Aunque no coincido de celebrar un solo día a la mujer, resalto el día internacional, e inicio con las palabras de la directora de la ONU Mujeres: “Necesitamos que su representación refleje a todas las mujeres, en toda su diversidad y con todas sus capacidades, así como en todas las situaciones culturales, sociales, económicas y políticas. Es la única forma de conseguir un auténtico cambio social que incorpore a las mujeres como iguales en la toma de decisiones y nos beneficie a todas y todos”. Estoy convencido y apoyo un futuro igualitario para la mujer sin estereotipos y sin violencia que nos dirija hacia una igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. Todos, absolutamente todos, necesitamos mujeres en cualquier mesa donde se tomen decisiones.
El mundo y las sociedades se tardaron mucho en entender lo valioso de trabajar bajo un esquema igualitario.
Pudiera decir que cuando dicen mujer, lo primero que me viene a la mente es mi esposa y mi madre, cada una en su rol y en su tiempo. Gran parte de mi formación viene de ver, escuchar y sentir a mi madre. La otra parte ahora ya más de dos terceras partes de mi vida ha sido mi esposa, de quien aprendo día a día.
Las mujeres representan aproximadamente la mitad de la población mundial. Todas ellas viven en condiciones muy distintas según el país, la ciudad o la zona en la que se encuentren. Sin embargo, la desigualdad de género es un problema que afecta a mujeres de distintas formas y en ámbitos diferentes de nuestro día a día, en el hogar, en las escuelas, en el trabajo, en la calle, etc.
Este día da una visibilidad a la situación de la mujer, romper estereotipos, sensibilizar sobre las desigualdades e impulsar el cambio hacia una sociedad más justa e igualitaria. Impulsar y apoyar la figura de la mujer en la sociedad debe ser una de las prioridades de los gobiernos y de nosotros mismos. Como datos interesantes, si juntáramos los parlamentos, congresos y cámaras legislativas de todos los países, sólo uno de cada cinco representantes es mujer. En todo el mundo menos de diez por ciento de los países tiene presidente mujer. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres se muestra con el dato de que, en promedio, la mujer gana el setenta y cinco de lo que ganan los hombres. Además, menos de una tercera parte de los puestos directivos están ocupados por mujeres. Igualmente, el sesenta por ciento de las mujeres hace trabajos vinculados a la economía informal.
Soy un convencido de que, si las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres, la economía mundial crecería y la situación de igualdad reduciría los conflictos sociales. Actualmente, las leyes internacionales les reconocen como iguales: mujeres y hombres tienen los mismos derechos, pero en la práctica no siempre se cumplen.
Cada uno de nosotros debemos empezar por practicar la igualdad y equidad en nuestros hogares, en nuestros trabajos, en nuestros círculos de sociedad. Admiración y respeto por todas las mujeres cuyo rol es multifacético en sus entornos. Empresarias, maestras, consejeras, negociadoras, amigas, madres, hermanas, hijas... pero sobre todo, grandes mujeres. ¡Mi reconocimiento en este su día!
email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua
