-¿Qué horas son? -¡Las que usted diga, señor presidente!
-Dicen que los cocodrilos vuelan... -¡Estás loco! ¿Quién dice? -El señor presidente. -¡Ah, bueno!, pero poquito, apenas se levantan del suelo.
-Lo mandé llamar para informarle que usted se va de gobernador a su estado. -Pero señor presidente, yo no sé nada de administración. -Pues por eso.
“Pollo” llamaba el presidente Adolfo Ruiz Cortines a su secretario de Agricultura, Gilberto Flores Muñoz. “Ten listos tus papeles”, le dijo alguna vez; suficiente para que el “Gran Pollo”, como también se le conocía, se considerara sucesor a la presidencia.
Cuando el “destapado” resultó ser Adolfo López Mateos, Flores Muñoz, visiblemente molesto, si no es que encolerizado, acudió al despacho presidencial, donde fue recibido de inmediato por el presidente Ruiz Cortines con un: “¡Perdimos, Pollo!”.
Con algunas variantes no esenciales, así eran los usos y costumbres del ya casi desaparecido régimen político priista.
Aunque, por lo visto, en lo que va del ejercicio gubernamental de la 4T, diremos que ha sido un largo camino para regresar a las prácticas más cuestionadas del antiguo régimen, pero superadas, en lo burdo de su aplicación:
Nombrar delegados estatales (futuros candidatos a gobernador) y su gabinete para aplicar los recursos federales. Cambiar la ley para tener mayoría y controlar organismos independientes (Suprema Corte de Justicia de la Nación, Banco de México, Tribunal Federal Electoral, INE).
Cambiar la ley para favorecer a sus partidarios (Paco Ignacio Taibo II en el FCE). Contradecir y ridiculizar en público al secretario de Hacienda por su reporte de 1.5% en el crecimiento económico para este año, porque él tiene sus números 2%.
Salir el secretario de Hacienda a decir que el presidente tiene la razón, pero que el crecimiento del 2% se alcanzará al final de año.
Decir el presidente a los banqueros que la economía de México va muy bien y en lo oscurito ordenar a su gabinete que hagan recorte al gasto en las dependencias porque el presupuesto no alcanza.
La CNTE, que impide que se apruebe la Reforma Educativa si no son escuchados por el presidente.
Se cumple el pronóstico de algunos comentaristas de que el país sufrirá “apagones”, por la negativa de utilizar los gasoductos y sustituir el gas por combustóleo y carbón mineral en las termoeléctricas. Las industrias también empezarán a resentir la escasez de gas.
A lo anterior habrá que agregar las pugnas internas por posiciones en el gabinete y por las posiciones electorales y de dirección en el partido Morena.
“Así, ni cómo ayudarles”.