/ miércoles 29 de agosto de 2018

“El pueblo es sabio…”

Parafraseando la frase pronunciada por la revolucionaria francesa Marie-Jeanne Roland, el 8 de noviembre de 1793, mientras iba camino a la guillotina por criticar los excesos que se estaban cometiendo: “¡Oh, libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”, diremos en México: “¡Pueblo!, ¡cuántas ocurrencias se van a aplicar en tu nombre y en tu contra!”.

Y sí, desde el momento en que se conocieron los resultados del domingo primero de julio que le daban un triunfo nacional arrollador a López Obrador y su partido, se consideró innecesario esperarse al primero de diciembre para ejercer el poder: AMLO citando al presidente Peña Nieto en Palacio Nacional y solicitarle enviar una iniciativa preferente sobre seguridad; y su gabinete, a exponer sus programas.

A la fecha, de los planes iniciales poco queda, la cruda realidad los ha hecho poner los pies en tierra firme, incluso al mismo presidente electo; sin embargo, se persiste en aplicar el recurso de la consulta popular en dos temas: el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y la Reforma Educativa, con carácter vinculatorio, esto es que el resultado de la consulta será lo que se proponga al congreso federal para su aprobación y de ser requerido, por los congresos locales.

Todo por mero trámite, pues el presidente electo cuenta con la mayoría simple o calificada tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados y de los congresos locales; incluso si aún no toma posesión, todo es cuestión de que lo indique a sus coordinadores parlamentarios.

Pero independientemente de los motivos y los resultados de una consulta ciudadana su realización está normada por las autoridades electorales que deciden la validez, forma tiempos de la misma, además, dice Leonardo Kourchenko: “Plantea la contradicción entre democracia representativa contra la democracia plebiscitaria”.

“La primera presupone que los ciudadanos eligen funcionarios y representantes para que, en ejercicio de sus capacidades profesionales, tomen las decisiones más convenientes para la nación…, es su trabajo; para eso fueron votados, para que con base en la consulta de expertos, especialistas, análisis sesudos y profundos, lleguen a las conclusiones adecuadas para el curso de todos los asuntos de la vida pública.

“La democracia plebiscitaria, aquella que consulta por sistema las decisiones relevantes al grueso de la población, elude la responsabilidad para la que fue electo el representante. Es decir, comparte y delega, de forma indirecta, la responsabilidad global y final de la decisión y el curso de los asuntos públicos.

“Rompe, además, la esencia de la democracia electoral: Yo ejerzo mi capacidad de voto y elección por un candidato y partido, porque hago un depósito de confianza en que será el mejor y más capacitado para tomar las decisiones pertinentes. No sólo no deseo como ciudadano ser consultado, no es mi función ni materia de estudio, sino que además he delegado en mi representante esa responsabilidad.

“Es una trampa, una falacia, que un funcionario electo recurra a la ciudadanía para resolver un tema de su responsabilidad. ¿Qué va a responder la gente? ¿Con qué elementos va a responder? ¿Con su aprendizaje en aeronáutica? ¿En aviación civil? ¿En hubbs aéreos y comerciales?

“En el terreno político, el líder considera que al consultar a la ciudadanía cumple con el elemento de plebiscito, juega a que se trata de una decisión democrática, aunque de fondo la decisión ya esté tomada…”.

Ignacio Zavala dice: “Finalmente hay que decir que en efecto el pueblo es bueno, el pueblo es sabio, pero no es bilingüe ni sabe de aeronáutica”.

Nota: La información para participar en la consulta está en inglés.



Parafraseando la frase pronunciada por la revolucionaria francesa Marie-Jeanne Roland, el 8 de noviembre de 1793, mientras iba camino a la guillotina por criticar los excesos que se estaban cometiendo: “¡Oh, libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”, diremos en México: “¡Pueblo!, ¡cuántas ocurrencias se van a aplicar en tu nombre y en tu contra!”.

