La vara de la justicia tiene diferente tamaño en Chihuahua. No es lo mismo vincular a proceso a los enemigos del gobierno actual y amigos del anterior que a los amigos del gobierno actual y enemigos del anterior.
Cuando bajo la bandera de la justicia se cometen actos de gobierno que van de la venganza y la simulación a la ceguera y la complicidad, la verborrea política se convierte en demagogia del más bajo nivel.
Las detenciones del pasado miércoles, justo cuatro días antes de la jornada electoral, provocan las buscadas respuestas del: ¿Por qué solamente se persigue a ciertos actores señalados como vinculados a los actos de corrupción de César Duarte, mientras los más cercanos son protegidos desde el mismo seno gubernamental, como es el caso de Jaime Herrera, Pedro Hernández y otros muy cercanos al exgobernador? ¿Por qué no se toca con el papel de un citatorio a personajes como el ex alcalde de Chínipas?
Nadie está en contra del combate a la corrupción y a la impunidad, al contrario, la demanda es que sea parejo para todos los involucrados en ello, desde los agentes de Tránsito, policías municipales, estatales y federales, hasta los políticos del más alto nivel involucrados en este tipo de acciones.
Lo que deja verse una vez más, es que el sistema que nos gobierna está hundido en la corrupción y la impunidad. No hay político que se salve.
Conocemos al Prof. Diógenes Bustamante desde hace muchos años, detenido el pasado miércoles por presunto peculado. Sus amigos y familiares lo respetan por ser un hombre íntegro, goza de buena fama pública, pertenece a la generación de la tercera edad y ha pasado por servir en los tres niveles de gobierno sin observaciones de actos de corrupción.
Como director del Fideban ayudó a miles de deudores de la banca para salvar su patrimonio, compartimos muchos espacios de negociación aquí y en la Cd. de México con los bancos y coyotes financieros para lograr acuerdos importantes, negociando créditos en la época más dura de la crisis financiera de los 90.
Tal vez, como director de SEECh cometió algún error que ahora tendrá que enfrentar, lo que de ninguna manera lo hace corrupto, y sin duda el profesor Bustamante es una víctima más de un sistema corrupto y corruptor donde no existe político que pueda, sin ambages, decir que “está libre de tirar la primera piedra”.
La victoria de Andrés Manuel es para reflexionar sobre la adecuada forma de gobernar. La venganza no es justicia.
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