El cierre fiscal es un proceso crucial para todas las empresas que suelen invertir tiempo y recursos con el propósito de hacerlo lo más efectivo, preciso y práctico posible.
Durante el proceso de cierre fiscal, las empresas suelen enfrentar varios desafíos y cometer errores que pueden tener consecuencias negativas. Algunos de los desafíos comunes y errores a evitar son:
-Falta de organización
-Registro incorrecto de transacciones financieras
-Desconocimiento de las leyes fiscales
-Omisión de deducciones y beneficios fiscales
-Incumplimiento de los plazos
-Ausencia de la documentación que respalda las transacciones financieras y las cifras reportadas
-Revisión escasa o imprecisa de los cálculos, informes y declaraciones fiscales antes de presentarlos.
¿Qué es el cierre fiscal y por qué es tan importante para las empresas?
El cierre fiscal es el proceso mediante el cual una empresa o contribuyente individual finaliza su ejercicio financiero y contable, preparando la información necesaria para presentar las declaraciones de impuestos correspondientes. Durante este proceso, se revisan y ajustan los registros contables, se calcula el resultado financiero del período y se determina la obligación tributaria. Además, se recopilan todos los documentos y comprobantes necesarios para respaldar la información reportada en las declaraciones de impuestos.
Suele llevarse a cabo al final del año fiscal de la entidad o al final de un período contable específico, dependiendo de las regulaciones y prácticas contables de cada país. Es un procedimiento decisivo dado que por medio de este ejercicio es posible garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias y mantener una gestión financiera adecuada.
¿Cuáles son los pasos clave en un cierre fiscal?
Los pasos clave en un proceso de cierre fiscal no son los mismos para todas las empresas ya que dependen del tipo de regulaciones fiscales y las prácticas contables de cada país o jurisdicción. Sin embargo, estos son los pasos clave y comunes para todos:
Paso 1: Recopilación de información de estados de cuenta, facturas, recibos, registros de transacciones, nóminas, entre otros.
Paso 2: Conciliación de cuentas para asegurarse de que los saldos contables y bancarios coincidan, así como conciliar otras cuentas relevantes, cuentas por cobrar y cuentas por pagar.
Paso 3: Ajustes contables, necesarios para reflejar de manera precisa los ingresos, gastos, activos y pasivos del período fiscal, como también provisiones para gastos, depreciación de activos, cálculo de impuestos diferidos, etc.
Paso 4: Cálculo del resultado financiero, con la utilidad o pérdida obtenida, de acuerdo a la diferencia entre los gastos totales de los ingresos totales, teniendo en cuenta los ajustes contables realizados.
Paso 5: Cálculo de la obligación tributaria en base al resultado financiero y las leyes fiscales aplicables, aplicando las tasas impositivas correspondientes y considerando las deducciones y beneficios fiscales pertinentes.
Paso 6: Preparación de declaraciones de impuestos de acuerdo a lo que requieran las autoridades fiscales, pudiendo incluir la declaración de impuesto sobre la renta, impuesto al valor agregado (IVA), entre otros, dependiendo de la jurisdicción y el tipo de contribuyente.
Paso 7: Revisión y auditoría interna exhaustiva de los cálculos, informes y declaraciones de impuestos antes de presentarlos para identificar posibles errores.
Paso 8: Presentación de declaraciones, completar los formularios requeridos y enviarlos electrónicamente o en formato físico, según las regulaciones locales.
Paso 9: Archivo y conservación de documentos para facilitar futuras auditorías y consultas fiscales.
La importancia de los ajustes en el cierre fiscal radica en cumplir con las disposiciones de ley y tener la posibilidad de efectuar deducciones fiscales que ayuden a una mejor rentabilidad de la empresa. Con el cierre contable se permite conocer las utilidades (o pérdidas) que fueron generadas durante el ejercicio de ese año, en cambio, con el cierre fiscal se realizan los ajustes relacionados al pago de los impuestos.
También se vuelve relevante por la imposición de elevadas sanciones en el caso de incumplimiento, por lo que la adecuada revisión de los estados contables con base en las normas es fundamental para eliminar riesgos, así como de contribuir al aprovechamiento de beneficios y un óptimo flujo de efectivo.
El apoyo de herramientas digitales como los sistemas contables permiten tener al día la información además de generar reportes clave para una oportuna toma de decisiones.
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