/ martes 4 de septiembre de 2018

Estoy muy anonadado

Anonadado, adjetivo que deriva del verbo anonadar: desconcertar, sorprender, abrumar. La Real Academia Española dice que es también avasallar o humillar. No cabe duda que Peña Nieto nos tiene anonadados con sus acciones de salida de la Presidencia de la República. Cree que somos muy estúpidos o que el pueblo de México se chupa el dedo.

La semana pasada hablábamos de la liberación de la maestra Elba Esther Gordillo, que se ha robado miles de millones del sindicato de maestros y casi le piden perdón al liberarla. Claro, la mujer salió con unas ínfulas diciéndose inocente y que la Reforma Educativa va para atrás. Así mismo traté de varias liberaciones de capos, secuestradores y demás malandros, y ahora parece que quiere dejar en libertad a Alejandro Gutiérrez y Gutiérrez, alias la Coneja, quien fue senador del PRI y secretario general adjunto del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, cuando se robaron 250 millones de pesos del gobierno de Chihuahua, sus cómplices locales y que ha sido demostrado, siguiéndole el camino que deja el dinero, fue a parar al PRI para la campaña federal del 2012.

Han sido varios los intentos de llevarse a la Ciudad de México a la Coneja, primero dijo la Federación que como ese dinero fue a parar al PRI para campañas electorales federales (aceptando el desvío de recursos) debería ser la Fepade la que lo juzgara y por lo tanto deberían llevárselo a la Ciudad de México a un reclusorio federal. No les funcionó. Después dijeron que la Coneja estaba siendo torturado, sin embargo nunca lo pudieron acreditar y el gobierno de Chihuahua con especialistas de otros países logró demostrar que no había tal tortura.

Después lograron que un juez federal decretara que el dinero robado era federal, aceptando de nueva cuenta el robo, y por lo tanto la Coneja debía ser juzgado en un tribunal federal de la Ciudad de México. Mandaron avión especial de manera que en cuanto el juez federal dictara esa sentencia, que ya sabían cómo venía, lo sacaban de Cereso estatal número 1, lo subían al avión que tenían esperando casi a medianoche, para llevárselo. El gobernador Javier Corral se fajó los pantalones y no permitió que se lo llevaran. Ahora el viernes pasado se supo que las autoridades federales habían retirado los cargos, que porque no se había demostrado el desvío de recursos y por lo tanto debían llevárselo a México, para lo cual mandaron un par de helicópteros que hasta el momento de escribir esta colaboración (domingo en la noche) se encuentran estacionados en el aeropuerto de la ciudad de Chihuahua.

Estoy realmente anonadado ante estas acciones tan burdas como desesperadas del gobierno federal saliente, para dejar en libertad a tantos cómplices que ha tenido en este sexenio, de los cuales la Coneja es una pieza clave del desvío de varios gobiernos estatales para lograr ganar las elecciones federales del 2012.

Estamos con el gobernador Javier Corral y que haya una verdadera justicia para Chihuahua.



Anonadado, adjetivo que deriva del verbo anonadar: desconcertar, sorprender, abrumar. La Real Academia Española dice que es también avasallar o humillar. No cabe duda que Peña Nieto nos tiene anonadados con sus acciones de salida de la Presidencia de la República. Cree que somos muy estúpidos o que el pueblo de México se chupa el dedo.

La semana pasada hablábamos de la liberación de la maestra Elba Esther Gordillo, que se ha robado miles de millones del sindicato de maestros y casi le piden perdón al liberarla. Claro, la mujer salió con unas ínfulas diciéndose inocente y que la Reforma Educativa va para atrás. Así mismo traté de varias liberaciones de capos, secuestradores y demás malandros, y ahora parece que quiere dejar en libertad a Alejandro Gutiérrez y Gutiérrez, alias la Coneja, quien fue senador del PRI y secretario general adjunto del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, cuando se robaron 250 millones de pesos del gobierno de Chihuahua, sus cómplices locales y que ha sido demostrado, siguiéndole el camino que deja el dinero, fue a parar al PRI para la campaña federal del 2012.

Han sido varios los intentos de llevarse a la Ciudad de México a la Coneja, primero dijo la Federación que como ese dinero fue a parar al PRI para campañas electorales federales (aceptando el desvío de recursos) debería ser la Fepade la que lo juzgara y por lo tanto deberían llevárselo a la Ciudad de México a un reclusorio federal. No les funcionó. Después dijeron que la Coneja estaba siendo torturado, sin embargo nunca lo pudieron acreditar y el gobierno de Chihuahua con especialistas de otros países logró demostrar que no había tal tortura.

Después lograron que un juez federal decretara que el dinero robado era federal, aceptando de nueva cuenta el robo, y por lo tanto la Coneja debía ser juzgado en un tribunal federal de la Ciudad de México. Mandaron avión especial de manera que en cuanto el juez federal dictara esa sentencia, que ya sabían cómo venía, lo sacaban de Cereso estatal número 1, lo subían al avión que tenían esperando casi a medianoche, para llevárselo. El gobernador Javier Corral se fajó los pantalones y no permitió que se lo llevaran. Ahora el viernes pasado se supo que las autoridades federales habían retirado los cargos, que porque no se había demostrado el desvío de recursos y por lo tanto debían llevárselo a México, para lo cual mandaron un par de helicópteros que hasta el momento de escribir esta colaboración (domingo en la noche) se encuentran estacionados en el aeropuerto de la ciudad de Chihuahua.

Estoy realmente anonadado ante estas acciones tan burdas como desesperadas del gobierno federal saliente, para dejar en libertad a tantos cómplices que ha tenido en este sexenio, de los cuales la Coneja es una pieza clave del desvío de varios gobiernos estatales para lograr ganar las elecciones federales del 2012.

Estamos con el gobernador Javier Corral y que haya una verdadera justicia para Chihuahua.