/ lunes 16 de agosto de 2021

La inclusión como verdadero camino a la representatividad

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas reflexionaba sobre cuán necesario es que miembros de cada comunidad formen parte de los representantes en nuestros gobiernos. Esto me llevó a pensar en cómo estamos en términos de inclusión en México.

En México, la paridad de género es un principio que se habla sobre la participación equilibrada, justa y legal que asegura que, al igual que los hombres, las mujeres tengan una participación y representación igualitaria en la vida democrática de nuestro país. Este fue un gran tema desde el año pasado en México, que si bien se ha prestado a controversias, es algo que tenía que pasar tarde o temprano en la política mexicana.

Pero no sólo se trata de una cuestión de géneros, estamos también hablando de temas étnicos raciales en los cuales aún estamos recorriendo un largo camino para lograr la inclusión de representantes de diferentes etnias y/o razas. La representación política de los indígenas en la política ha adquirido especial relevancia en los procesos de democrática en América Latina, tendencia de la cual México no es ajeno, pero ¿la representación actual es suficiente para defender y representar a todas las comunidades en México? Que quede a su reflexión, ¿qué tanto avanzaremos en temas de derechos humanos y preservación de nuestras culturas indígenas?

Hoy en día la diversidad en pensamiento y subculturas en México es enorme. Sin duda los movimientos sociales han traído a la agenda una nueva conciencia de cambiar nuestras perspectivas y visibilizar los derechos de estas comunidades que por tantos años han permanecido fuera del spot y hoy es necesario tengan voz y voto, y también sean reconocidas. El movimiento feminista, el movimiento LGBT, entre otros, se encuentran también en un proceso de apertura política paulatina en México, la evolución del movimiento ha sido el altavoz para que los derechos y la representatividad de la comunidad hoy sea posible en algunos partidos políticos y aún con algunos altibajos, sea posible el reconocimiento de sus derechos.

La inclusión ha sido un camino largo, pero que es necesario para hacer los gobiernos más representativos y justos para todas las comunidades. Visibilizar a cada una de las comunidades es parte del proceso para construir comunidades más unidas y evolucionadas. Los procesos de apertura juegan un papel importante y deben de ser una tendencia en México. Que el contexto político se empape de las realidades de nuestro país, se trabaje en leyes que nos protejan a todos y los derechos no sean sólo para unos cuantos. Apostemos por apoyar causas, representantes e ideologías que aunque no sean las propias, por empatía y verdadera humanidad sea posible acompañar. Reeducarnos y normalizar la diversidad nos hace ganadores a todos.

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas reflexionaba sobre cuán necesario es que miembros de cada comunidad formen parte de los representantes en nuestros gobiernos. Esto me llevó a pensar en cómo estamos en términos de inclusión en México.

En México, la paridad de género es un principio que se habla sobre la participación equilibrada, justa y legal que asegura que, al igual que los hombres, las mujeres tengan una participación y representación igualitaria en la vida democrática de nuestro país. Este fue un gran tema desde el año pasado en México, que si bien se ha prestado a controversias, es algo que tenía que pasar tarde o temprano en la política mexicana.

Pero no sólo se trata de una cuestión de géneros, estamos también hablando de temas étnicos raciales en los cuales aún estamos recorriendo un largo camino para lograr la inclusión de representantes de diferentes etnias y/o razas. La representación política de los indígenas en la política ha adquirido especial relevancia en los procesos de democrática en América Latina, tendencia de la cual México no es ajeno, pero ¿la representación actual es suficiente para defender y representar a todas las comunidades en México? Que quede a su reflexión, ¿qué tanto avanzaremos en temas de derechos humanos y preservación de nuestras culturas indígenas?

Hoy en día la diversidad en pensamiento y subculturas en México es enorme. Sin duda los movimientos sociales han traído a la agenda una nueva conciencia de cambiar nuestras perspectivas y visibilizar los derechos de estas comunidades que por tantos años han permanecido fuera del spot y hoy es necesario tengan voz y voto, y también sean reconocidas. El movimiento feminista, el movimiento LGBT, entre otros, se encuentran también en un proceso de apertura política paulatina en México, la evolución del movimiento ha sido el altavoz para que los derechos y la representatividad de la comunidad hoy sea posible en algunos partidos políticos y aún con algunos altibajos, sea posible el reconocimiento de sus derechos.

La inclusión ha sido un camino largo, pero que es necesario para hacer los gobiernos más representativos y justos para todas las comunidades. Visibilizar a cada una de las comunidades es parte del proceso para construir comunidades más unidas y evolucionadas. Los procesos de apertura juegan un papel importante y deben de ser una tendencia en México. Que el contexto político se empape de las realidades de nuestro país, se trabaje en leyes que nos protejan a todos y los derechos no sean sólo para unos cuantos. Apostemos por apoyar causas, representantes e ideologías que aunque no sean las propias, por empatía y verdadera humanidad sea posible acompañar. Reeducarnos y normalizar la diversidad nos hace ganadores a todos.