/ jueves 1 de febrero de 2024

Perspectivas socioeconómicas de México 2024. Parte II

Comercio exterior al límite

México es uno de los países de economía más abierta, 65 por ciento de su producción nacional está relacionada con las exportaciones y 41 por ciento de los bienes y servicios disponibles provienen de importaciones. Tiene 12 tratados de libre comercio con 46 países.

Anteriormente fue uno de los países de economía más cerrada; de 1938 a 1988 se adoptó una estrategia de desarrollo basada en la producción interna de bienes productivos y bienes finales, a la que se denominó “sustitución de importaciones”; se limitaron las importaciones y se orientó la producción nacional hacia el mercado interno sin promover exportaciones, que de 1960 a 1975 no rebasaron el 8 por ciento del Producto Interno Bruto – PIB. El resultado fue un avance significativo en la industrialización, pasando de ser un país predominantemente agropecuario, exportador de alimentos y materias primas, a uno de mediano desarrollo industrial, mayor que el de los demás países de América Latina.

Una siguiente etapa, de inicio de apertura económica a la inversión extranjera y las importaciones y exportaciones, fue de 1976 a 1986 o 1988; aumentaron notablemente las exportaciones hasta un promedio anual de 13 por ciento del PIB y un máximos de 20 por ciento del PIB en 1988. En 1982 se firmó la primera Carta de Intenciones con el Fondo Monetario Internacional en la que México se comprometió a acelerar la apertura a la inversión y las importaciones a cambio de financiamientos internacionales, Carta que sería seguida de otras sucesivas similares.

Una tercera etapa, de más apertura e integración económica con EUA y Canadá, abarcó de 1986 a 1994; pero cayeron las exportaciones por abajo del 13 por ciento del PIB en 1993 y 1994 y se recurrió repetidas veces a cuantiosos financiamientos internacionales, por las crisis de la deuda externa que alcanzó niveles superiores al 50 por ciento del PIB desde 1982 a 1990, con máximos de 99 y 104 por ciento del PIB en 1986 y 1987. En 1992 México, EUA y Canadá firmaron el TLCAN para facilitar el comercio y las inversiones entre los tres países y aumentar sus capacidades ante otros países y bloques comerciales. En esta etapa las exportaciones mexicanas promediaron casi 17 por ciento del PIB, con un máximo de 20 por ciento en 1988.

Una cuarta etapa, de continuación de la apertura e integración a EUA y Canadá y de mayor apertura a inversiones europeas y asiáticas, abarcó de 1995 a 2018, con un aumento anual continuo de las exportaciones con un promedio de casi 28 por ciento del PIB en los 24 años de la etapa hy un máximo de 29 por ciento en 2018.

Finalmente, una quinta etapa tiene lugar actualmente, caracterizada por la integración productiva internacional en la que participa México, con cadenas productivas y comerciales con EUA y en menor medida con otros países.Esta ya no puede ser identificada solo como una etapa de comercio exterior sino de integración económica. El carácter internacional de la producción lo abarca todo, las estructuras empresariales, las patentes y marcas, la producción a todo lo largo de la cadena, hasta la acumulación y la reinversión financiera. Las exportaciones mexicanas equivalen al 38 por ciento del PIB: las fronteras pierden significado para el comercio.

En lo que puede ser el inicio de una sexta etapa, en un nuevo mundo multipolar, las exportaciones de 2023 se redujeron a 29 por ciento del PIB.

purangachih@gmail.com.mx

Comercio exterior al límite

México es uno de los países de economía más abierta, 65 por ciento de su producción nacional está relacionada con las exportaciones y 41 por ciento de los bienes y servicios disponibles provienen de importaciones. Tiene 12 tratados de libre comercio con 46 países.

Anteriormente fue uno de los países de economía más cerrada; de 1938 a 1988 se adoptó una estrategia de desarrollo basada en la producción interna de bienes productivos y bienes finales, a la que se denominó “sustitución de importaciones”; se limitaron las importaciones y se orientó la producción nacional hacia el mercado interno sin promover exportaciones, que de 1960 a 1975 no rebasaron el 8 por ciento del Producto Interno Bruto – PIB. El resultado fue un avance significativo en la industrialización, pasando de ser un país predominantemente agropecuario, exportador de alimentos y materias primas, a uno de mediano desarrollo industrial, mayor que el de los demás países de América Latina.

Una siguiente etapa, de inicio de apertura económica a la inversión extranjera y las importaciones y exportaciones, fue de 1976 a 1986 o 1988; aumentaron notablemente las exportaciones hasta un promedio anual de 13 por ciento del PIB y un máximos de 20 por ciento del PIB en 1988. En 1982 se firmó la primera Carta de Intenciones con el Fondo Monetario Internacional en la que México se comprometió a acelerar la apertura a la inversión y las importaciones a cambio de financiamientos internacionales, Carta que sería seguida de otras sucesivas similares.

Una tercera etapa, de más apertura e integración económica con EUA y Canadá, abarcó de 1986 a 1994; pero cayeron las exportaciones por abajo del 13 por ciento del PIB en 1993 y 1994 y se recurrió repetidas veces a cuantiosos financiamientos internacionales, por las crisis de la deuda externa que alcanzó niveles superiores al 50 por ciento del PIB desde 1982 a 1990, con máximos de 99 y 104 por ciento del PIB en 1986 y 1987. En 1992 México, EUA y Canadá firmaron el TLCAN para facilitar el comercio y las inversiones entre los tres países y aumentar sus capacidades ante otros países y bloques comerciales. En esta etapa las exportaciones mexicanas promediaron casi 17 por ciento del PIB, con un máximo de 20 por ciento en 1988.

Una cuarta etapa, de continuación de la apertura e integración a EUA y Canadá y de mayor apertura a inversiones europeas y asiáticas, abarcó de 1995 a 2018, con un aumento anual continuo de las exportaciones con un promedio de casi 28 por ciento del PIB en los 24 años de la etapa hy un máximo de 29 por ciento en 2018.

Finalmente, una quinta etapa tiene lugar actualmente, caracterizada por la integración productiva internacional en la que participa México, con cadenas productivas y comerciales con EUA y en menor medida con otros países.Esta ya no puede ser identificada solo como una etapa de comercio exterior sino de integración económica. El carácter internacional de la producción lo abarca todo, las estructuras empresariales, las patentes y marcas, la producción a todo lo largo de la cadena, hasta la acumulación y la reinversión financiera. Las exportaciones mexicanas equivalen al 38 por ciento del PIB: las fronteras pierden significado para el comercio.

En lo que puede ser el inicio de una sexta etapa, en un nuevo mundo multipolar, las exportaciones de 2023 se redujeron a 29 por ciento del PIB.

purangachih@gmail.com.mx