Justas demandas planteadas en agosto por los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco de la UNAM, no atendidas por la directora del plantel ni por el rector de la universidad, dieron pie a que los estudiantes escalaran su protesta a un mitin que fue disuelto violentamente por los llamados porros.
En rechazo a la agresión y en apoyo a las demandas del CCH se manifestó la comunidad universitaria mediante una marcha en que participaron más de 30 mil entre estudiantes, personal académico y de servicios y padres de familia.
Derivado de esta manifestación pacífica, se acordó convocar a una marcha hasta el Zócalo el día 13 y una asamblea interuniversitaria el 14 de septiembre. En ésta participaron 84 instituciones entre escuelas, preparatorias y facultades de la UNAM, el IPN, la UAM, la UACM y algunas universidades del interior del país.
Después de 21 horas de discusión, no se logró concretar un pliego petitorio pero sí se llegó a varios acuerdos, entre ellos participar en las siguientes movilizaciones: la del 19 de septiembre organizada por damnificados de los sismos del año pasado; el 26 de septiembre en conmemoración de la desaparición de 43 normalistas rurales de Ayotzinapa en 2014; el 28 de septiembre por el día del aborto legal en América Latina; y el 2 de octubre, 50 aniversario de la matanza de Tlatelolco.
Otros más: que el rector, Enrique Graue Wiechers, debe permanecer en el cargo. Exigir el castigo para todos los involucrados en el ataque porril ocurrido el pasado 3 de septiembre. Se discutirá en cada escuela la abrogación de la Reforma Educativa y el nuevo modelo educativo. El diseño e implementación de planes de estudio y la desaparición de cuotas y cobros ilegales en planteles.
Crucial para la situación de la UNAM resultaba llegar a este lunes y conocer la decisión de los estudiantes respecto al conflicto universitario. Según datos reportados por medios tenemos que en 34 escuelas y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la zona metropolitana, los alumnos regresan a clases este lunes, así como en la totalidad de los planteles del resto del país.
El mismo CCH Azcapotzalco donde se originó el conflicto, los alumnos regresarán el miércoles en tanto hacen la limpieza del local. Y respecto al pliego petitorio firmado por las autoridades universitarias, tácitamente es el mismo que en su momento presentaron los alumnos:
Los nueve puntos son:
•Correcta asignación de los docentes a cada asignatura.
• El alumno tendrá conocimiento previo del historial profesional de los docentes que se postulen para dirección, se llevará a cabo de la consulta de la comunidad del plantel, para así manifestar su opinión.
•La autoridad tenga la obligación de respetar, no cohibir y no intervenir en las expresiones político-culturales de la comunidad estudiantil, tales como murales y actividades recreativas.
•Justificación y transparencia de labores administrativas y del presupuesto asignado al plantel.
•Dar solución a problemáticas en: acoso; seguridad del plantel, exterior e interior.
•Se realizan acciones para desarticulación, destitución y expulsión de grupos porriles, y quienes los subsidian, promueven y protegen.
•Garantizar la asignación de matrícula para los cursos propedéuticos, cursos PAE y recursamientos.
•No existirá ningún tipo de represalias físicas o académicas contra quienes hayan participado en el movimiento estudiantil.
•Que todos los acuerdos se respeten en las actuales y futuras administraciones.
Por supuesto, falta conocer quién es “la mano que mueve la cuna” y qué hay en el trasfondo del conflicto. Lo veremos la semana próxima.