/ jueves 11 de abril de 2024

Crisis bélica, civilización en peligro. Parte II

La continuación de las guerras en Ucrania y Palestina mantienen al mundo en tensión, tanto por la gravedad de cada una como por la posibilidad de que se extiendan a sus regiones vecinas, Europa y Medio Oriente, y estalle una guerra nuclear directa entre Estados Unidos y la OTAN, por un lado, y Rusia con China, por el otro, amenazando a la civilización y la vida del planeta.

La guerra en Ucrania se inició por la extensión de la OTAN hacia el este europeo (ver nota) considerada por Rusia como amenaza a su seguridad y subsistencia. Se desarrolló con las intromisiones de EUA en Ucrania desde 2008 contra gobiernos afines a Rusia, equipando y entrenando al ejército ucraniano, con ataques militares de Ucrania a la población rusa de la región ucraniana del Dombás y la posible incorporación de Ucrania a la OTAN anunciada en 2020.

Caben ahora dos posibilidades: que continúe la guerra con más pérdida de vidas ucranianas y rusas y el riesgo advertido de su extensión en Europa, la confrontación armada directa OTAN y Rusia-China y aliados. O bien a que EUA acuerde con Rusia el fin de la guerra en base al no ingreso de Ucrania a la OTAN y la conservación por Rusia de los territorios ocupados.

Lo que está en juego, como ya lo mencioné en escrito anterior, es la redistribución del poder político, económico y militar entre tres grandes potencias actuales: EUA, Rusia y China, tal como lo han reconocido estrategas militares y dirigentes políticos de EUA prácticamente desde el desmembramiento de la Unión Soviética en 1991; del cambio del mundo unipolar con EUA como potencia única, a un mundo tripolar con zonas de influencia en permanente disputa.

Como lo pregonan esos estrategas estadounidenses, el verdadero contrincante de EUA no es Rusia sino China, lo quiera ésta o no, por su poder económico, su expansión comercial y de inversiones, su numerosa población y su ya muy extenso poder militar de tierra y mar con armas nucleares propias y las que podría obtener de Rusia.

En cuanto a la guerra de exterminio y ocupación de Israel contra Palestina, el riesgo de extensión la región y a la confrontación mundial es evidente por los países de creencia y cultura musulmana -incluido Irán con probable capacidad nuclear- que rodean a Israel con los que ya está teniendo nuevamente conflicto militar directo.

La solución de fondo que evite la actual destrucción de vidas y el riesgo de guerra mundial, está en que las tres potencias y el conjunto de países del mundo, empujados por sus respectivos pueblos, construyan una nueva estructura de acuerdo y mecanismos de respeto y cooperación de mutuo beneficio. Algo así se propuso Mijail Gorbachov, último dirigente de la URSS de 1988 a 1991, al aspirar a un mecanismo de seguridad y cooperación de toda Europa, del Atlántico a los Montes Urales, incluida Rusia. Aquella oportunidad que pareció utópica, fue negada por las élites del llamado “Occidente” y dirigentes conservadores rusos. Sólo se requirieron 20 años para que Rusia volviera a ser una potencia y ya está el escenario actual de crisis bélica, añadida China.

Seremos los pueblos y no las élites, quienes podremos construir el mundo de cooperación y no guerra. Es mi opinión.

Nota: OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, alianza militar formada en 1949 por EUA con Canadá y 10 países de Europa, aumentada en 10 ampliaciones sucesivas hasta 30 países europeos hoy, 4 colindantes con Rusia.

purangachih@gmail.com


La continuación de las guerras en Ucrania y Palestina mantienen al mundo en tensión, tanto por la gravedad de cada una como por la posibilidad de que se extiendan a sus regiones vecinas, Europa y Medio Oriente, y estalle una guerra nuclear directa entre Estados Unidos y la OTAN, por un lado, y Rusia con China, por el otro, amenazando a la civilización y la vida del planeta.

La guerra en Ucrania se inició por la extensión de la OTAN hacia el este europeo (ver nota) considerada por Rusia como amenaza a su seguridad y subsistencia. Se desarrolló con las intromisiones de EUA en Ucrania desde 2008 contra gobiernos afines a Rusia, equipando y entrenando al ejército ucraniano, con ataques militares de Ucrania a la población rusa de la región ucraniana del Dombás y la posible incorporación de Ucrania a la OTAN anunciada en 2020.

Caben ahora dos posibilidades: que continúe la guerra con más pérdida de vidas ucranianas y rusas y el riesgo advertido de su extensión en Europa, la confrontación armada directa OTAN y Rusia-China y aliados. O bien a que EUA acuerde con Rusia el fin de la guerra en base al no ingreso de Ucrania a la OTAN y la conservación por Rusia de los territorios ocupados.

Lo que está en juego, como ya lo mencioné en escrito anterior, es la redistribución del poder político, económico y militar entre tres grandes potencias actuales: EUA, Rusia y China, tal como lo han reconocido estrategas militares y dirigentes políticos de EUA prácticamente desde el desmembramiento de la Unión Soviética en 1991; del cambio del mundo unipolar con EUA como potencia única, a un mundo tripolar con zonas de influencia en permanente disputa.

Como lo pregonan esos estrategas estadounidenses, el verdadero contrincante de EUA no es Rusia sino China, lo quiera ésta o no, por su poder económico, su expansión comercial y de inversiones, su numerosa población y su ya muy extenso poder militar de tierra y mar con armas nucleares propias y las que podría obtener de Rusia.

En cuanto a la guerra de exterminio y ocupación de Israel contra Palestina, el riesgo de extensión la región y a la confrontación mundial es evidente por los países de creencia y cultura musulmana -incluido Irán con probable capacidad nuclear- que rodean a Israel con los que ya está teniendo nuevamente conflicto militar directo.

La solución de fondo que evite la actual destrucción de vidas y el riesgo de guerra mundial, está en que las tres potencias y el conjunto de países del mundo, empujados por sus respectivos pueblos, construyan una nueva estructura de acuerdo y mecanismos de respeto y cooperación de mutuo beneficio. Algo así se propuso Mijail Gorbachov, último dirigente de la URSS de 1988 a 1991, al aspirar a un mecanismo de seguridad y cooperación de toda Europa, del Atlántico a los Montes Urales, incluida Rusia. Aquella oportunidad que pareció utópica, fue negada por las élites del llamado “Occidente” y dirigentes conservadores rusos. Sólo se requirieron 20 años para que Rusia volviera a ser una potencia y ya está el escenario actual de crisis bélica, añadida China.

Seremos los pueblos y no las élites, quienes podremos construir el mundo de cooperación y no guerra. Es mi opinión.

Nota: OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, alianza militar formada en 1949 por EUA con Canadá y 10 países de Europa, aumentada en 10 ampliaciones sucesivas hasta 30 países europeos hoy, 4 colindantes con Rusia.

purangachih@gmail.com