En la entrega anterior planteamos que, además de las acciones típicas de campaña, para perfilarse como líder transformador (LT) el candidato debe consensuar y vender su Visión y comunicarla efectivamente, así como autoexpresarse de manera libre y auténtica, posicionando su visión y personalidad en la mente de los seguidores, sustentado en la confianza mutua.
La quinta estrategia es crear capital humano: desarrollar y motivar el talento de los seguidores (ciudadanos y servidores públicos), reconociendo que su potencial para pensar y actuar es superior a su desempeño previo. Ellos son, a la vez, el objetivo y el recurso principal del LT, por lo cual es vital formar redes de personas comprometidas, con quienes trabajar en el análisis y solución de problemas. Los estadistas saben que, en la vida personal y profesional, la naturaleza y la calidad de las relaciones entre los seres humanos son más importantes que casi todos los otros factores que determinan los resultados. El respeto absoluto a la dignidad, aunado a la consideración individual y a la ejecución de programas progresivos de capacitación y desarrollo, permiten al LT sumar seguidores capaces de compartir responsabilidades de liderazgo ante entornos críticos que demandan cambios paradigmáticos, disruptivos, fundamentales y claros en las instituciones y en los procesos vitales del país.
En este contexto, destacamos la indiscutible contribución que hacen las mujeres enriqueciendo el ejercicio del liderazgo político, con su gran sensibilidad hacia personas y familias, dada su proclividad a equilibrar la razón intelectual con las emociones y los sentimientos. Por ello, es socialmente imperioso, a mi juicio, que más mujeres adquieran el status de líderes, y que elijamos a políticos solidarios que comprendan la problemática de la población menos favorecida y “empiecen” a emplear su poder en resolverla.
Las cinco estrategias descritas no son recetas de cocina invariables, sino tienen carácter contingencial; es decir, se aplican en función de las circunstancias, lo que implica pragmatismo en la toma de decisiones y conceptuar cada situación a liderar como un sistema particular que demanda tratamiento específico. En el tiempo y el espacio, cada grupo humano y cada problema político tienen entornos diferentes y se integran por personas distintas, amén de la diversidad ético-cultural, institucional, tecnológica, sicosocial, económica, etc., que los caracteriza. Por lo anterior, el LT debe: ser flexible, pragmático, con perspectiva estratégica y pensamiento sistémico; abordar integralmente cada situación; y decidir, de manera puntual, lo pertinente.
Por definición, el LT es un dinámico agente de cambio que rompe paradigmas, que crece y hace crecer a sus seguidores; que utiliza la convergencia de poderosos instrumentos como conocimiento, tecnología, creatividad, innovación y sustentabilidad ecológica para administrar la transformación, en beneficio de la mayoría de los mexicanos.
El liderazgo político transformador es, también, un elemento vital para energizar el combate a la corrupción sistémica de arriba a abajo, con capacidad de convocatoria para formular políticas públicas ad hoc y, sobre todo, para implementarlas, fortaleciendo la eficacia de la autoridad, y actuando conjuntamente con medios de comunicación libres, OSC impulsoras y organismos internacionales especializados.
El LT busca el desarrollo institucional y se opone radicalmente a los obsoletos políticos del siglo pasado (dinosaurios aún en posiciones clave), quienes no entienden los nuevos retos de la juventud y de la participación femenina; no se han dado cuenta de que vivimos un momento de transición en que los valores del liderazgo se están ajustando a los nuevos parámetros del futuro social. La deliberación y la crítica hoy forman parte de la participación democrática, mientras que en el pasado la disciplina y obediencia eran los factores clave para hacer política, en perjuicio de la fortaleza de las instituciones. Simbióticamente, el sistema presidencialista y la debilidad institucional han nutrido el caldo de cultivo para las políticas neoliberales y los liderazgos autocráticos, que tienen postrada a la mitad de la población mexicana.
Creo que los gobernantes deben aprender a influir positivamente en el comportamiento de diversos grupos que no existían cuando se crearon las instituciones pauperizadas que hoy .... ¿rigen nuestra convivencia?, a efecto de hacer los cambios que conduzcan a dinamizar el proclamado desarrollo humano.
El Neuroliderazgo representa una perspectiva novedosa y revolucionaria en la materia que nos ocupa, ya que explora lo que ocurre en la fisiología del cerebro de los líderes y cómo ésta influencia los comportamientos, las interacciones y la toma de decisiones en los grupos. El objetivo de esta disciplina es mejorar la efectividad de los líderes con base en los descubrimientos relacionados con la fisiología de la mente y el cerebro. Los procesos que estudia el Neuroliderazgo son principalmente: Solución de problemas y toma de decisiones, Innovación y creatividad, Regulación emocional, Colaboración e influencia, y Gestión del cambio. Ojalá los políticos revisen estos enfoques y los practiquen para superar su tradicional y patética improvisación.
En síntesis, el liderazgo se aprende y ya no es cosa “unipersonal”, sino de un equipo de líderes (mujeres y hombres) quienes, aplicando la inteligencia intelectual, emocional y social, marcan el rumbo y el ritmo de la convivencia colectiva, en entornos diversos y cambiantes.
Mi idea era rematar comparando el concepto de líder transformador, aquí expuesto, con los perfiles de los candidatos a presidente más probables de los tres partidos preponderantes; pero tales personajes se definirán, quizá, hasta diciembre. De nueva cuenta, los políticos “a la antigüita” están enseñando el cobre creando divisionismo interno y coaliciones entre partidos con ideologías incompatibles en su lucha por el poder, más con el fin de evitar que gane el PRI o Morena, que de posicionar una visión y un líder que mejoren el estado de cosas actual que ya es insostenible.
Estaremos pendientes para analizar y poner en perspectiva el reburujo político del próximo trimestre.