/ martes 3 de noviembre de 2020

Semáforo rojo

Sin querer entrar en controversia con nuestras autoridades estatales o municipales, pero creo que pasamos muy rápido del amarillo al naranja, que creó duró cuatro días, y luego nos fuimos al rojo.

Ciertamente que nos volvimos a disparar en nuevos casos de Covid-19 y un crecimiento en muertes por esta pandemia que ya nos tiene locos y tiene totalmente saturados a los hospitales públicos y privados, sin disponibilidad de camas, no sólo para el Covid, sino para cualquier operación, sólo las de verdadera emergencia tienen lugar. El sistema de salud se encuentra a punto del colapso, tanto el privado como el público.

Principalmente no es culpa del gobierno, es culpa de todos nosotros los ciudadanos, que bajamos la guardia, y según los reportes de los contagios, principalmente, no es la única razón, se debe a las fiestas, reuniones masivas, donde a la gente se le olvidó que había que mantener la sana distancia, usar el cubrebocas, etc. Y ahí tenemos las consecuencias.

¿Pero la controversia con nuestras autoridades? Principalmente va encaminada al aspecto económico, ya que muchos giros habían aguantado cerrados por dos meses y medio y finalmente con el semáforo amarillo les permiten abrir, pero sólo unos días, y los vuelven a cerrar, cuando ellos no son los causantes del disparo de casos de contagios, y muchos negocios se encuentran al borde de la quiebra, si no es que ya quebraron, con las consecuencias del desempleo, falta de pago a proveedores, falta de pago a los renteros, que va a llevar a otras quiebras a las compañías que no reciben sus pagos de estas empresas.

Yo creo que los primeros interesados en acatar todas las reglas son los mismos empresarios, ya que su subsistencia depende de ello, no hay razón para no acatar las reglas y agregarle algunas otras que ellos pueden pensar que les ayuden a mantener alejado al famoso virus.

Un enemigo de la humanidad que no podemos ver ni sentir, hasta que ya lo tenemos. A algunos los trata el virus de manera amable, siendo los casos asintomáticos, en otros casos se la han visto muy difícil y en otros tristemente han perdido la vida.

Mi propuesta es que el gobierno deje operar a algunos giros, de los que cerraron con el semáforo rojo, con ciertas limitantes, que en algunos casos ya las tenían, para que puedan sobrevivir hasta que se encuentre la vacuna o la cura para esta pandemia. A la primera falta se le clausura y ya no se le permite abrir hasta que baje el semáforo a amarillo de nuevo.

¿Cómo instrumentarlo? Es cuestión de mucho diálogo con los sectores afectados y llegar a acuerdos, para no verse tan autoritarios, sobre todo siendo que estos giros de negocios no son los culpables del nuevo disparo en los casos del coronavirus.

Mientras la gente no acate y apoye las medidas de prevención para contener los contagios de Covid-19, no va a haber gobierno que pueda controlar esta pandemia y seguiremos en semáforo rojo.

Sin querer entrar en controversia con nuestras autoridades estatales o municipales, pero creo que pasamos muy rápido del amarillo al naranja, que creó duró cuatro días, y luego nos fuimos al rojo.

Ciertamente que nos volvimos a disparar en nuevos casos de Covid-19 y un crecimiento en muertes por esta pandemia que ya nos tiene locos y tiene totalmente saturados a los hospitales públicos y privados, sin disponibilidad de camas, no sólo para el Covid, sino para cualquier operación, sólo las de verdadera emergencia tienen lugar. El sistema de salud se encuentra a punto del colapso, tanto el privado como el público.

Principalmente no es culpa del gobierno, es culpa de todos nosotros los ciudadanos, que bajamos la guardia, y según los reportes de los contagios, principalmente, no es la única razón, se debe a las fiestas, reuniones masivas, donde a la gente se le olvidó que había que mantener la sana distancia, usar el cubrebocas, etc. Y ahí tenemos las consecuencias.

¿Pero la controversia con nuestras autoridades? Principalmente va encaminada al aspecto económico, ya que muchos giros habían aguantado cerrados por dos meses y medio y finalmente con el semáforo amarillo les permiten abrir, pero sólo unos días, y los vuelven a cerrar, cuando ellos no son los causantes del disparo de casos de contagios, y muchos negocios se encuentran al borde de la quiebra, si no es que ya quebraron, con las consecuencias del desempleo, falta de pago a proveedores, falta de pago a los renteros, que va a llevar a otras quiebras a las compañías que no reciben sus pagos de estas empresas.

Yo creo que los primeros interesados en acatar todas las reglas son los mismos empresarios, ya que su subsistencia depende de ello, no hay razón para no acatar las reglas y agregarle algunas otras que ellos pueden pensar que les ayuden a mantener alejado al famoso virus.

Un enemigo de la humanidad que no podemos ver ni sentir, hasta que ya lo tenemos. A algunos los trata el virus de manera amable, siendo los casos asintomáticos, en otros casos se la han visto muy difícil y en otros tristemente han perdido la vida.

Mi propuesta es que el gobierno deje operar a algunos giros, de los que cerraron con el semáforo rojo, con ciertas limitantes, que en algunos casos ya las tenían, para que puedan sobrevivir hasta que se encuentre la vacuna o la cura para esta pandemia. A la primera falta se le clausura y ya no se le permite abrir hasta que baje el semáforo a amarillo de nuevo.

¿Cómo instrumentarlo? Es cuestión de mucho diálogo con los sectores afectados y llegar a acuerdos, para no verse tan autoritarios, sobre todo siendo que estos giros de negocios no son los culpables del nuevo disparo en los casos del coronavirus.

Mientras la gente no acate y apoye las medidas de prevención para contener los contagios de Covid-19, no va a haber gobierno que pueda controlar esta pandemia y seguiremos en semáforo rojo.