/ sábado 27 de noviembre de 2021

El poco lenguaje nos lleva al salvajismo

Por Silvia González

El intento del gobierno municipal y estatal por mejorar la vida de los chihuahuenses se seguirá yendo a la basura mientras no se enfoque en fomentar los valores cívicos y, sobre todo, en educar en la lectura. Si una persona tuvo sólo primaria, pero escucha y lee unos ingeniosos anuncios donde se anuncia que el robo hormiga, tomar lo ajeno, consumir drogas, no terminar los estudios, escuchar corridos de narcos y tirar basura nos deteriora como sociedad, poco a poco en ese individuo que oye y ve tales anuncios se va configurando cierta educación. Es tan fácil educar, pero hay que hacerlo hasta que duela y enfocarse en la raíz del problema y no en las ramitas del deteriorado árbol de nuestra sociedad mexicana. Se necesitan escuelas de capacitación en cada esquina. Y a mí me gusta pensar que lo más importante es la lectura porque nos protege de la vulgaridad de la televisión, la música grosera, las drogas y nuestro medio ambiente social en el que impera la rusticidad.

Además, la lectura nos da lenguaje para expresar nuestras emociones, luego expresar nuestras emociones, correctamente, nos libera del salvajismo y eso es lo que finalmente nos hace civiles; una de las principales características de la civilidad es el honor de uno mismo y el respeto a los demás, esto puede hacernos más honrados, más refinados, más disfrutadores de la exquisitez de la vida.

Este año no hubo Feria del Libro aquí en Chihuahua, lo lamentó profundamente, porque lo poco que se haga en cultura es mucho para un estado como el nuestro donde una gran parte de la población se debate entre la tosquedad y la incultura.

La lectura es fuente de refinamiento mental y espiritual, pues comprendemos el momento histórico que nos tocó vivir, y hasta disminuye el ego porque entendemos que somos seres momentáneos en un universo incomprensible que de pronto se nos revela absurdo.

Pero, mire usted, estimada lectora, lector, como no hubo feria me voy a la FIL Guadalajara, la feria más importante de América Latina, donde se respira un aire de deseo de mejorar como sociedad, todo consumo de recursos es reciclable y además, deja una derrama extraordinaria de dinero para Guadalajara, con lo que constatamos que la cultura sí vende.

Ya le contaré las novedades de allá, porque yo como Borges creo que el paraíso es una especie de Biblioteca.


Namasté

Miembro AECHI.


Por Silvia González

El intento del gobierno municipal y estatal por mejorar la vida de los chihuahuenses se seguirá yendo a la basura mientras no se enfoque en fomentar los valores cívicos y, sobre todo, en educar en la lectura. Si una persona tuvo sólo primaria, pero escucha y lee unos ingeniosos anuncios donde se anuncia que el robo hormiga, tomar lo ajeno, consumir drogas, no terminar los estudios, escuchar corridos de narcos y tirar basura nos deteriora como sociedad, poco a poco en ese individuo que oye y ve tales anuncios se va configurando cierta educación. Es tan fácil educar, pero hay que hacerlo hasta que duela y enfocarse en la raíz del problema y no en las ramitas del deteriorado árbol de nuestra sociedad mexicana. Se necesitan escuelas de capacitación en cada esquina. Y a mí me gusta pensar que lo más importante es la lectura porque nos protege de la vulgaridad de la televisión, la música grosera, las drogas y nuestro medio ambiente social en el que impera la rusticidad.

Además, la lectura nos da lenguaje para expresar nuestras emociones, luego expresar nuestras emociones, correctamente, nos libera del salvajismo y eso es lo que finalmente nos hace civiles; una de las principales características de la civilidad es el honor de uno mismo y el respeto a los demás, esto puede hacernos más honrados, más refinados, más disfrutadores de la exquisitez de la vida.

Este año no hubo Feria del Libro aquí en Chihuahua, lo lamentó profundamente, porque lo poco que se haga en cultura es mucho para un estado como el nuestro donde una gran parte de la población se debate entre la tosquedad y la incultura.

La lectura es fuente de refinamiento mental y espiritual, pues comprendemos el momento histórico que nos tocó vivir, y hasta disminuye el ego porque entendemos que somos seres momentáneos en un universo incomprensible que de pronto se nos revela absurdo.

Pero, mire usted, estimada lectora, lector, como no hubo feria me voy a la FIL Guadalajara, la feria más importante de América Latina, donde se respira un aire de deseo de mejorar como sociedad, todo consumo de recursos es reciclable y además, deja una derrama extraordinaria de dinero para Guadalajara, con lo que constatamos que la cultura sí vende.

Ya le contaré las novedades de allá, porque yo como Borges creo que el paraíso es una especie de Biblioteca.


Namasté

Miembro AECHI.