/ miércoles 19 de mayo de 2021

Pasa y cuento

Me gusta contar cuentos, inclusive un tiempo di un taller a niños de primaria para motivarlos a escribir pequeños relatos, para que se dieran cuenta que la imaginación de cada cual es algo tan único y personal que nadie, absolutamente nadie lo iguala.

Pues precisamente de esa mente que trabaja con toda la información que tenemos nacen los sueños y ayer tuve uno que literalmente sentí tan real que cuando desperté, por unos segundos asumí que sí había pasado.

Estaba yo con mi familia en una casa enorme, tipo hotel, llena de todo aquello que puede caber en una fortaleza de ese tipo. Recorría la casa porque nos íbamos a mudar y había que empacar bastante. Era abrumador entrar a las habitaciones y ver que me tomaría una eternidad la empacada y el cambio, y en eso estábamos, cuando abrí una puerta que daba al exterior y al hacerlo me encontré con dos hombres que empujaron la puerta al verla abierta ¡Eran ladrones y yo hice lo que pude para no dejarlos entrar! empujé, le grité a mi familia para que me ayudaran pero fue inútil, los tipos lograron entrar y nos sometieron con sus armas. Empezaron a buscar cosas de valor y a hacernos preguntas como: donde guardan dinero, alhajas. Preguntaron por tarjetas de crédito, por los estados de cuenta. Yo sentía un miedo horrible y traté de esconder una que otra cosa de valor sentimental, pero siempre me cacharon.

Luego todo cambió de repente. La casa se llenó de personas, había un evento grande y entre los que imagino invitados, estaba el gobernador de Sinaloa, El Quirino, que por cierto no tengo el gusto de conocer, pero vi su foto en algún lado, él iba caminando con su esposa, a la que le puse cara con mi imaginación porque de ella no he visto foto, los seguí y me acerqué a ellos como pude, evitando que los guardias me detuvieran, a la primera que alcancé fue a la primera dama y le dije: ¡Ayúdenos por favor nos están asaltando! Y la reacción de ella fue gritar y salir de prisa. Luego volteé con el gobernador y le dije lo mismo, pero él solo me voleó a ver con una cara de fastidio y se fue. Después de esto, regresé a mi primera realidad con los asaltantes y con miedo les entregamos todo lo que pidieron, inclusive se quería llevar unas estatuas enormes de caballos de bronce que estaban en la entrada de la casa, pero no pudieron estaban pesadísimas. ¡jajaja!

Y ustedes dirán ¿por qué habrá soñado con el robo, con el gobernador? Y según mi interpretación es que le mandé a él y a su cuñado unas fotos del problema de la basura de Mazatlán, y no me pelaron ¡jajaja! Y mi frustración es que los líderes del mundo le dan muy poca importancia a la contaminación (ya se que prometí no hablar del tema, pero si les cuento una historia de lo que me pasa, algo tendrá que salir porque a eso me dedico ¡jajaja! Ni modo. Y lo del cambio es porque a veces pienso en cambiar mi residencia a Mazatlán, pero en muchos aspectos extraño mi Chihuahua querido y por eso el abrumo del movimiento. Familia, amigas, amigos chihuahuenses están en mi corazón, los extraño.

Me gusta contar cuentos, inclusive un tiempo di un taller a niños de primaria para motivarlos a escribir pequeños relatos, para que se dieran cuenta que la imaginación de cada cual es algo tan único y personal que nadie, absolutamente nadie lo iguala.

Pues precisamente de esa mente que trabaja con toda la información que tenemos nacen los sueños y ayer tuve uno que literalmente sentí tan real que cuando desperté, por unos segundos asumí que sí había pasado.

Estaba yo con mi familia en una casa enorme, tipo hotel, llena de todo aquello que puede caber en una fortaleza de ese tipo. Recorría la casa porque nos íbamos a mudar y había que empacar bastante. Era abrumador entrar a las habitaciones y ver que me tomaría una eternidad la empacada y el cambio, y en eso estábamos, cuando abrí una puerta que daba al exterior y al hacerlo me encontré con dos hombres que empujaron la puerta al verla abierta ¡Eran ladrones y yo hice lo que pude para no dejarlos entrar! empujé, le grité a mi familia para que me ayudaran pero fue inútil, los tipos lograron entrar y nos sometieron con sus armas. Empezaron a buscar cosas de valor y a hacernos preguntas como: donde guardan dinero, alhajas. Preguntaron por tarjetas de crédito, por los estados de cuenta. Yo sentía un miedo horrible y traté de esconder una que otra cosa de valor sentimental, pero siempre me cacharon.

Luego todo cambió de repente. La casa se llenó de personas, había un evento grande y entre los que imagino invitados, estaba el gobernador de Sinaloa, El Quirino, que por cierto no tengo el gusto de conocer, pero vi su foto en algún lado, él iba caminando con su esposa, a la que le puse cara con mi imaginación porque de ella no he visto foto, los seguí y me acerqué a ellos como pude, evitando que los guardias me detuvieran, a la primera que alcancé fue a la primera dama y le dije: ¡Ayúdenos por favor nos están asaltando! Y la reacción de ella fue gritar y salir de prisa. Luego volteé con el gobernador y le dije lo mismo, pero él solo me voleó a ver con una cara de fastidio y se fue. Después de esto, regresé a mi primera realidad con los asaltantes y con miedo les entregamos todo lo que pidieron, inclusive se quería llevar unas estatuas enormes de caballos de bronce que estaban en la entrada de la casa, pero no pudieron estaban pesadísimas. ¡jajaja!

Y ustedes dirán ¿por qué habrá soñado con el robo, con el gobernador? Y según mi interpretación es que le mandé a él y a su cuñado unas fotos del problema de la basura de Mazatlán, y no me pelaron ¡jajaja! Y mi frustración es que los líderes del mundo le dan muy poca importancia a la contaminación (ya se que prometí no hablar del tema, pero si les cuento una historia de lo que me pasa, algo tendrá que salir porque a eso me dedico ¡jajaja! Ni modo. Y lo del cambio es porque a veces pienso en cambiar mi residencia a Mazatlán, pero en muchos aspectos extraño mi Chihuahua querido y por eso el abrumo del movimiento. Familia, amigas, amigos chihuahuenses están en mi corazón, los extraño.