/ jueves 7 de diciembre de 2023

Navidad

La palabra Navidad la siento fuertemente ligada a UN MISMO ENCUENTRO, con el Creador, conmigo misma y con los demás. Reviso el inventario de la riqueza espiritual, personal y social que he acumulado, aprecio a los presentes físicamente y los que ya quedaron como un fideicomiso de amor que sigue dando en la energía de los recuerdos. Mis padres y mi hermano pasaron a esa otra dimensión llena de misterios, pero aún están, los siento en sus características que me influenciaron y en la alegría de recordar esas sus muy especiales maneras de ser y vivir.

Tengo a mis hijos maravillosos, celebro con ellos en la cercanía y en la distancia sus logros y su bienestar, cada uno de ellos sin duda tuvo una mamá diferente, porque en cada nacimiento y crecimiento estaba yo influenciada por lo que me acontecía y además el carácter, el temperamento y las expectativas individuales son diferencias personales que aprecian de una manera muy particular lo que se va viviendo.

Hermanos: escenas de mi infancia, de la adolescencia, de momentos inolvidables que compartimos bajo un mismo techo y fuera de él. Hoy en la edad adulta nos emparejamos, las edades ya no marcan barreras para una convivencia plena basada en lo que fuimos y hoy celebrando lo que somos.

Amigas ¡Tengo muchas! Gracias a Dios. Estar con ellas me llena de gozo, cada cual, con su muy particular manera de ser, a unas las frecuento y a otras las veo esporádicamente porque los caminos van tomando diferentes rutas, pero igual están en ese ahorro de amor que fluye siempre.

He sido muy afortunada en tener el apoyo de personas que han hecho mi camino más fácil, celebro esos encuentros breves y bendigo los largos que me dieron la oportunidad de conocer muchísimos puntos de vista, los cuales enriquecieron sin duda mi visión.

He comprobado que, en el ahorro del amor, la inversión crece exponencialmente cuando miras a los ojos y te interesas por lo que el otro expresa y siente, cuando abrazas y dices un te amo, cuando en tu día agradeces por las presencias que te dan calor y responden siempre a cualquier llamado. ¡Hay que invertir para luego recibir!

Se que no hay casualidades y que las personas que estuvieron y están en mi vida fueron y son las indicadas para mi aprendizaje. Hoy quiero hacerme el hábito de abrir más los ojos, para observar todas las maravillas que me rodean, tanto las humanas, como todo el escenario de vida que se conjunta en donde estoy y a donde llego, enfocándome en que somos parte de una unidad que se beneficia o afecta con cada una de nuestras acciones.

Estoy haciendo limpia para el ENCUENTRO, dando gracias, anclándome en este presente que su mismo nombre da el sinónimo de AHORA, es hoy cuando hay que actuar, es hoy cuando hay que amar, es hoy cuando tenemos la posibilidad de renovarnos para el bien propio y de todo el universo.

QUE ESTA NAVIDAD EL ENCUENTRO QUE BUSCAMOS NOS DESPIERTE Y NOS ABRAMOS A LA POSIBILIDAD DE VIVIR EL AMOR Y LA PAZ SIEMPRE.

ROBERTA CORTAZAR B.


La palabra Navidad la siento fuertemente ligada a UN MISMO ENCUENTRO, con el Creador, conmigo misma y con los demás. Reviso el inventario de la riqueza espiritual, personal y social que he acumulado, aprecio a los presentes físicamente y los que ya quedaron como un fideicomiso de amor que sigue dando en la energía de los recuerdos. Mis padres y mi hermano pasaron a esa otra dimensión llena de misterios, pero aún están, los siento en sus características que me influenciaron y en la alegría de recordar esas sus muy especiales maneras de ser y vivir.

Tengo a mis hijos maravillosos, celebro con ellos en la cercanía y en la distancia sus logros y su bienestar, cada uno de ellos sin duda tuvo una mamá diferente, porque en cada nacimiento y crecimiento estaba yo influenciada por lo que me acontecía y además el carácter, el temperamento y las expectativas individuales son diferencias personales que aprecian de una manera muy particular lo que se va viviendo.

Hermanos: escenas de mi infancia, de la adolescencia, de momentos inolvidables que compartimos bajo un mismo techo y fuera de él. Hoy en la edad adulta nos emparejamos, las edades ya no marcan barreras para una convivencia plena basada en lo que fuimos y hoy celebrando lo que somos.

Amigas ¡Tengo muchas! Gracias a Dios. Estar con ellas me llena de gozo, cada cual, con su muy particular manera de ser, a unas las frecuento y a otras las veo esporádicamente porque los caminos van tomando diferentes rutas, pero igual están en ese ahorro de amor que fluye siempre.

He sido muy afortunada en tener el apoyo de personas que han hecho mi camino más fácil, celebro esos encuentros breves y bendigo los largos que me dieron la oportunidad de conocer muchísimos puntos de vista, los cuales enriquecieron sin duda mi visión.

He comprobado que, en el ahorro del amor, la inversión crece exponencialmente cuando miras a los ojos y te interesas por lo que el otro expresa y siente, cuando abrazas y dices un te amo, cuando en tu día agradeces por las presencias que te dan calor y responden siempre a cualquier llamado. ¡Hay que invertir para luego recibir!

Se que no hay casualidades y que las personas que estuvieron y están en mi vida fueron y son las indicadas para mi aprendizaje. Hoy quiero hacerme el hábito de abrir más los ojos, para observar todas las maravillas que me rodean, tanto las humanas, como todo el escenario de vida que se conjunta en donde estoy y a donde llego, enfocándome en que somos parte de una unidad que se beneficia o afecta con cada una de nuestras acciones.

Estoy haciendo limpia para el ENCUENTRO, dando gracias, anclándome en este presente que su mismo nombre da el sinónimo de AHORA, es hoy cuando hay que actuar, es hoy cuando hay que amar, es hoy cuando tenemos la posibilidad de renovarnos para el bien propio y de todo el universo.

QUE ESTA NAVIDAD EL ENCUENTRO QUE BUSCAMOS NOS DESPIERTE Y NOS ABRAMOS A LA POSIBILIDAD DE VIVIR EL AMOR Y LA PAZ SIEMPRE.

ROBERTA CORTAZAR B.