Las autoridades sanitarias internacionales, nacionales y locales han advertido del riesgo de una nueva ola de contagios de Covid-19 debido a la aparición de nuevas cepas del coronavirus, la movilidad social por Semana Santa y el inicio en México de las campañas electorales.
En Europa, la tercera ola ha causado nuevos confinamientos nacionales en Italia, Francia y otros países para tratar de contener la pandemia. La cepa británica ha provocado un notorio incremento de casos en este continente después de que causara una seria crisis en el Reino Unido.
En la India el aumento de contagios ha incrementado las medidas restrictivas y la aceleración de la vacunación, pues este país es el tercero a nivel mundial con el mayor número de casos.
En Latinoamérica tanto Brasil como Chile están reforzando sus restricciones, ya que el primer país continúa con su sistema sanitario colapsado y el segundo pese a ser el que cuenta con mayor porcentaje de vacunación de la región está sufriendo una nueva oleada de la enfermedad.
Chihuahua no está exento de este riesgo, pues la secretaría estatal de Salud informó que de enero a marzo se incrementó en un 54% el número de fallecimientos por coronavirus y los contagios se incrementaron en un 66 por ciento al pasar de 3 mil 192 a 5 mil 318 casos, dándose el mayor número en el municipio de Juárez.
Las advertencias del Sector Salud no tuvieron gran efecto social, pues la movilidad nacional y estatal fue más que notoria durante Semana Santa y algunos candidatos iniciaron sus campañas reuniendo no a cientos, sino a miles de simpatizantes, como un candidato a la gubernatura de Nuevo León.
El INE ha recomendado a los aspirantes a un cargo popular que limiten sus campañas a una difusión a través de los medios en lugar de realizar grandes concentraciones por los riesgos de contagios, lo cual será aplicado por algunos y por otros no.
La sensación general de una mejoría ha causado un comportamiento más despreocupado de la población y la tendencia a un aumento de las actividades sociales.
Después de más de un año en que se dio el primer confinamiento en marzo del año pasado las medidas restrictivas han disminuido por razones económicas más que sanitarias. El problema de qué tanto aplicarlas o no continúa dependiendo de la afluencia de pacientes a los nosocomios y en buena parte de la capacidad de éstos para atenderlos.
El problema de fondo es que no se ha creado una auténtica cultura de prevención en la población y se ha dejado a la responsabilidad de cada quién aplicar o no las medidas adecuadas.
En el reporte de la secretaría estatal de Salud llama la atención de que una buena parte de los fallecidos por Covid-19 son de edades menores a los 60 años, sobre todo de 40 a 59. Aunque pocos también se han registrado casos de muertes de menores de edad y desde luego la edad más vulnerable sigue siendo la de los adultos mayores.
La vacunación continúa siendo la alternativa más viable para alcanzar la inmunidad de rebaño, pero para ello se requiere que un 80 por ciento de la población desarrolle anticuerpos.
La nueva ola de Covid-19 está caracterizada por la aparición de las nuevas cepas del coronavirus, dos de ellas (la brasileña y la británica) ya fueron detectadas en casos en nuestra entidad. La amenaza como se advierte no ha desaparecido, por lo que no queda otra opción que continuar con las medidas preventivas reiteradas continuamente por las autoridades sanitarias.
