/ sábado 23 de enero de 2021

Antes que se nos olvide | Atizando el fuego

Hace unos días en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador habló sobre la vacuna contra Covid, comentó que serían vacunados todos, ricos y pobres, pero aprovechó para dar un coscorrón a sus detractores; dijo: “Se va a vacunar a todos, y no porque a ver, tú eres fifí o eres intelectual orgánico o estás en contra de nosotros porque te iba muy bien en el régimen de corrupción, ahora a ti no te va a tocar vacuna, ¡no, es a todos!”.

Aun cuando son sólo palabras, en voz del presidente de una nación, pueden resultar muy peligrosas. Pareciera que López Obrador no se ha dado cuenta que ya es el mandatario de México y continúa con el mismo discurso incendiario de cuando era candidato. Ya lo vimos hace unas semanas en Estados Unidos, donde Donald Trump de manera irresponsable atizó el fuego y sus seguidores ni tardos ni perezosos atacaron armados el mismísimo Capitolio, por supuesto, luego se arrepintió de sus declaraciones, se lavó las manos y hasta se puso en contra de sus violentos seguidores, pero obviamente todo fue provocado por su agresivo discurso.

Estamos en un país libre y cada individuo apoya a quien mejor le parece, sin embargo, jamás se había visto el país tan dividido, la población se ha fragmentado de manera errónea en chairos y fifís. Si López Obrador continúa etiquetando a la ciudadanía, la estabilidad del país peligra. Si llegara a reelegirse (claro, ha dicho que no lo hará en diversas ocasiones y hasta firmó un convenio de no reelección ante notario, pero la cuestión es que frecuentemente se contradice). Entonces imaginemos que lo hace y pierde las elecciones, seguramente argumentaría que hubo fraude, haciendo un llamado a todos sus simpatizantes (tal como lo hizo en 2006) para que defendieran la “democracia” con uñas y dientes, sin embargo, ahora es tan marcada la división, que si llegara a pasar, sus detractores no se quedarían de brazos cruzados, desatándose un grave conflicto, pero bueno, ojalá esto nunca suceda.

Andrés Manuel se contradice frecuentemente, un ejemplo, hace apenas unos meses aseguraba con tono amable que estaría de acuerdo en que no se transmitieran sus conferencias matutinas en los estados donde habrá elecciones, sin embargo, hace unas semanas, visiblemente molesto, acusó al INE de querer censurar su gobierno, esto, porque Lorenzo Córdova, presidente del organismo, pidió que no se difundieran las mañaneras durante la temporada electoral.

El presidente no tiene filtros, dice lo que siente y está en su derecho, sin embargo, debe ser cuidadoso, pues varias de sus declaraciones sólo están atizando el fuego, el país está cada vez más dividido y en cualquier momento se puede encender.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com

Hace unos días en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador habló sobre la vacuna contra Covid, comentó que serían vacunados todos, ricos y pobres, pero aprovechó para dar un coscorrón a sus detractores; dijo: “Se va a vacunar a todos, y no porque a ver, tú eres fifí o eres intelectual orgánico o estás en contra de nosotros porque te iba muy bien en el régimen de corrupción, ahora a ti no te va a tocar vacuna, ¡no, es a todos!”.

Aun cuando son sólo palabras, en voz del presidente de una nación, pueden resultar muy peligrosas. Pareciera que López Obrador no se ha dado cuenta que ya es el mandatario de México y continúa con el mismo discurso incendiario de cuando era candidato. Ya lo vimos hace unas semanas en Estados Unidos, donde Donald Trump de manera irresponsable atizó el fuego y sus seguidores ni tardos ni perezosos atacaron armados el mismísimo Capitolio, por supuesto, luego se arrepintió de sus declaraciones, se lavó las manos y hasta se puso en contra de sus violentos seguidores, pero obviamente todo fue provocado por su agresivo discurso.

Estamos en un país libre y cada individuo apoya a quien mejor le parece, sin embargo, jamás se había visto el país tan dividido, la población se ha fragmentado de manera errónea en chairos y fifís. Si López Obrador continúa etiquetando a la ciudadanía, la estabilidad del país peligra. Si llegara a reelegirse (claro, ha dicho que no lo hará en diversas ocasiones y hasta firmó un convenio de no reelección ante notario, pero la cuestión es que frecuentemente se contradice). Entonces imaginemos que lo hace y pierde las elecciones, seguramente argumentaría que hubo fraude, haciendo un llamado a todos sus simpatizantes (tal como lo hizo en 2006) para que defendieran la “democracia” con uñas y dientes, sin embargo, ahora es tan marcada la división, que si llegara a pasar, sus detractores no se quedarían de brazos cruzados, desatándose un grave conflicto, pero bueno, ojalá esto nunca suceda.

Andrés Manuel se contradice frecuentemente, un ejemplo, hace apenas unos meses aseguraba con tono amable que estaría de acuerdo en que no se transmitieran sus conferencias matutinas en los estados donde habrá elecciones, sin embargo, hace unas semanas, visiblemente molesto, acusó al INE de querer censurar su gobierno, esto, porque Lorenzo Córdova, presidente del organismo, pidió que no se difundieran las mañaneras durante la temporada electoral.

El presidente no tiene filtros, dice lo que siente y está en su derecho, sin embargo, debe ser cuidadoso, pues varias de sus declaraciones sólo están atizando el fuego, el país está cada vez más dividido y en cualquier momento se puede encender.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com