Llegamos a este sentir al escuchar a los integrantes de la Comisión Evaluadora del Curso de Postgrado Universitario de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Central Universitario, avalado por la UACh, y de leer los documentos resultantes que sostienen, en las actuales condiciones, su negativa al establecimiento de dicho curso académico.
Por supuesto, lo hacen en defensa de su trabajo; pero no en cuanto al temor de la competencia, como se ha venido manejando, sino ante la posibilidad de que, dada la disparidad de costos con EU en la atención hospitalaria en general, crezca el turismo médico en nuestra entidad en demanda de la cirugía plástica.
Ante esta perspectiva y en un ambiente internacional de plena competencia, se tiene que ofrecer calidad en el servicio, lo que requiere personal altamente capacitado e instalaciones adecuadas, con lo cual hoy no se cuenta y a corto plazo difícil alcanzar. De persistir en el proyecto llevaría a la improvisación y por ende al desprestigio médico en general.
El reporte pormenorizado de la Comisión Evaluadora entregado al Dr. Bernardo Octavio Enríquez Guillén, secretario de Investigación y Posgrado de la Facultad de Medicina y de Ciencias Biomédicas de la UACh, se anotan las bases jurídicas, nacionales e internacionales para ejercer en el campo de la salud y la formación de recursos humanos para el mismo fin, entre otras.
Asimismo algunas irregularidades como las siguientes: El Hospital Central Universitario (HCU) no cuenta con departamento de pediatría, ortopedia, cirugía general, unidad de quemados, banco de piel, oncología, cirujano plástico, tampoco lo necesario para prácticas quirúrgicas en animales, ni laboratorio de microcirugía. Todo necesario para la práctica de cirujano plástico.
Algo más: No se cuenta con un anestesiólogo de planta. Tampoco con un servicio de imagenología con sistema moderno de radiodiagnóstico, ni con resonancia magnética. No se cuenta con tres camas de hospitalización por médico residente, deberían ser 24 camas únicamente para cirugía plástica.
Después de un recuento del personal médico a cargo de la unidad de cirugía plástica, el reporte concluye: “El curso de cirugía plástica y reconstructiva del Hospital Central Universitario NO cumple con los requisitos mínimos para ser reconocido”. Y las consecuencias: “Dicha información inadecuada tarde o temprano va a tener un impacto social del cual la Universidad Autónoma de Chihuahua tendrá que responder, así como todos aquellos que permitieron la creación, formación y desarrollo de un curso con tantas fallas básicas e irreparables”.
En el mismo contexto se han manifestado el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstrucción A.C. (septiembre 10 de 2014 y 28 de febrero de 2017); el Colegio de Médicos de Chihuahua A.C.; el Colegio Estatal de Cardiología de Chihuahua y el Colegio de Médicos Cirujanos Plásticos del Estado de Chihuahua.
Los motivos de la renuncia inmediata e irrevocable al programa de subespecialidad en cirugía plástica y reconstructiva del Dr. Víctor Eduardo Maldonado Cimbrón, quien no desea “estar asociado de ninguna forma o capacidad con el Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Central del Estado”.
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“Que se haga, pero que se haga bien”