Me parece que la palabra del papa Francisco alimenta la dignidad de la persona. Siempre tras cada una de sus máximas hay una enseñanza que instruye, que anima, que enaltece, que invita a la corrección. Estas son las últimas palabras del papa:
“La mediocridad hace que el joven sea tibio y sin gusto. Cuando uno ha conocido a Cristo resucitado no puede quedarse parado. La armonía es el Espíritu, pero el egoísmo y el amor al dinero lo destruyen. ¿Finges ser cristiano pero vives como pagano? No tengas miedo en las dudas, compártelas, te harán crecer. La actitud más peligrosa de toda la vida cristiana es el orgullo. Jóvenes, líbrense del celular. La Iglesia necesita de tus intervenciones y de tu fe. Si tú no perdonas, Dios no te perdonará a ti. Dios no percibe con los oídos, sino con la fe. La Biblia no es para estudiar, es palabra de vida para sembrar. La palabra de Dios es viva, no muere y ni siquiera envejece. Dios llama, Dios sorprende porque Dios ama. No cierren los ojos a los migrantes. Nunca vayas a la cama con enfado, ni siquiera por una noche. Cristo es el que nos hace capaces de amar a los enemigos y de perdonar a los que nos han ofendido. Desperdiciar la comida es descartar a la gente. La Iglesia crece por atracción y no por el proselitismo. Que la Madre del Cielo ayude a todos a ser testigos de caridad y de fraternidad. Pidan al Señor la gracia de ser hombres y mujeres de oración. Interésense por los desfavorecidos, los pobres y los más humildes. La palabra de la Biblia es semilla de santidad, semilla de vida. Les pido, por favor, que oren por mí. La mujer siempre apuesta a salvar vida, el mundo sin la mujer no funciona. No se puede pactar con narcos para lograr la paz. La salvación, Dios nos la da gratuitamente.
TEOLOGÍA DOGMÁTICA