Y sí, desde el momento en que se conocieron los resultados del domingo primero de julio que le daban un triunfo nacional arrollador a López Obrador y su partido, se consideró innecesario esperarse al primero de diciembre para ejercer el poder: AMLO citando al presidente Peña Nieto en Palacio Nacional y solicitarle enviar una iniciativa preferente sobre seguridad; y su gabinete, a exponer sus programas.

A la fecha, de los planes iniciales poco queda, la cruda realidad los ha hecho poner los pies en tierra firme, incluso al mismo presidente electo; sin embargo, se persiste en aplicar el recurso de la consulta popular en dos temas: el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y la Reforma Educativa, con carácter vinculatorio, esto es que el resultado de la consulta será lo que se proponga al congreso federal para su aprobación y de ser requerido, por los congresos locales.

Todo por mero trámite, pues el presidente electo cuenta con la mayoría simple o calificada tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados y de los congresos locales; incluso si aún no toma posesión, todo es cuestión de que lo indique a sus coordinadores parlamentarios.

Pero independientemente de los motivos y los resultados de una consulta ciudadana su realización está normada por las autoridades electorales que deciden la validez, forma tiempos de la misma, además, dice Leonardo Kourchenko: “Plantea la contradicción entre democracia representativa contra la democracia plebiscitaria”.

“La primera presupone que los ciudadanos eligen funcionarios y representantes para que, en ejercicio de sus capacidades profesionales, tomen las decisiones más convenientes para la nación…, es su trabajo; para eso fueron votados, para que con base en la consulta de expertos, especialistas, análisis sesudos y profundos, lleguen a las conclusiones adecuadas para el curso de todos los asuntos de la vida pública.

“La democracia plebiscitaria, aquella que consulta por sistema las decisiones relevantes al grueso de la población, elude la responsabilidad para la que fue electo el representante. Es decir, comparte y delega, de forma indirecta, la responsabilidad global y final de la decisión y el curso de los asuntos públicos.

“Rompe, además, la esencia de la democracia electoral: Yo ejerzo mi capacidad de voto y elección por un candidato y partido, porque hago un depósito de confianza en que será el mejor y más capacitado para tomar las decisiones pertinentes. No sólo no deseo como ciudadano ser consultado, no es mi función ni materia de estudio, sino que además he delegado en mi representante esa responsabilidad.

“Es una trampa, una falacia, que un funcionario electo recurra a la ciudadanía para resolver un tema de su responsabilidad. ¿Qué va a responder la gente? ¿Con qué elementos va a responder? ¿Con su aprendizaje en aeronáutica? ¿En aviación civil? ¿En hubbs aéreos y comerciales?

“En el terreno político, el líder considera que al consultar a la ciudadanía cumple con el elemento de plebiscito, juega a que se trata de una decisión democrática, aunque de fondo la decisión ya esté tomada…”.

Ignacio Zavala dice: “Finalmente hay que decir que en efecto el pueblo es bueno, el pueblo es sabio, pero no es bilingüe ni sabe de aeronáutica”.

Nota: La información para participar en la consulta está en inglés.



ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 18 de mayo de 2021

El poder de los sin poder

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 11 de mayo de 2021

Tecnología y digitalización

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 04 de mayo de 2021

Elecciones, razón vs emoción

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 27 de abril de 2021

Nenis: microempresarias en la era digital

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 20 de abril de 2021

Aprendiendo a vivir con la pandemia

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 13 de abril de 2021

Startups y corporativos, una sociedad virtuosa

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 06 de abril de 2021

Funcionarios “disque” anticorrupción

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 30 de marzo de 2021

“Gaslighting”, base de la manipulación

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 23 de marzo de 2021

Pequeñas inversiones, grandes impactos

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 16 de marzo de 2021

El modelo económico “dona”

Antonio Gutiérrez Martínez

Cargar Más