/ sábado 8 de diciembre de 2018

Madre naturaleza

Algún día y muchos más, voy andando un camino; y ahí, acompañando mi paso, está el paisaje, ese que llama mi atención a lo vivo, plantas, árboles, tierra, flores, el cielo, la nubes, la luz del sol, el reflejo de la luna y por ahí un perrito que ladra, una ardilla que corre, un pájaro que canta, que vuela, armonizando todo, con el latido de la naturaleza. Mujeres y hombres como yo, van y vienen ahí mismo y quizá algunos admiren ese movimiento que a mí en lo particular me hipnotiza, me reconforta y me hace agradecer la creación tan maravillosa de Dios.

Naturaleza, palabra con la cual muchas veces no nos relacionamos al grado de esa pertenencia que nos envuelve y nos involucra a ser parte crucial de su sustento y salud.

Somos seres racionales, los más altos en la jerarquía de este círculo que no para y que arrastra beneficios y consecuencias para un entorno, que es en un principio y a final de cuentas, una unidad a la que pertenece todo lo creado por el Todopoderoso.

¿Qué es lo que nos saca de la urgencia de cuidar el medioambiente? ¿Qué valores nos impiden que pongamos primero lo vivo, lo natural, lo indispensable para que la existencia siga? ¿Qué intereses, que hábitos, que zonas de confort nos impiden responder a esta urgencia?

Las ciudades se extienden en una obsesión de concreto y por lo tanto la escuela de la naturaleza queda relegada a lugares que muchos no visitan, porque los monstruos de ladrillo y varilla atrapan en una vida artificial y absurdamente insaciable.

Mi amor por la naturaleza me ha llevado a apreciarla y sobre todo a hacer lo que esté en mis manos para conservarla, por eso hoy empiezo una cruzada para invitar a aquellos que bajo la misma inquietud de salvarla, quieran involucrarse en hábitos, y acciones trascendentales para cuidarla y valorarla como amerita.

Recordar prioridades en esta tarea, como cuidar el agua, ahorrar energía, analizar el consumo e investigar qué se requiere para que tengamos “cosas” que para obtenerlas se crea un círculo contaminante desde su producción y transportación. Observar qué basura desechamos y qué alternativas hay para reusarla, reducirla, reciclarla o tirarla de manera adecuada.

Hoy la naturaleza nos pide que el raciocinio del ser humano se enfoque en valorar el medio que nos provee de todo aquello que necesitamos para subsistir con salud, paz y alegría. Hoy me sumo por este medio para compartir, aprender y actuar en comunidad. Hay mucho que podemos hacer, Chihuahua puede ser un ejemplo de consciencia ambiental, pintándose en el mapa como una localidad que hace e inspira.

Las ideas van y vienen, pero la seriedad de materializarlas debe convertirse en meta, para alcanzar la misión de armonizar de una manera respetuosa con el medioambiente.

Cada cual desde nuestro entorno podemos hacer mucho por la naturaleza, empezar con pequeñas acciones, hábitos e incomodidades que redituarán en salud física, mental y espiritual.

Las observaciones, sugerencias, ideas, serán semanales en este medio y es importante que si tienen algo que compartir me lo hagan saber por medio de mi correo electrónico para juntos crear un movimiento de beneficio ambiental.

roberta.cortazar@yahoo.com


Algún día y muchos más, voy andando un camino; y ahí, acompañando mi paso, está el paisaje, ese que llama mi atención a lo vivo, plantas, árboles, tierra, flores, el cielo, la nubes, la luz del sol, el reflejo de la luna y por ahí un perrito que ladra, una ardilla que corre, un pájaro que canta, que vuela, armonizando todo, con el latido de la naturaleza. Mujeres y hombres como yo, van y vienen ahí mismo y quizá algunos admiren ese movimiento que a mí en lo particular me hipnotiza, me reconforta y me hace agradecer la creación tan maravillosa de Dios.

Naturaleza, palabra con la cual muchas veces no nos relacionamos al grado de esa pertenencia que nos envuelve y nos involucra a ser parte crucial de su sustento y salud.

Somos seres racionales, los más altos en la jerarquía de este círculo que no para y que arrastra beneficios y consecuencias para un entorno, que es en un principio y a final de cuentas, una unidad a la que pertenece todo lo creado por el Todopoderoso.

¿Qué es lo que nos saca de la urgencia de cuidar el medioambiente? ¿Qué valores nos impiden que pongamos primero lo vivo, lo natural, lo indispensable para que la existencia siga? ¿Qué intereses, que hábitos, que zonas de confort nos impiden responder a esta urgencia?

Las ciudades se extienden en una obsesión de concreto y por lo tanto la escuela de la naturaleza queda relegada a lugares que muchos no visitan, porque los monstruos de ladrillo y varilla atrapan en una vida artificial y absurdamente insaciable.

Mi amor por la naturaleza me ha llevado a apreciarla y sobre todo a hacer lo que esté en mis manos para conservarla, por eso hoy empiezo una cruzada para invitar a aquellos que bajo la misma inquietud de salvarla, quieran involucrarse en hábitos, y acciones trascendentales para cuidarla y valorarla como amerita.

Recordar prioridades en esta tarea, como cuidar el agua, ahorrar energía, analizar el consumo e investigar qué se requiere para que tengamos “cosas” que para obtenerlas se crea un círculo contaminante desde su producción y transportación. Observar qué basura desechamos y qué alternativas hay para reusarla, reducirla, reciclarla o tirarla de manera adecuada.

Hoy la naturaleza nos pide que el raciocinio del ser humano se enfoque en valorar el medio que nos provee de todo aquello que necesitamos para subsistir con salud, paz y alegría. Hoy me sumo por este medio para compartir, aprender y actuar en comunidad. Hay mucho que podemos hacer, Chihuahua puede ser un ejemplo de consciencia ambiental, pintándose en el mapa como una localidad que hace e inspira.

Las ideas van y vienen, pero la seriedad de materializarlas debe convertirse en meta, para alcanzar la misión de armonizar de una manera respetuosa con el medioambiente.

Cada cual desde nuestro entorno podemos hacer mucho por la naturaleza, empezar con pequeñas acciones, hábitos e incomodidades que redituarán en salud física, mental y espiritual.

Las observaciones, sugerencias, ideas, serán semanales en este medio y es importante que si tienen algo que compartir me lo hagan saber por medio de mi correo electrónico para juntos crear un movimiento de beneficio ambiental.

roberta.cortazar@yahoo.com