Hace unos días se inició la campaña electoral de este año y al término de la cual, el primero de julio, se elegirá al presidente de la república, los gobernadores de varios estados con sus respectivos municipios, así como el de la Ciudad de México y las delegaciones que la conforman.
Nunca en la historia de nuestro país, desde que se llevan las estadísticas respectivas, había habido tantos puestos políticos en disputa y menos aún, el control de gastos que hacen los diferentes partidos que luchan por llegar al poder; se dice que los votos resultan más costosos que los de cualquier otro país del mundo; yo no sé mucho de política y es a través de la prensa y la TV que me entero de ella; sin embargo, sí me interesa mantenerme informado sobre estos temas, ya que en las próximas elecciones estará en juego el futuro de nuestra patria.
Estas van a ser las elecciones más competidas; lamentablemente, según diversas encuestas, es Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien se dice ser “el salvador de la patria”, el que lleva mucha ventaja sobre los demás contendientes a la Presidencia de la República; Ricardo Anaya, por el PAN, en un segundo lugar muy distante de López Obrador, en tercer lugar José Antonio Meade Kuribeña, por el PRI, y como candidata independiente Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón. Si nos atuviéramos a las propuestas de los diferentes candidatos, no sería difícil elegir a cualquiera de ellos, pues todos ofrecen hasta lo imposible por sacar a nuestro país adelante; el problema es que al resultar electos se olvidan de sus promesas y se dedican a aumentar su patrimonio; esto lo hemos visto siempre y no hay indicios de que vaya a haber un verdadero cambio; el cambio no es para que se enriquezcan, sino para que nuestro país mejore, que diminuya el índice de pobreza, que nuestro país es del más del 50% de la población.
Por el que ni de chiste votaría sería por el Peje, conociendo su negra trayectoria dentro de la política; inicialmente, perteneciendo al PRI, y al no ser nombrado para contender por la gubernatura de su estado natal, Tabasco, tomó durante varias semanas los pozos petroleros causando pérdidas a Pemex y a sus empleados; posteriormente, siendo ya del PRD y jefe del DF, construyó los segundos pisos y prohibió que se dieran a conocer los gastos que éstos implicaron. Al no ser electo para la Presidencia de la República en contra de Felipe Calderón, bloqueó el centro de la ciudad durante varias semanas y presumía que no se había roto ni un solo vidrio, pero muchos negocios fueron clausurados y muchos trabajadores perdieron sus empleos. Por último, fundó su propio partido, Morena, y ya lleva 18 años en campaña; sería una tragedia para nuestro país que este personaje llegara a la Presidencia de la República.
