/ miércoles 23 de mayo de 2018

Un proceso complejo pero enriquecedor


Enhorabuena por la conferencia magistral “Los desafíos del nuevo desorden informativo mundial” que organiza este jueves 24 de mayo El Heraldo de Chihuahua en coordinación con la Facultad de Filosofía y Letras de la UACh y la agencia EFE, ofrecida por el director de esta última, Emilio Sánchez.


Es cierto que la línea editorial tiene que ver fundamentalmente con los intereses del medio de comunicación.

Sin embargo, la construcción de una línea editorial que perdure debe atender al necesario juego profesional de los intervinientes en el proceso informativo.

Esta situación hace de la línea editorial un complejo entramado de intereses que genera equilibrio en beneficio del lector.

El periódico, la radio, la televisión o el medio digital plantean un tema y generan una orden de información para el reportero. En ese momento se plantea una determinada línea informativa que estará sujeta al vaivén natural de construcción de la información.

El reportero acudirá con sus fuentes informativas en busca de concretar la orden de información. Ahí ocurre el primer filtro a la información, porque la fuente informativa intervendrá de manera decisiva en la construcción de ella.

Luego, el dato informativo deberá ser procesado por el periodista mediante diversas herramientas del quehacer profesional, como es el caso del contraste.

Ocurrido ello, la jerarquía de la construcción de la nota informativa le dirá al reportero si está frente a una auténtica información con contenido periodístico o está frente a datos que no dicen nada.

Más adelante, la información será motivo de discusión en la Mesa de Redacción e incluso, al momento de establecer cabezal, sumarios o balazos, será sometida a un nuevo escrutinio, que necesariamente afecta la línea editorial.

Dentro de este proceso de construcción informativa no sólo se consideran elementos objetivos, sino también aquellos de naturaleza subjetiva, como es el caso de los principios éticos de cada uno de los intervinientes en la información.

Por tanto, lo que en principio se planteó como una nota encasillada en una línea informativa, se transforma en un híbrido noticioso enriquecido con las aportaciones de todos los intervinientes en su proceso, y con ello, se presenta al lector, radioescucha, televidente o cibernauta, un dato enriquecido, que propiciará construcción de opinión pública crítica.

Probablemente se criticará que el medio cumple con su línea editorial. Es correcto, pero la línea editorial se ha socializado en el proceso complejo de edificación de la información periodística, más allá de la voluntad inicial de imponer un criterio informativo que carece de sustento en la realidad y contexto social de la información.

http://robertopinon.blogspot.mx






Enhorabuena por la conferencia magistral “Los desafíos del nuevo desorden informativo mundial” que organiza este jueves 24 de mayo El Heraldo de Chihuahua en coordinación con la Facultad de Filosofía y Letras de la UACh y la agencia EFE, ofrecida por el director de esta última, Emilio Sánchez.


Es cierto que la línea editorial tiene que ver fundamentalmente con los intereses del medio de comunicación.

Sin embargo, la construcción de una línea editorial que perdure debe atender al necesario juego profesional de los intervinientes en el proceso informativo.

Esta situación hace de la línea editorial un complejo entramado de intereses que genera equilibrio en beneficio del lector.

El periódico, la radio, la televisión o el medio digital plantean un tema y generan una orden de información para el reportero. En ese momento se plantea una determinada línea informativa que estará sujeta al vaivén natural de construcción de la información.

El reportero acudirá con sus fuentes informativas en busca de concretar la orden de información. Ahí ocurre el primer filtro a la información, porque la fuente informativa intervendrá de manera decisiva en la construcción de ella.

Luego, el dato informativo deberá ser procesado por el periodista mediante diversas herramientas del quehacer profesional, como es el caso del contraste.

Ocurrido ello, la jerarquía de la construcción de la nota informativa le dirá al reportero si está frente a una auténtica información con contenido periodístico o está frente a datos que no dicen nada.

Más adelante, la información será motivo de discusión en la Mesa de Redacción e incluso, al momento de establecer cabezal, sumarios o balazos, será sometida a un nuevo escrutinio, que necesariamente afecta la línea editorial.

Dentro de este proceso de construcción informativa no sólo se consideran elementos objetivos, sino también aquellos de naturaleza subjetiva, como es el caso de los principios éticos de cada uno de los intervinientes en la información.

Por tanto, lo que en principio se planteó como una nota encasillada en una línea informativa, se transforma en un híbrido noticioso enriquecido con las aportaciones de todos los intervinientes en su proceso, y con ello, se presenta al lector, radioescucha, televidente o cibernauta, un dato enriquecido, que propiciará construcción de opinión pública crítica.

Probablemente se criticará que el medio cumple con su línea editorial. Es correcto, pero la línea editorial se ha socializado en el proceso complejo de edificación de la información periodística, más allá de la voluntad inicial de imponer un criterio informativo que carece de sustento en la realidad y contexto social de la información.

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