/ sábado 17 de marzo de 2018

Comiendo queso con brucelosis

Como todo lo que implica secretarías de Gobierno y mexicanos corruptos, hablando de la leche contaminada con brucelosis, es imposible conocer los datos exactos de cuántas pipas entran procedentes de Coahuila a nuestro estado con dirección a Cuauhtémoc. No sabemos si estos camiones entregan su producto a empresas privadas, a queseros artesanales o para hacerla en polvo, lo que sí sabemos es que están entrando, y no pasan volando. Tampoco son cinco esporádicas pipas, cantidad que se detectó en días pasados, ni entran de vez en cuando.

Amable lector, sepa usted que el queso fresco, el panela, el asadero y la crema artesanal o hecha en casa, son productos sin pausterizar y por lo tanto pueden estar infectados de esta bacteria que tiene una vida de hasta cien días en los lácteos, produce fuertes dolores estomacales, muchas enfermedades crónicas y puede provocar abortos.  Es verdad que la bacteria muere al ser pausterizada, pero ¿se tendrá cuidado de no elaborar producto sin pausterizar con la leche contaminada?  

En el mundo de los lecheros se sabe que estas pipas pasan por Parral, donde no hay caseta Zoosanitaria, o dan “mordida” en la de Jiménez, y que la venden a un peso el litro, dejando a los productores locales sin posibilidad de competir.

Los encargados de las secretarías de Desarrollo Rural y de Agricultura, más lentos para detener la brucelosis que para hacerse unas quesadillas contaminadas, se lanzan la pelotita y hasta andan inventando otra caseta por Parral, luego al gobierno se le ocurrió crear un nuevo organismo con el rimbombante nombre de Consejo Consultivo de la Leche y Productos Lácteos del Estado de Chihuahua, para que se pongan de acuerdo y se defiendan.  Y mientras se ponen de acuerdo las pipas entran y salen de esta tierra sin ley.  

Sería simple decomisar las pipas, cancelarles el derecho a transitar por nuestros caminos, tirar la leche, y clausurar y multar a las empresas que están comprando el lácteo, todo esto basado en el artículo 4o. de la Constitución: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud…”.

Namasté

www.silviagonzalez.com.mx

Como todo lo que implica secretarías de Gobierno y mexicanos corruptos, hablando de la leche contaminada con brucelosis, es imposible conocer los datos exactos de cuántas pipas entran procedentes de Coahuila a nuestro estado con dirección a Cuauhtémoc. No sabemos si estos camiones entregan su producto a empresas privadas, a queseros artesanales o para hacerla en polvo, lo que sí sabemos es que están entrando, y no pasan volando. Tampoco son cinco esporádicas pipas, cantidad que se detectó en días pasados, ni entran de vez en cuando.

Amable lector, sepa usted que el queso fresco, el panela, el asadero y la crema artesanal o hecha en casa, son productos sin pausterizar y por lo tanto pueden estar infectados de esta bacteria que tiene una vida de hasta cien días en los lácteos, produce fuertes dolores estomacales, muchas enfermedades crónicas y puede provocar abortos.  Es verdad que la bacteria muere al ser pausterizada, pero ¿se tendrá cuidado de no elaborar producto sin pausterizar con la leche contaminada?  

En el mundo de los lecheros se sabe que estas pipas pasan por Parral, donde no hay caseta Zoosanitaria, o dan “mordida” en la de Jiménez, y que la venden a un peso el litro, dejando a los productores locales sin posibilidad de competir.

Los encargados de las secretarías de Desarrollo Rural y de Agricultura, más lentos para detener la brucelosis que para hacerse unas quesadillas contaminadas, se lanzan la pelotita y hasta andan inventando otra caseta por Parral, luego al gobierno se le ocurrió crear un nuevo organismo con el rimbombante nombre de Consejo Consultivo de la Leche y Productos Lácteos del Estado de Chihuahua, para que se pongan de acuerdo y se defiendan.  Y mientras se ponen de acuerdo las pipas entran y salen de esta tierra sin ley.  

Sería simple decomisar las pipas, cancelarles el derecho a transitar por nuestros caminos, tirar la leche, y clausurar y multar a las empresas que están comprando el lácteo, todo esto basado en el artículo 4o. de la Constitución: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud…”.

Namasté

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