/ sábado 30 de octubre de 2021

Antes que se nos olvide; ¿Justicia divina?

Por: Carlos A. Esparza Deister

Hace unos días, Rosario Robles, encarcelada desde hace dos años aproximadamente, rompió el silencio, concediendo entrevistas telefónicas a reconocidos comunicadores. Señaló que su encarcelamiento se debe a una venganza de López Obrador, pero no tiene claro el porqué. Así mismo, dijo que la fiscalía le pidió declarar contra Videgaray y Peña Nieto, a cambio de beneficios en su proceso legal. Como es sabido, Robles está acusada de omisión en el presunto desvió de 5 mil millones de pesos, a través de la llamada Estafa Maestra, donde estuvieron involucradas varias dependencias, entre ellas la Sedesol, de la cual era titular el sexenio pasado.

Aseguró que su encarcelamiento es injusto, ya que es la única detenida, insistiendo en una venganza política. Pues tendrá que comprobarlo, sin embargo, en 2004 estuvo involucrada en los videoescándalos y fue la única que no pisó la cárcel. En ese hecho, René Bejarano fue sorprendido atiborrando con billetes verdes su portafolio, en el cual no cabían los 45 mil dólares entregados por un misterioso personaje, que posteriormente se supo era el empresario argentino Carlos Ahumada, quien “cooperaba” para las campañas electorales del PRD, buscando ser recompensado después, con millonarias licitaciones para sus constructoras.

Al ser cuestionado Bejarano, afirmó que sólo había recogido el dinero para entregárselo a Rosario Robles, que meses antes había dejado la presidencia del PRD. Luego saldría a la luz pública que Rosario y Ahumada mantenían una relación sentimental, la cual, supuestamente era aprovechada por el empresario para manipularla a su antojo, es decir, toda una “hermosa” telenovela mexicana. Para tratar de zafarse del tremendo lío, Bejarano denunció ante la procuraduría capitalina a Carlos Salinas de Gortari, Robles y Ahumada, acusándolos de conspirar contra el gobierno del DF, donde él fungía como presidente de la Asamblea Legislativa.

Entre sus pruebas presentó una carta que supuestamente Rosario mandó a Ahumada, parte del texto apareció en La Revista, publicación capitalina semanal ya desaparecida, uno de los párrafos decía: “Quise estar a tu lado para avivar la llamita de la esperanza, para encenderla diciendo que nuestro amor es más grande que esta brutal prueba que nos han impuesto”. “Por eso si es necesario, y a lo mejor llegó el momento de hacerlo, soy capaz de hincarme, de arrodillarme, de firmar mi carta de redención para que a ti no te toquen”.

Al final, Bejarano perdió su fuero, estuvo en prisión nueve meses y luego de un autoexilio regresó a la política. Carlos Ahumada fue encarcelado aproximadamente dos años. Mientras Rosario Robles, en plena efervescencia del caso, no fue tocada ni con el pétalo de una rosa. Durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto este episodio surrealista de la política mexicana, “curiosamente” fue casi sepultado por las autoridades. Rosario “agarró hueso” en la administración de Peña, donde luego se descubrió la Estafa Maestra, por periodistas del medio informativo Animal Político. Y nuevamente su nombre en el ojo del huracán, ella ha declarado que es inocente de lo que le imputan, tendrá que demostrarlo, pero por lo pronto, todo hace suponer que la justicia divina sí existe.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com

Por: Carlos A. Esparza Deister

Hace unos días, Rosario Robles, encarcelada desde hace dos años aproximadamente, rompió el silencio, concediendo entrevistas telefónicas a reconocidos comunicadores. Señaló que su encarcelamiento se debe a una venganza de López Obrador, pero no tiene claro el porqué. Así mismo, dijo que la fiscalía le pidió declarar contra Videgaray y Peña Nieto, a cambio de beneficios en su proceso legal. Como es sabido, Robles está acusada de omisión en el presunto desvió de 5 mil millones de pesos, a través de la llamada Estafa Maestra, donde estuvieron involucradas varias dependencias, entre ellas la Sedesol, de la cual era titular el sexenio pasado.

Aseguró que su encarcelamiento es injusto, ya que es la única detenida, insistiendo en una venganza política. Pues tendrá que comprobarlo, sin embargo, en 2004 estuvo involucrada en los videoescándalos y fue la única que no pisó la cárcel. En ese hecho, René Bejarano fue sorprendido atiborrando con billetes verdes su portafolio, en el cual no cabían los 45 mil dólares entregados por un misterioso personaje, que posteriormente se supo era el empresario argentino Carlos Ahumada, quien “cooperaba” para las campañas electorales del PRD, buscando ser recompensado después, con millonarias licitaciones para sus constructoras.

Al ser cuestionado Bejarano, afirmó que sólo había recogido el dinero para entregárselo a Rosario Robles, que meses antes había dejado la presidencia del PRD. Luego saldría a la luz pública que Rosario y Ahumada mantenían una relación sentimental, la cual, supuestamente era aprovechada por el empresario para manipularla a su antojo, es decir, toda una “hermosa” telenovela mexicana. Para tratar de zafarse del tremendo lío, Bejarano denunció ante la procuraduría capitalina a Carlos Salinas de Gortari, Robles y Ahumada, acusándolos de conspirar contra el gobierno del DF, donde él fungía como presidente de la Asamblea Legislativa.

Entre sus pruebas presentó una carta que supuestamente Rosario mandó a Ahumada, parte del texto apareció en La Revista, publicación capitalina semanal ya desaparecida, uno de los párrafos decía: “Quise estar a tu lado para avivar la llamita de la esperanza, para encenderla diciendo que nuestro amor es más grande que esta brutal prueba que nos han impuesto”. “Por eso si es necesario, y a lo mejor llegó el momento de hacerlo, soy capaz de hincarme, de arrodillarme, de firmar mi carta de redención para que a ti no te toquen”.

Al final, Bejarano perdió su fuero, estuvo en prisión nueve meses y luego de un autoexilio regresó a la política. Carlos Ahumada fue encarcelado aproximadamente dos años. Mientras Rosario Robles, en plena efervescencia del caso, no fue tocada ni con el pétalo de una rosa. Durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto este episodio surrealista de la política mexicana, “curiosamente” fue casi sepultado por las autoridades. Rosario “agarró hueso” en la administración de Peña, donde luego se descubrió la Estafa Maestra, por periodistas del medio informativo Animal Político. Y nuevamente su nombre en el ojo del huracán, ella ha declarado que es inocente de lo que le imputan, tendrá que demostrarlo, pero por lo pronto, todo hace suponer que la justicia divina sí existe.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com