/ sábado 3 de agosto de 2019

En el 2021 podemos salvar a México

Estimado lector, lectora, si votó por AMLO con la esperanza de que el país mejorara, pero está arrepentido ante el destrozo que se está haciendo de las instituciones y la creación de esas extrañas leyes, que coartan la libertad de los ciudadanos (libertad que se ganó con sangre), lea este artículo.

Sé que usted como yo estábamos desesperados ante la injusticia social que existe en México y eso llevó a treinta millones de mexicanos a votar por el único partido que prometía cambiarlo todo, y es verdad que lo está cambiando todo, pero no para mejorar. Porque si Morena quisiera mejorar nuestro país, invertiría en lo que nos puede hacer un mejor país: la educación de niños y jóvenes, y no es dándoles dinero que terminarán usando en comprar alcohol, en el caso de los jóvenes, sino en escuelas robustas, con albercas, salones de arte, bibliotecas y comedores de dietas sanas (dirá usted, querido lector, que ya caigo gorda recomendando la educación, pero es lo que veo que funciona en países como Japón, Corea del Norte, EU, etc.), para que nuestras nuevas generaciones, en menos de cinco años, cambien su mentalidad egoísta y ladrona por una de trabajar en equipo y con honradez. Y no veo que el nuevo gobierno mueva un dedo para mejorar la educación, sino que la ha dejado a la deriva, ha hecho caza de brujas al Conacyt y no le ha dado la importancia que incluso (odio decirlo, pero es reconocible) Peña Nieto le dio, pues me consta que en la Sierra Tarahumara se hicieron muchas mejoras a casi todas las escuelas, así como también se estableció un sistema de alimentos frescos que funcionó bien los primeros años de su gobierno.

Pero le tengo una gran noticia: dentro de dos años tendremos la gran oportunidad de revertir todas estas leyes que están imponiendo los morenos (en vez de trabajar en lo único y verdadero que puede terminar con la corrupción: la educación de la juventud y la niñez, y construir escuelas robustas y… perdón ¿ya lo había dicho?, le digo que parezco perico).

¿Y por qué digo que dentro de dos años? Porque mire usted lo que permite que se estén dictando leyes arbitrarias como la Ley del garrote en Tabasco, o la Ley mordaza, o la de Extinción de Dominio, o la de la Guardia Nacional (en una especie de sospechosas pruebas piloto en los estados) es que la mayoría en el congreso son morenistas, esto mismo sucedió con Fox, pero en aquel tiempo era la mayoría priista la que vetaba cualquier intento de cambio; la buena noticia es que en el 2021 habrá elecciones de los 500 diputados federales, y en la mitad de los estados que conforman nuestro bonito México se renovarán gobernaturas.

Así que querido lector, lectora, si quiere hacer algo por México vote contra Morena en el 2021, ya está cerca, no tan cerca como todas las barrabasadas que van a hacer en el congreso en estos tres años, pero cuando menos se ve una luz en este tenebroso túnel. Es de sabios equivocarse y corregir, salvemos México.

Saludos al Sr. Ángel Luna, mi lector asiduo, le prometo estudiar con lupa la política de América Latina para enriquecer nuestras conversaciones.

www.silviagonzalez.com.mx




Estimado lector, lectora, si votó por AMLO con la esperanza de que el país mejorara, pero está arrepentido ante el destrozo que se está haciendo de las instituciones y la creación de esas extrañas leyes, que coartan la libertad de los ciudadanos (libertad que se ganó con sangre), lea este artículo.

Sé que usted como yo estábamos desesperados ante la injusticia social que existe en México y eso llevó a treinta millones de mexicanos a votar por el único partido que prometía cambiarlo todo, y es verdad que lo está cambiando todo, pero no para mejorar. Porque si Morena quisiera mejorar nuestro país, invertiría en lo que nos puede hacer un mejor país: la educación de niños y jóvenes, y no es dándoles dinero que terminarán usando en comprar alcohol, en el caso de los jóvenes, sino en escuelas robustas, con albercas, salones de arte, bibliotecas y comedores de dietas sanas (dirá usted, querido lector, que ya caigo gorda recomendando la educación, pero es lo que veo que funciona en países como Japón, Corea del Norte, EU, etc.), para que nuestras nuevas generaciones, en menos de cinco años, cambien su mentalidad egoísta y ladrona por una de trabajar en equipo y con honradez. Y no veo que el nuevo gobierno mueva un dedo para mejorar la educación, sino que la ha dejado a la deriva, ha hecho caza de brujas al Conacyt y no le ha dado la importancia que incluso (odio decirlo, pero es reconocible) Peña Nieto le dio, pues me consta que en la Sierra Tarahumara se hicieron muchas mejoras a casi todas las escuelas, así como también se estableció un sistema de alimentos frescos que funcionó bien los primeros años de su gobierno.

Pero le tengo una gran noticia: dentro de dos años tendremos la gran oportunidad de revertir todas estas leyes que están imponiendo los morenos (en vez de trabajar en lo único y verdadero que puede terminar con la corrupción: la educación de la juventud y la niñez, y construir escuelas robustas y… perdón ¿ya lo había dicho?, le digo que parezco perico).

¿Y por qué digo que dentro de dos años? Porque mire usted lo que permite que se estén dictando leyes arbitrarias como la Ley del garrote en Tabasco, o la Ley mordaza, o la de Extinción de Dominio, o la de la Guardia Nacional (en una especie de sospechosas pruebas piloto en los estados) es que la mayoría en el congreso son morenistas, esto mismo sucedió con Fox, pero en aquel tiempo era la mayoría priista la que vetaba cualquier intento de cambio; la buena noticia es que en el 2021 habrá elecciones de los 500 diputados federales, y en la mitad de los estados que conforman nuestro bonito México se renovarán gobernaturas.

Así que querido lector, lectora, si quiere hacer algo por México vote contra Morena en el 2021, ya está cerca, no tan cerca como todas las barrabasadas que van a hacer en el congreso en estos tres años, pero cuando menos se ve una luz en este tenebroso túnel. Es de sabios equivocarse y corregir, salvemos México.

Saludos al Sr. Ángel Luna, mi lector asiduo, le prometo estudiar con lupa la política de América Latina para enriquecer nuestras conversaciones.

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