/ sábado 19 de diciembre de 2020

Elija: Navidad aburrida o funeral



Afortunadamente, la vacunación contra Covid ha iniciado en algunos países como Reino Unido y Estados Unidos. Así mismo, el canciller Ebrard aseguró que adquirieron 30 millones de dosis, claro, todo esto llena de alegría, sin embargo, la pesadilla no ha terminado, el maldito virus aún no se derrota. Los contagios continúan en nuestro país y las primeras dosis que llegarán a México son sólo 250 mil, con las cuales se vacunará a una cuarta parte del personal médico. Según han declarado las autoridades, se tiene contemplado alcanzar la cobertura nacional de vacunación hasta marzo del 2022.

Nuestro estado ha estado en un vaivén de colores en el semáforo epidemiológico, naranja, rojo y hasta rojo matizado. Realmente las actividades comerciales pararon sólo cuando inició la pandemia, un mes después, infinidad de establecimientos considerados no esenciales volvieron a trabajar pero a puerta cerrada, para despistar a los inspectores de Gobernación. Posteriormente al incrementar contagios y muertes, pasamos a rojo, con las restricciones ya conocidas, donde pareciera que la más dolorosa para muchos chihuahuenses fue la ley seca de jueves a domingo.

Ante la entendible presión de sectores empresariales de nuestra entidad, ya que hubo una leve disminución en infectados y decesos, nuevamente estamos en naranja. Sin embargo, hacer esto en plena época navideña puede ser muy peligroso, pues aun estando en rojo se comenzó a ver mucho movimiento en las calles, ahora seguramente incrementará. Centros comerciales abiertos, Centro Histórico sin restricciones y para rematar expendios de alcohol abiertos de lunes a domingo, es una combinación riesgosa en pandemia.

Hace unos meses, las principales calles de la Ciudad de México volvieron a llenarse de gente que se relajó, actualmente los hospitales están a punto de saturarse, casi igual que cuando la pandemia estaba en su pico más alto. Entonces de qué sirvió haber permanecido en casa varios meses.

En Francia, país al cual México supera en número de muertes por Covid, el primer ministro ordenó cerrar bares y restaurantes durante la época navideña, ya que puede propiciar la aceleración de contagios, y aunque aseguró que le dolía cerrar este tipo de negocios, no se abrirán hasta el 20 de enero, siempre y cuando los contagios hayan disminuido en diciembre.

Debemos comprender que esto no ha terminado y aunque ya se vislumbra la luz al final del túnel, aún debemos permanecer confinados en casa. Las autoridades de nuestra ciudad y del estado no deben relajar las restricciones todavía. Las filas para entrar a tiendas, centros comerciales, bancos, recaudaciones de rentas son enormes, y en varios casos no se está respetando la sana distancia, ¿qué esperan para hacer algo? Se va a perder lo poco que se ganó durante el semáforo en rojo.

En esta temporada, para muchas personas es difícil dejar de ir a las posadas, pues la fiesta les apasiona, o para otros es muy triste no asistir a la gran cena navideña, donde se reúnen con todos sus familiares, sin embargo, en estos momentos es preferible una Navidad aburrida a un funeral en la familia.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com




Afortunadamente, la vacunación contra Covid ha iniciado en algunos países como Reino Unido y Estados Unidos. Así mismo, el canciller Ebrard aseguró que adquirieron 30 millones de dosis, claro, todo esto llena de alegría, sin embargo, la pesadilla no ha terminado, el maldito virus aún no se derrota. Los contagios continúan en nuestro país y las primeras dosis que llegarán a México son sólo 250 mil, con las cuales se vacunará a una cuarta parte del personal médico. Según han declarado las autoridades, se tiene contemplado alcanzar la cobertura nacional de vacunación hasta marzo del 2022.

Nuestro estado ha estado en un vaivén de colores en el semáforo epidemiológico, naranja, rojo y hasta rojo matizado. Realmente las actividades comerciales pararon sólo cuando inició la pandemia, un mes después, infinidad de establecimientos considerados no esenciales volvieron a trabajar pero a puerta cerrada, para despistar a los inspectores de Gobernación. Posteriormente al incrementar contagios y muertes, pasamos a rojo, con las restricciones ya conocidas, donde pareciera que la más dolorosa para muchos chihuahuenses fue la ley seca de jueves a domingo.

Ante la entendible presión de sectores empresariales de nuestra entidad, ya que hubo una leve disminución en infectados y decesos, nuevamente estamos en naranja. Sin embargo, hacer esto en plena época navideña puede ser muy peligroso, pues aun estando en rojo se comenzó a ver mucho movimiento en las calles, ahora seguramente incrementará. Centros comerciales abiertos, Centro Histórico sin restricciones y para rematar expendios de alcohol abiertos de lunes a domingo, es una combinación riesgosa en pandemia.

Hace unos meses, las principales calles de la Ciudad de México volvieron a llenarse de gente que se relajó, actualmente los hospitales están a punto de saturarse, casi igual que cuando la pandemia estaba en su pico más alto. Entonces de qué sirvió haber permanecido en casa varios meses.

En Francia, país al cual México supera en número de muertes por Covid, el primer ministro ordenó cerrar bares y restaurantes durante la época navideña, ya que puede propiciar la aceleración de contagios, y aunque aseguró que le dolía cerrar este tipo de negocios, no se abrirán hasta el 20 de enero, siempre y cuando los contagios hayan disminuido en diciembre.

Debemos comprender que esto no ha terminado y aunque ya se vislumbra la luz al final del túnel, aún debemos permanecer confinados en casa. Las autoridades de nuestra ciudad y del estado no deben relajar las restricciones todavía. Las filas para entrar a tiendas, centros comerciales, bancos, recaudaciones de rentas son enormes, y en varios casos no se está respetando la sana distancia, ¿qué esperan para hacer algo? Se va a perder lo poco que se ganó durante el semáforo en rojo.

En esta temporada, para muchas personas es difícil dejar de ir a las posadas, pues la fiesta les apasiona, o para otros es muy triste no asistir a la gran cena navideña, donde se reúnen con todos sus familiares, sin embargo, en estos momentos es preferible una Navidad aburrida a un funeral en la familia.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com