/ jueves 4 de febrero de 2021

Perfil humano | Chihuahua: Del amarillo seguro al naranja

La Secretaría de Salud federal decidió que Chihuahua retrocediera al color naranja al sumar 17 puntos los indicadores, por lo que la entidad dejará el amarillo.

Sin embargo como es escasa la diferencia para alcanzar el amarillo se optó por parte el gobierno estatal continuar con las actividades aprobadas para el amarillo seguro. De 16 a 31 puntos en los indicadores se estaría en naranja.

El estado llegó a 50 mil contagios y poco más de 4460 muertes durante el mes de enero de este año, dándose el último de los picos entre la segunda semana y cuarta semana de este mes debido a las reuniones festivas navideñas y de fin de año.

Chihuahua, aunque no ha tenido una tendencia tan alta de contagios y muertes como otras entidades, tampoco ha ido a la baja como para avanzar a un color más benigno. Por ello se deben continuar tomando las medidas habituales para evitar la saturación hospitalaria que hubo en octubre y obligó a retroceder al color rojo.

Como se comentó en un artículo anterior, también se deben tomar en cuenta las tendencias internacionales que en este momento son bastante adversas debido al incremento de casos por nuevas cepas más agresivas, como la británica, la sudafricana y la brasileña.

El problema es bastante complejo y se requiere información confiable sobre las aglomeraciones sociales que producen el mayor tipo de contagios, como los festejos y reuniones familiares.

No basta con que la mayoría de los ciudadanos tomen las medidas preventivas adecuadas si otra buena parte de la población hace caso omiso de las mismas, como no usar el cubrebocas y guardar la sana distancia en sitios públicos.

Es comprensible que la mayoría de los chihuahuenses estén cansados ante las medidas de confinamiento que les limitan sus habituales actividades económicas y sociales.

Sin embargo debe prevalecer la conciencia de que si todos no aplicamos las medidas preventivas la pandemia continuará prolongándose con sus efectos negativos. Por ello debe predominar la prudencia y la solidaridad sobre los intereses individuales y de grupo, pues superar esta crisis sanitaria requerirá bastante tiempo, así como sacrificios por parte de todos.

Nuestra entidad se encuentra en una condición que le permitiría salir adelante en menos tiempo si se aprovecha la experiencia adquirida a casi un año en que inició la pandemia en el estado.

Un factor adverso que se suma a los habituales es la temporada electoral por lo que ya algunos precandidatos están convocando a eventos masivos para demostrar su popularidad. La búsqueda habitual del poder por parte de las clases política no se debe privilegiar y dejar a un lado las medidas preventivas de salud.

Si todos los sectores sociales han hecho significativos sacrificios para menguar los efectos del coronavirus no existe una razón de peso para que los políticos en contienda tengan que ser tratados excepcionalmente, aunque pongan en serio riesgo los avances alcanzados hasta ahora.

Lo deseable para Chihuahua sería avanzar al verde, pero debería hacerse con pruebas objetivas de que ya se superó el contagio y disminuyó la ocupación hospitalaria, no por razones meramente políticas y de imagen partidista.

La vacunación se ha debatido de que si puede o no ser un avance para erradicar los contagios por lo que no se debe simplemente considerar y publicitar como si ya fuera la gran panacea tanto en México como en el resto del mundo.

Por otra parte, se debe rectificar la estrategia seguida hasta ahora por el gobierno federal, pues sus resultados negativos ya colocan a México como el tercer país con mayor número de muertes del mundo y como uno de los de mayor tasa de letalidad.

Por lo pronto lo más deseable es que el retorno de Chihuahua al naranja afecte lo menos posible a su economía y lo mantenga en el camino adecuado para superar con éxito la peor pandemia de este siglo.

La Secretaría de Salud federal decidió que Chihuahua retrocediera al color naranja al sumar 17 puntos los indicadores, por lo que la entidad dejará el amarillo.

Sin embargo como es escasa la diferencia para alcanzar el amarillo se optó por parte el gobierno estatal continuar con las actividades aprobadas para el amarillo seguro. De 16 a 31 puntos en los indicadores se estaría en naranja.

El estado llegó a 50 mil contagios y poco más de 4460 muertes durante el mes de enero de este año, dándose el último de los picos entre la segunda semana y cuarta semana de este mes debido a las reuniones festivas navideñas y de fin de año.

Chihuahua, aunque no ha tenido una tendencia tan alta de contagios y muertes como otras entidades, tampoco ha ido a la baja como para avanzar a un color más benigno. Por ello se deben continuar tomando las medidas habituales para evitar la saturación hospitalaria que hubo en octubre y obligó a retroceder al color rojo.

Como se comentó en un artículo anterior, también se deben tomar en cuenta las tendencias internacionales que en este momento son bastante adversas debido al incremento de casos por nuevas cepas más agresivas, como la británica, la sudafricana y la brasileña.

El problema es bastante complejo y se requiere información confiable sobre las aglomeraciones sociales que producen el mayor tipo de contagios, como los festejos y reuniones familiares.

No basta con que la mayoría de los ciudadanos tomen las medidas preventivas adecuadas si otra buena parte de la población hace caso omiso de las mismas, como no usar el cubrebocas y guardar la sana distancia en sitios públicos.

Es comprensible que la mayoría de los chihuahuenses estén cansados ante las medidas de confinamiento que les limitan sus habituales actividades económicas y sociales.

Sin embargo debe prevalecer la conciencia de que si todos no aplicamos las medidas preventivas la pandemia continuará prolongándose con sus efectos negativos. Por ello debe predominar la prudencia y la solidaridad sobre los intereses individuales y de grupo, pues superar esta crisis sanitaria requerirá bastante tiempo, así como sacrificios por parte de todos.

Nuestra entidad se encuentra en una condición que le permitiría salir adelante en menos tiempo si se aprovecha la experiencia adquirida a casi un año en que inició la pandemia en el estado.

Un factor adverso que se suma a los habituales es la temporada electoral por lo que ya algunos precandidatos están convocando a eventos masivos para demostrar su popularidad. La búsqueda habitual del poder por parte de las clases política no se debe privilegiar y dejar a un lado las medidas preventivas de salud.

Si todos los sectores sociales han hecho significativos sacrificios para menguar los efectos del coronavirus no existe una razón de peso para que los políticos en contienda tengan que ser tratados excepcionalmente, aunque pongan en serio riesgo los avances alcanzados hasta ahora.

Lo deseable para Chihuahua sería avanzar al verde, pero debería hacerse con pruebas objetivas de que ya se superó el contagio y disminuyó la ocupación hospitalaria, no por razones meramente políticas y de imagen partidista.

La vacunación se ha debatido de que si puede o no ser un avance para erradicar los contagios por lo que no se debe simplemente considerar y publicitar como si ya fuera la gran panacea tanto en México como en el resto del mundo.

Por otra parte, se debe rectificar la estrategia seguida hasta ahora por el gobierno federal, pues sus resultados negativos ya colocan a México como el tercer país con mayor número de muertes del mundo y como uno de los de mayor tasa de letalidad.

Por lo pronto lo más deseable es que el retorno de Chihuahua al naranja afecte lo menos posible a su economía y lo mantenga en el camino adecuado para superar con éxito la peor pandemia de este siglo.