 21, que dice que las corporaciones de seguridad pública deben tener un mando de orden civil y no militar.

Luego, la propuesta no se pretende hacer valer a través de la ruta correcta, que en este caso sería enviar una iniciativa al Congreso de la Unión a fin de que se analice la factibilidad o rechazo de la misma, no sin antes hacer mesas de discusión, en la que participen las instancias relacionadas con el tema.

No menos importante es resaltar que en México ya tenemos más de 130 mil muertos durante el sexenio “obradorista”, incluso más que en algunos de los sexenios anteriores que tanto criticó el propio mandatario cuando formaba parte del bloque oposición, lo que nos indica que es apremiante un cambio de estrategia, pues los altos índices delictivos son producto de la ineficiencia de los actuales gobernantes.

Pero echémosle un ojo a las cosas tan raras pasan en nuestro país; haciendo un análisis a conciencia, si comparamos el régimen de más de 70 años del PRI con el actual, podemos visualizar que en esos tiempos el Revolucionario Institucional era un partido que pregonaba la disciplina y tenía los resultados deseados.

En contraparte, el actual, que pareciera tener tintes tricolores en cuanto a intención de perpetuarse en el poder, ni es disciplinado ni tiene resultados, por lo que si conjugamos que estamos en la curva descendiente del sexenio del presidente y que no ha tenido resultados, se genera de inmediato una idea que ha puesto a muchos a pensar y a otros tantos a medio temblar, AMLO quiere “obtener resultados” a través de la fuerza pública militarizada.

Este modelo de “gobernanza” a través de la milicia ha propiciado grandes dictaduras en el mundo, algunas de las cuales no sólo son cosa del pasado, sino que hay ejemplos actuales, en los que las sociedades se encuentran reprimidas, y las luchas sociales han sido acalladas a través de los fusiles.

Las señales son sumamente visibles y las podemos ver simple y sencillamente preguntándonos: ¿por qué se le incrementó de manera exponencial a la Sedena su presupuesto de un año a otro?, ¿cuál es el trasfondo de que la Guardia Nacional, que había sido creada bajo un mando civil, tenga que pasar a manos de las fuerzas castrenses?, y eso es nomás pensar por “encimita”.

El inquilino de Palacio Nacional no sólo ha dejado de tener resultados en materia de seguridad, sino en otras más que son graves; volteemos a uno de los rubros más importantes, la pobreza: en su sexenio los registros del Coneval indican que hay cerca de 11 millones de mexicanos en pobreza extrema, 2.1 millones más que al inicio de la actual administración, una verdadera vergüenza.

Pero lo peor de todo es que durante más de 4 años no hemos visto ni siquiera un viso de autocrítica, pues el objetivo del presidente es mantener a toda costa sus niveles de aceptación social, a pesar de que su popularidad en este momento es similar a la que tuvieron Fox y Calderón en su respectivo momento.


Presidente de Coparmex Chihuahua

chava.carrejo@bluewolf.com.mx