/ lunes 25 de abril de 2022

Es la idea, no el hombre

Por: Amín Anchondo

El ser humano y sobre todo el animal político que todos tenemos dentro de nosotros siempre busca un culpable de cualquier suceso que no salga como nosotros lo teníamos previsto. El culpar a alguien nos quita responsabilidad y por ende, nos da una tranquilidad de que no fallamos.

Este efecto está sucediendo en México. Queremos creer que la culpa de todo lo malo que sucede la tiene un solo hombre y esto nos deslinda de cualquier responsabilidad a los que no apoyamos la ideología de Andrés Manuel. Pero hay un gravísimo problema aquí y es el elefante blanco en la sala. Estamos peleando contra un hombre y no contra una idea. ¿Qué pasaría si AMLO muere mañana? ¿Se termina el problema o se agrava? Si tus respuestas a estas preguntas te llevan a que el problema no terminaría, entonces deberás coincidir conmigo en que el problema no es el mensajero sino el mensaje.

Pero si esto es tan lógico y fácil como se lee, ¿por qué nos hemos enfocado en agredir al presidente y no combatir su ideología, ideas erróneas para lograr sembrar otras en nuestra sociedad? En mi pensar, la narrativa que traemos es incorrecta y esto se demuestra en que el presidente está a punto de llegar al nivel de aprobación con el que llegó a la presidencia hace más de tres años, lo cual es extraordinariamente alto para ir a más de la mitad de su mandato.

El presidente se equivoca al denigrar la tribuna presidencial con declaraciones chafas y al aire, pero más nos equivocamos en la oposición al caer en el juego y dejar a un lado la tecnocracia que distinguía al otro bloque. Eso lo pude corroborar en el debate de la reforma eléctrica. Hice preguntas a varias personas que “odian a AMLO” sobre que no les parecía de la reforma y muy pocos, por no decir nadie, me pudieron dar un dato concreto sobre qué decía la reforma. Sólo se comentan ideas como: “va contra el medio ambiente”, “nos devuelve al pasado”, “están destruyendo el país”, etc., pero ningún dato concreto. Cuando caemos en guerras de frases o ideas sin sustento, entonces perdemos la batalla por varias razones, pero creo que hay dos muy potentes: 1.- Morena se logró robar la narrativa de que ellos son los únicos que buscan proteger a los pobres. 2.- Siempre culpan a gobiernos del pasado para explicar un problema actual (Morena no existía en el pasado). Esto sólo lo podremos combatir con datos duros.

El problema es que caímos en la misma gritadera en la Cámara de Diputados, que en las entrevistas que se dan sólo se dedican a abuchear al presidente, pero no apelan a la inteligencia de las personas con datos, numerología, estadísticas, etc., sobre qué es lo que está haciendo mal este gobierno y cómo afecta la vida de las personas. La gente se da cuenta de todo, tarde o temprano, y necesitamos apostarle a eso porque la verdad siempre sale a la luz. Sólo las verdades nos liberarán de un camino equivocado. Esas verdades destruirán ideas falsas creadas y derrumbarán no sólo al hombre, sino a su sector. Apostémosle a la verdad y no a gritos mercadológicos.


Por: Amín Anchondo

El ser humano y sobre todo el animal político que todos tenemos dentro de nosotros siempre busca un culpable de cualquier suceso que no salga como nosotros lo teníamos previsto. El culpar a alguien nos quita responsabilidad y por ende, nos da una tranquilidad de que no fallamos.

Este efecto está sucediendo en México. Queremos creer que la culpa de todo lo malo que sucede la tiene un solo hombre y esto nos deslinda de cualquier responsabilidad a los que no apoyamos la ideología de Andrés Manuel. Pero hay un gravísimo problema aquí y es el elefante blanco en la sala. Estamos peleando contra un hombre y no contra una idea. ¿Qué pasaría si AMLO muere mañana? ¿Se termina el problema o se agrava? Si tus respuestas a estas preguntas te llevan a que el problema no terminaría, entonces deberás coincidir conmigo en que el problema no es el mensajero sino el mensaje.

Pero si esto es tan lógico y fácil como se lee, ¿por qué nos hemos enfocado en agredir al presidente y no combatir su ideología, ideas erróneas para lograr sembrar otras en nuestra sociedad? En mi pensar, la narrativa que traemos es incorrecta y esto se demuestra en que el presidente está a punto de llegar al nivel de aprobación con el que llegó a la presidencia hace más de tres años, lo cual es extraordinariamente alto para ir a más de la mitad de su mandato.

El presidente se equivoca al denigrar la tribuna presidencial con declaraciones chafas y al aire, pero más nos equivocamos en la oposición al caer en el juego y dejar a un lado la tecnocracia que distinguía al otro bloque. Eso lo pude corroborar en el debate de la reforma eléctrica. Hice preguntas a varias personas que “odian a AMLO” sobre que no les parecía de la reforma y muy pocos, por no decir nadie, me pudieron dar un dato concreto sobre qué decía la reforma. Sólo se comentan ideas como: “va contra el medio ambiente”, “nos devuelve al pasado”, “están destruyendo el país”, etc., pero ningún dato concreto. Cuando caemos en guerras de frases o ideas sin sustento, entonces perdemos la batalla por varias razones, pero creo que hay dos muy potentes: 1.- Morena se logró robar la narrativa de que ellos son los únicos que buscan proteger a los pobres. 2.- Siempre culpan a gobiernos del pasado para explicar un problema actual (Morena no existía en el pasado). Esto sólo lo podremos combatir con datos duros.

El problema es que caímos en la misma gritadera en la Cámara de Diputados, que en las entrevistas que se dan sólo se dedican a abuchear al presidente, pero no apelan a la inteligencia de las personas con datos, numerología, estadísticas, etc., sobre qué es lo que está haciendo mal este gobierno y cómo afecta la vida de las personas. La gente se da cuenta de todo, tarde o temprano, y necesitamos apostarle a eso porque la verdad siempre sale a la luz. Sólo las verdades nos liberarán de un camino equivocado. Esas verdades destruirán ideas falsas creadas y derrumbarán no sólo al hombre, sino a su sector. Apostémosle a la verdad y no a gritos mercadológicos.