/ viernes 8 de diciembre de 2023

Salud como en Dinamarca

Estamos a unos meses de que concluya la actual administración, una administración que fue más de discursos que de acciones, de ocurrencias, más que de resultados, de menosprecio al conocimiento y a la educación, de menosprecio a la salud y a la vida de los mexicanos.

Es una administración que cosechó el resultado de políticas públicas de largo plazo como fueron las reformas para elevar el salario mínimo de los mexicanos, esfumó los ahorros nacionales que estaban salvaguardados en fideicomisos destinados a la educación, a la ciencia, a la salud, a la infraestructura, atención de desastres naturales, enfermedades catastróficas, que dejaron un lamentable saldo de más de 600 mil muertos por COVID 19.

Las fobias de una sola persona destruyeron un sistema de salud que atendía a los mexicanos que menos tienen, como lo era el seguro popular, la federación, el Presidente ha demostrado su incapacidad, en materia de salud, salta de ocurrencia en ocurrencia, algunas de ellas irresponsables como lo fue la reforma a la Ley General de Salud para eliminar de la Ley la obligación del Estado Mexicano a garantizar el suministro y existencia de medicamentos, reforma aprobada por Morena y partidos aliados. Ha sido una administración de discursos, no de resultados.

Destruyó el sistema de suministro sin diseñar un mecanismo eficaz y eficiente, le envió la pelota a la ONU y fracaso, creo un INSABI, que por cierto, estaría a cargo de quien le llevaba las bolsas de efectivo a los hermanos del Presidente.

Salud como en Dinamarca, sí, pero sólo para el Presidente y la Elite de Morena, ante el COVID19 la familia del Presidente tuvo acceso a los medicamentos de última generación, a los mexicanos ni siquiera se les permitió importar. Disponibilidad de citas para operaciones, sí, sólo que meses después, en cambio, un equipo médico de planta para el Presidente y para sus hijos, atención especial de las fuerzas armadas.

Hoy, MORENA, el PVEM y PT aprueban una ocurrencia más, que es la de centralizar los recursos de salud para la población sin cobertura médica, avalando una probable violación a la iniciación de leyes en materia presupuestal iniciada en el Senado, cuando su origen debió ser la Cámara de Diputados, mediante esta reforma, ahora una administración que ha demostrado su ineficiencia, ineficacia y corrupción en materia de salud centralizará los recursos que antes administraban los Estados, para otorgarlos directamente al sistema IMSS Bienestar, un sistema de salud diseñado para los que menos tienen desde hace más de 30 años, no es un programa diseñado en esta administración sino, en el pasado, pero por lo mismo, no es un sistema diseñado para administrar a toda la población sin servicios de salud.

En cinco años no planearon, no diseñaron un sistema de salud, sólo lo destruyeron, si en cinco años no pudieron, ahora cómo dicen que en menos de 12 meses sí.

Vamos en camino, al final del sexenio, a una Presidencia Imperial, con palacio incluido y sí, salud como Dinamarca, pero sólo para los hijos del Presidente.


Estamos a unos meses de que concluya la actual administración, una administración que fue más de discursos que de acciones, de ocurrencias, más que de resultados, de menosprecio al conocimiento y a la educación, de menosprecio a la salud y a la vida de los mexicanos.

Es una administración que cosechó el resultado de políticas públicas de largo plazo como fueron las reformas para elevar el salario mínimo de los mexicanos, esfumó los ahorros nacionales que estaban salvaguardados en fideicomisos destinados a la educación, a la ciencia, a la salud, a la infraestructura, atención de desastres naturales, enfermedades catastróficas, que dejaron un lamentable saldo de más de 600 mil muertos por COVID 19.

Las fobias de una sola persona destruyeron un sistema de salud que atendía a los mexicanos que menos tienen, como lo era el seguro popular, la federación, el Presidente ha demostrado su incapacidad, en materia de salud, salta de ocurrencia en ocurrencia, algunas de ellas irresponsables como lo fue la reforma a la Ley General de Salud para eliminar de la Ley la obligación del Estado Mexicano a garantizar el suministro y existencia de medicamentos, reforma aprobada por Morena y partidos aliados. Ha sido una administración de discursos, no de resultados.

Destruyó el sistema de suministro sin diseñar un mecanismo eficaz y eficiente, le envió la pelota a la ONU y fracaso, creo un INSABI, que por cierto, estaría a cargo de quien le llevaba las bolsas de efectivo a los hermanos del Presidente.

Salud como en Dinamarca, sí, pero sólo para el Presidente y la Elite de Morena, ante el COVID19 la familia del Presidente tuvo acceso a los medicamentos de última generación, a los mexicanos ni siquiera se les permitió importar. Disponibilidad de citas para operaciones, sí, sólo que meses después, en cambio, un equipo médico de planta para el Presidente y para sus hijos, atención especial de las fuerzas armadas.

Hoy, MORENA, el PVEM y PT aprueban una ocurrencia más, que es la de centralizar los recursos de salud para la población sin cobertura médica, avalando una probable violación a la iniciación de leyes en materia presupuestal iniciada en el Senado, cuando su origen debió ser la Cámara de Diputados, mediante esta reforma, ahora una administración que ha demostrado su ineficiencia, ineficacia y corrupción en materia de salud centralizará los recursos que antes administraban los Estados, para otorgarlos directamente al sistema IMSS Bienestar, un sistema de salud diseñado para los que menos tienen desde hace más de 30 años, no es un programa diseñado en esta administración sino, en el pasado, pero por lo mismo, no es un sistema diseñado para administrar a toda la población sin servicios de salud.

En cinco años no planearon, no diseñaron un sistema de salud, sólo lo destruyeron, si en cinco años no pudieron, ahora cómo dicen que en menos de 12 meses sí.

Vamos en camino, al final del sexenio, a una Presidencia Imperial, con palacio incluido y sí, salud como Dinamarca, pero sólo para los hijos del Presidente.