/ jueves 29 de noviembre de 2018

Siempre es 25

Por: Lilia Aguilar Gil


No quise dejar de escribir sobre la violencia en contra de las mujeres, el 25 de noviembre ya pasó, lo sé, pero la violencia, los feminicidios continúan en todo el país, especialmente en Chihuahua que desde hace al menos dos décadas no sale de los índices donde más se mata a las mujeres. Autoridades van y autoridades vienen, pero esto sigue ocurriendo.

Para no ir más lejos, ese día fue asesinada una adolescente en la capital del estado. Qué otra prueba se quiere para reconocer que este es un problema estructural en procuración de justicia, en donde la perspectiva de género simplemente no esta por ningún lado.

De acuerdo con el Atlas de Género del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI), un 68% de las mujeres de 15 años o más en Chihuahua ha sufrido algún tipo de violencia por lo menos una vez en su vida, lo que nos pone 5 puntos arriba de la media nacional, y en el tercer lugar debajo del Estado de México y la Ciudad de México.

Tan sólo en enero de este año se registraron 16 asesinatos de mujeres en Chihuahua, 11 de ellos en Ciudad Juárez. Nuestro estado ocupa el primer lugar en el país en violencia laboral contra las mujeres y un 88% de las mujeres no busca apoyo, ni denuncia.


A pesar de que las cifras son contundentes, nunca faltan hombres y mujeres, sí mujeres, que dicen: matan a más hombres, no se quejen. Lo que no se ha entendido o no se quiere entender es que la violencia se materializa de maneras distintas. De acuerdo con el INEGI, el 33% de las mujeres son asesinadas en sus viviendas, contra el 12% de los hombres.


El 66% de los hombres son asesinados por arma de fuego, mientras sólo un 41% de las mujeres lo son; 20% de las mujeres son asfixiadas, mientras que los hombres sólo un 6.3%.


Las formas en las cuales se mata a las mujeres y los motivos son muy distintos a los de los hombres. En los asesinatos cometidos de 2004 a 2016 en México, el 5.18% contaba con antecedentes de violencia familiar, contra el 0.77% de los hombres[i].

Resulta irónico que las mujeres estén en riesgo en su propia vivienda. La violencia familiar es una constante que no se erradica fácilmente sin programas y planes estructurados con perspectiva de género.

Hasta cuándo tendremos que seguir denunciando estos asesinatos, cuántos 25 de noviembre más con cifras, con mujeres asesinadas que nos mantengan arriba de la media nacional. La normatividad y las reformas necesarias deben ser analizadas y votadas en el Congreso, mientras que programas, planes y estrategias, coordinadas por el Ejecutivo Estatal. ¿Qué están esperando?




lilia.aguilargil.2015@gmail.com




[i] http://equis.org.mx/


Por: Lilia Aguilar Gil


No quise dejar de escribir sobre la violencia en contra de las mujeres, el 25 de noviembre ya pasó, lo sé, pero la violencia, los feminicidios continúan en todo el país, especialmente en Chihuahua que desde hace al menos dos décadas no sale de los índices donde más se mata a las mujeres. Autoridades van y autoridades vienen, pero esto sigue ocurriendo.

Para no ir más lejos, ese día fue asesinada una adolescente en la capital del estado. Qué otra prueba se quiere para reconocer que este es un problema estructural en procuración de justicia, en donde la perspectiva de género simplemente no esta por ningún lado.

De acuerdo con el Atlas de Género del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI), un 68% de las mujeres de 15 años o más en Chihuahua ha sufrido algún tipo de violencia por lo menos una vez en su vida, lo que nos pone 5 puntos arriba de la media nacional, y en el tercer lugar debajo del Estado de México y la Ciudad de México.

Tan sólo en enero de este año se registraron 16 asesinatos de mujeres en Chihuahua, 11 de ellos en Ciudad Juárez. Nuestro estado ocupa el primer lugar en el país en violencia laboral contra las mujeres y un 88% de las mujeres no busca apoyo, ni denuncia.


A pesar de que las cifras son contundentes, nunca faltan hombres y mujeres, sí mujeres, que dicen: matan a más hombres, no se quejen. Lo que no se ha entendido o no se quiere entender es que la violencia se materializa de maneras distintas. De acuerdo con el INEGI, el 33% de las mujeres son asesinadas en sus viviendas, contra el 12% de los hombres.


El 66% de los hombres son asesinados por arma de fuego, mientras sólo un 41% de las mujeres lo son; 20% de las mujeres son asfixiadas, mientras que los hombres sólo un 6.3%.


Las formas en las cuales se mata a las mujeres y los motivos son muy distintos a los de los hombres. En los asesinatos cometidos de 2004 a 2016 en México, el 5.18% contaba con antecedentes de violencia familiar, contra el 0.77% de los hombres[i].

Resulta irónico que las mujeres estén en riesgo en su propia vivienda. La violencia familiar es una constante que no se erradica fácilmente sin programas y planes estructurados con perspectiva de género.

Hasta cuándo tendremos que seguir denunciando estos asesinatos, cuántos 25 de noviembre más con cifras, con mujeres asesinadas que nos mantengan arriba de la media nacional. La normatividad y las reformas necesarias deben ser analizadas y votadas en el Congreso, mientras que programas, planes y estrategias, coordinadas por el Ejecutivo Estatal. ¿Qué están esperando?




lilia.aguilargil.2015@gmail.com




[i] http://equis.org.mx/